A nivel mundial, alrededor de 170 000 000 de personas están infectadas de manera crónica con el virus de la hepatitis C. La hepatitis C es un virus que se transmite por la sangre y las vías de transmisión incluyen el uso de drogas por vía intravenosa, la transmisión de madre a hijo, las prácticas médicas inseguras, el comportamiento sexual de alto riesgo y la transfusión de sangre. La hepatitis C crónica es en la mayoría de los pacientes una infección viral benigna, pero una minoría de los pacientes desarrollan cirrosis hepática y pueden presentar complicaciones debido a la cirrosis o morir a causa de ella.
El tratamiento con interferón elimina el virus de la hepatitis C de la sangre en el 15% de los pacientes. Agregar ribavirina al interferón (tratamiento combinado) mejora significativamente el número que elimina la hepatitis C de la sangre a alrededor del 40%. No todos los pacientes toleran el interferón y además es costoso. Por este motivo, la ribavirina administrada como un único fármaco se puede considerar una opción para los pacientes con hepatitis C crónica. Esta revisión identificó 11 ensayos aleatorizados que compararon la ribavirina con ningún tratamiento antiviral en pacientes con hepatitis C crónica. La combinación de los resultados de todos los ensayos identificados de ribavirina sola no pareció tener efectos beneficiosos en los pacientes con hepatitis C crónica. Además, la ribavirina administrada sola fue significativamente inferior en comparación con el interferón con respecto a la eliminación de la hepatitis C de la sangre y a la reducción de la actividad de las enzimas hepáticas en la sangre. Además, la ribavirina administrada sola aumentó el riesgo de anemia. Por lo tanto, no se puede recomendar la ribavirina administrada sola, pero es posible que se necesiten más ensayos.
La ribavirina parece no tener efectos beneficiosos en la respuesta virológica serológica ni en la morbilidad relacionada con el hígado o la mortalidad, y aumenta considerablemente el riesgo de reacciones adversas. La monoterapia con ribavirina parece ser significativamente inferior a la monoterapia con interferón. El número total de pacientes incluidos es pequeño y tal vez se necesiten más ensayos. El uso de la monoterapia con ribavirina para la hepatitis C crónica no se puede recomendar fuera de ensayos aleatorizados.
La hepatitis C es una causa importante de morbilidad relacionada con el hígado y mortalidad. Una alta proporción de pacientes nunca presenta síntomas. Peginterferón más ribavirina es el tratamiento recomendado para la hepatitis C crónica; sin embargo, se puede considerar la monoterapia con ribavirina en algunos pacientes.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la monoterapia con ribavirina en pacientes con hepatitis C crónica.
Los ensayos se identificaron mediante búsquedas en las bases de datos electrónicas, búsquedas manuales de bibliografías y revistas, autores de ensayos y compañías farmacéuticas hasta marzo de 2009.
Se incluyeron todos los ensayos aleatorizados independientemente del cegamiento, el idioma o el estado de publicación que compararon la ribavirina versus ninguna intervención, placebo o interferón para la hepatitis C crónica.
Las principales medidas de resultado fueron la respuesta virológica sérica mantenida (eliminación del ARN del virus de la hepatitis C al menos seis meses después del tratamiento), la morbilidad relacionada con el hígado más la mortalidad por todas las causas y los eventos adversos. Las medidas de resultado secundarias fueron la respuesta virológica al final del tratamiento, la respuesta bioquímica (actividad de la transaminasa) y la respuesta histológica. Los métodos de asignación al azar, el cegamiento, el procesamiento de los datos y la financiación se extrajeron como medidas de control del sesgo. Se realizaron metanálisis con los modelos de efectos aleatorios y de efectos fijos para todos los resultados. Sólo se presentaron los resultados del modelo de efectos fijos si ambos modelos proporcionan el mismo resultado en cuanto a la significación estadística. Los datos se presentan como diferencia de riesgos (DR) con intervalos de confianza (IC) del 95%.
Se incluyeron 14 ensayos aleatorizados con 657 pacientes. La mayoría de los ensayos no tuvieron un control claro del sesgo. En comparación con placebo o ninguna intervención, la ribavirina no tuvo un efecto significativo en la respuesta virológica mantenida (DR 0%; IC del 95%: -2% a 3%, cinco ensayos) o en la respuesta virológica al final del tratamiento (DR 0%; IC del 95%: -3% a 3%, diez ensayos). La ribavirina no tuvo un efecto significativo en la morbilidad relacionada con el hígado más la mortalidad (DR 0%; IC del 95%: -2% a 3%, 11 ensayos). La ribavirina aumentó considerablemente el riesgo de reacciones adversas, incluida la anemia. La ribavirina mejoró significativamente la respuesta bioquímica e histológica al final del tratamiento, pero no así la respuesta bioquímica mantenida. La ribavirina fue significativamente inferior al interferón con respecto a la respuesta virológica y bioquímica (cinco ensayos).
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