Las intervenciones pudieron corregir la mordida abierta anterior, pero este hallazgo se basó en los datos de dos estudios con problemas de calidad.
La mordida abierta se caracteriza por la falta de superposición vertical de los incisivos superiores e inferiores. Este problema tiene varias causas posibles como la respiración bucal, los hábitos de succión, la alteración del desarrollo de la mandíbula y el maxilar. Puede dificultar el habla, la deglución, la masticación y la estética. Se han utilizado varios tratamientos para corregir la mordida abierta anterior. Los autores de la revisión evaluaron tres estudios con los siguientes tratamientos: El regulador de la función de Frankel-4 (RF-4) con entrenamiento de sellado labial, rejilla palatina con mentonera de tracción occipital e imanes de repulsión versus placas de mordida. Este último estudio no se pudo analizar porque el autor interrumpió el tratamiento antes de lo previsto debido a los efectos secundarios.
Hay evidencia débil de que las intervenciones RF-4 con entrenamiento de sellado labial y la rejilla palatina asociada con la mentonera de tracción occipital son capaces de corregir la mordida abierta anterior. Debido a que los ensayos incluidos tienen un sesgo potencial, estos resultados se deben observar con cautela. Las recomendaciones para la práctica clínica no se pueden hacer sólo sobre la base de los resultados de estos ensayos. Se necesitan más ensayos controlados aleatorizados para dilucidar las intervenciones para el tratamiento de la mordida abierta anterior.
La mordida abierta anterior se produce cuando no hay superposición vertical de los incisivos superiores e inferiores. La etiología es multifactorial e incluye: hábitos orales, patrones de crecimiento desfavorables, tejido linfático agrandado con respiración bucal. Se han propuesto varios tratamientos para corregir esta maloclusión, pero las intervenciones no están respaldadas por evidencia científica sólida.
El objetivo de esta revisión sistemática fue evaluar los tratamientos ortodónticos y ortopédicos para corregir la mordida abierta anterior en niños.
Se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos: el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Salud Oral (Cochrane Oral Health Group) (hasta el 14 de febrero de 2014); el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (la Cochrane Library 2014, número 1); MEDLINE vía OVID (1946 hasta el 14 de febrero de 2014); EMBASE vía OVID (1980 hasta el 14 de febrero de 2014); LILACS vía BIREME Virtual Health Library (1982 hasta el 14 de febrero de 2014); BBO vía BIREME Virtual Health Library (1980 hasta el 14 de febrero de 2014) y SciELO (1997 hasta el 14 de febrero de 2014). Se buscaron los ensayos en curso a través de ClinicalTrials.gov (hasta el 14 de febrero de 2014). Se hicieron búsquedas manuales en revistas chinas y se recuperaron las bibliografías de los trabajos.
Todos los ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados de tratamientos ortodónticos u ortopédicos o ambos para corregir la mordida abierta anterior en los niños.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad de todos los informes identificados.
Para los datos dicotómicos se calcularon los riesgos relativos (RR) y los correspondientes intervalos de confianza (IC) del 95%. Los datos continuos se expresaron tal como los describió el autor.
Se incluyeron tres ensayos controlados aleatorizados que compararon: los efectos del regulador de la función de Frankel-4 (RF-4) con el entrenamiento de sellado labial versus ningún tratamiento; imanes de repulsión versus placas de mordida; y rejilla palatina con mentonera de tracción occipital versus ningún tratamiento.
El estudio que comparó imanes de repulsión versus placas de mordida no se pudo analizar porque los autores interrumpieron el tratamiento antes de lo previsto debido a los efectos secundarios en cuatro de diez pacientes.
El RF-4 asociado con el entrenamiento de sellado labial (RR 0,02 [IC del 95%: 0,00 a 0,38]) y la rejilla palatina extraíble asociada con la mentonera de tracción occipital (RR 0,23 [IC del 95%: 0,11 a 0,48]) pudieron corregir la mordida abierta anterior.
Ningún estudio describió el proceso de asignación al azar, el cálculo del tamaño de la muestra, no hubo cegamiento en el análisis cefalométrico y los dos estudios evaluaron dos intervenciones al mismo tiempo. Por consiguiente, estos resultados se deben considerar con cautela.
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