Mensajes clave
No existe seguridad acerca de si el uso de mascarillas médicas o quirúrgicas o mascarillas N95/P2 (o FFP2) ayuda a frenar la propagación de los virus respiratorios según los estudios evaluados.
Los programas de lavado de manos podrían ayudar a frenar la propagación de los virus respiratorios.
¿Cómo se propagan los virus respiratorios?
Los virus respiratorios son aquellos que infectan las células de las vías respiratorias: nariz, garganta y pulmones. Estas infecciones pueden causar problemas graves y afectar la respiración normal. Pueden causar gripe, síndrome respiratorio agudo grave (SARS) y covid-19.
Las personas infectadas con un virus respiratorio propagan partículas de virus en el aire al toser o estornudar. Otras personas se infectan al entrar en contacto con estas partículas víricas en el aire o en las superficies en las que han aterrizado. Los virus respiratorios pueden propagarse rápidamente en una comunidad, en poblaciones y países (causando epidemias) y en todo el mundo (causando pandemias).
Las medidas físicas para tratar de evitar la propagación de los virus respiratorios entre las personas incluyen:
· lavarse las manos con frecuencia;
· no tocarse los ojos, la nariz ni la boca;
· estornudar o toser en el codo;
· limpiar las superficies con desinfectante;
· llevar mascarilla, protección ocular, guantes y trajes protectores;
· evitar el contacto con otras personas (aislamiento o cuarentena);
· mantener una cierta distancia de otras personas (distanciamiento); y
· examinar a las personas que entran en un país para detectar signos de infección (cribado).
¿Qué se quería averiguar?
Se quiso averiguar si las medidas físicas detienen o frenan la propagación de los virus respiratorios a partir de estudios bien controlados en los que se compara una intervención con otra, conocidos como ensayos controlados aleatorizados.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios controlados aleatorizados que analizaran las medidas físicas para evitar que las personas se contagien de un virus respiratorio.
El interés radicaba en saber cuántas personas de los estudios habían contraído una infección por virus respiratorios y si las medidas físicas tenían algún efecto no deseado.
¿Qué se encontró?
Se identificaron 78 estudios relevantes. Se realizaron en países de ingresos bajos, medios y altos de todo el mundo: en hospitales, escuelas, hogares, oficinas, guarderías y comunidades durante períodos de gripe no epidémica, la pandemia mundial de gripe H1N1 en 2009, temporadas de gripe epidémica hasta 2016 y durante la pandemia de covid-19. Se identificaron cinco ensayos en curso no publicados, dos de los cuales evalúan las mascarillas ante la covid-19. Cinco ensayos fueron financiados por el gobierno y compañías farmacéuticas, y nueve ensayos fueron financiados por compañías farmacéuticas.
Ningún estudio analizó las pantallas faciales, las batas y los guantes, ni el cribado de personas al entrar en un país.
Se evaluaron los efectos de:
· las mascarillas médicas o quirúrgicas;
· las mascarillas N95/P2 (mascarillas ajustadas que filtran el aire que se respira, más utilizadas por los trabajadores sanitarios que por el público general); y
· la higiene de manos (lavarse las manos y utilizar un desinfectante).
Se encontraron los siguientes resultados:
Mascarillas médicas o quirúrgicas
Diez estudios se realizaron en la comunidad y dos en trabajadores sanitarios. En comparación con no llevar una mascarilla en estudios comunitarios solo, el uso de una mascarilla podría suponer poca o ninguna diferencia en la cantidad de personas que se contagian de una enfermedad similar a la gripe/covid-19 (nueve estudios; 276 917 personas); y probablemente suponga poca o ninguna diferencia en la cantidad de personas con gripe confirmada por una prueba de laboratorio (seis estudios; 13 919 personas). Los efectos no deseados se notificaron con muy poca frecuencia, pero se mencionó la incomodidad.
Mascarillas N95/P2
Cuatro estudios se realizaron en trabajadores sanitarios y un pequeño estudio se realizó en un contexto comunitario. En comparación con utilizar mascarillas médicas o quirúrgicas, es probable que el uso de mascarillas N95/P2 suponga poca o ninguna diferencia en la cantidad de personas con gripe confirmada (cinco estudios; 8407 personas); y podría suponer poca o ninguna diferencia en la cantidad de personas que se contagian de una enfermedad similar a la gripe (cinco estudios; 8407 personas) o una enfermedad respiratoria (tres estudios; 7799 personas). Los efectos no deseados no se notificaron bien, pero se mencionó la incomodidad.
Higiene de manos
Seguir un programa de higiene de manos podría reducir el número de personas que contraen una enfermedad respiratoria o similar a la gripe, o que tienen gripe confirmada, en comparación con las personas que no siguen dicho programa (19 estudios; 71 210 personas), aunque este efecto no se confirmó como una reducción estadísticamente significativa cuando se analizaron por separado las EPG y las EPG confirmadas por laboratorio. Pocos estudios midieron los efectos no deseados; se mencionó la irritación de la piel de las personas que utilizaron el desinfectante para manos.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en estos resultados es generalmente baja a moderada para los desenlaces subjetivos relacionados con la enfermedad respiratoria, pero moderada para la infección por virus respiratorios confirmada en laboratorio definida de manera más precisa, relacionada con las mascarillas médicas y quirúrgicas y las N95/P2. Estos resultados podrían cambiar cuando se disponga de más evidencia. La cifra de personas que siguieron las directrices sobre el uso de las mascarillas o sobre la higiene de manos fue relativamente baja, lo que podría haber afectado a los resultados de los estudios.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Se incluyó la evidencia publicada hasta octubre de 2022.
El alto riesgo de sesgo de los ensayos, la variación en la medición de los desenlaces y la adherencia relativamente baja a las intervenciones durante los estudios impiden establecer conclusiones firmes. Hubo ECA adicionales durante la pandemia relacionados con intervenciones físicas, pero relativamente escasos dada la importancia de la cuestión de las mascarillas y su efectividad relativa y las medidas concurrentes de adherencia a la mascarilla que serían muy relevantes para medir la efectividad, especialmente en ancianos y en niños pequeños.
Existe incertidumbre sobre los efectos de las mascarillas. La evidencia de certeza baja a moderada implica que la confianza en la estimación del efecto es limitada y que el efecto verdadero podría ser significativamente diferente de la estimación del efecto observada. Los resultados agrupados de los ECA no mostraron una reducción clara de la infección vírica respiratoria con el uso de mascarillas médicas/quirúrgicas. No hubo diferencias claras entre el uso de mascarillas médicas/quirúrgicas en comparación con las mascarillas respiratorias N95/P2 en los trabajadores sanitarios cuando se utilizaron en la atención habitual para reducir la infección vírica respiratoria. Es probable que la higiene de las manos reduzca modestamente la carga de enfermedades respiratorias, y aunque este efecto también estuvo presente cuando se analizaron por separado las EPG y la gripe confirmada por laboratorio, no se encontró una diferencia significativa para los dos últimos desenlaces. Los efectos perjudiciales asociados con las intervenciones físicas no se investigaron lo suficiente.
Se necesitan ECA grandes y bien diseñados que aborden la efectividad de muchas de esas intervenciones en múltiples contextos y poblaciones, así como la repercusión de la adherencia sobre la efectividad, especialmente en aquellos con un mayor riesgo de presentar IRA.
Las epidemias o pandemias víricas de infecciones respiratorias agudas (IRA) constituyen una amenaza a nivel mundial. Algunos ejemplos son la gripe (H1N1) causada por el virus h1N1pdm09 en 2009, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en 2003 y la enfermedad por coronavirus 2019 (covid-19) causada por el SARS-CoV-2 en 2019. Los fármacos antivirales y las vacunas pueden no ser suficientes para prevenir su propagación. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por última vez en 2020. Se incluyen resultados de estudios de la actual pandemia de covid-19.
Evaluar la efectividad de las intervenciones físicas para interrumpir o reducir la propagación de los virus respiratorios agudos.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, PubMed, Embase, CINAHL y en dos registros de ensayos en octubre de 2022, con análisis de referencias prospectivas y retrospectivas (referencias citadas en los nuevos estudios y de publicaciones que citaron los estudios identificados).
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y ECA por conglomerados que investigaran intervenciones físicas (detección en los puertos de entrada, aislamiento, cuarentena, distanciamiento físico, protección personal, higiene de manos, mascarillas, gafas y gárgaras) para prevenir la transmisión de virus respiratorios.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane.
En esta actualización se incluyeron 11 nuevos ECA y ECA por conglomerados (610 872 participantes), lo que eleva el número total de ECA a 78. Seis de los nuevos ensayos se llevaron a cabo durante la pandemia de covid-19: dos de México y uno de Dinamarca, Bangladesh, Inglaterra y Noruega. Se identificaron cuatro estudios en curso, de los cuales uno ya está completado, pero no publicado, que evalúan el uso de mascarillas coincidiendo en el tiempo con la pandemia de covid-19.
Muchos estudios se realizaron durante periodos de gripe no epidémica. Varios se llevaron a cabo durante la pandemia de gripe H1N1 de 2009, y otros en temporadas de gripe epidémica hasta 2016. Por lo tanto, muchos estudios se realizaron en un contexto de baja circulación y transmisión de virus respiratorios en comparación con la situación de la covid-19. Los estudios incluidos se realizaron en contextos heterogéneos, desde escuelas en zonas residenciales hasta plantas de hospitales en países de ingresos altos; entornos urbanos concurridos en países de bajos ingresos; y un barrio de inmigrantes en un país de ingresos altos. La adherencia a las intervenciones fue baja en muchos estudios.
El riesgo de sesgo de los ECA y los ECA por conglomerados fue generalmente alto o poco claro.
Mascarillas médicas/quirúrgicas comparadas con ninguna mascarilla
Se incluyeron 12 ensayos (de los cuales 10 eran ECA por conglomerados) que compararon las mascarillas médicas/quirúrgicas versus ninguna mascarilla para prevenir la propagación de las enfermedades víricas respiratorias (dos ensayos con trabajadores sanitarios y 10 en la comunidad). Es probable que el uso de mascarillas en un entorno comunitario suponga poca o ninguna diferencia en el desenlace de enfermedad pseudogripal (EPG)/enfermedad similar a la covid-19 en comparación con no utilizarla (razón de riesgos [RR] 0,95; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,84 a 1,09; nueve ensayos, 276 917 participantes; evidencia de certeza moderada). Es probable que el uso de la mascarilla en un entorno comunitario suponga poca o ninguna diferencia en el desenlace de gripe/SARS-CoV-2 confirmada en laboratorio en comparación con no utilizarla (RR 1,01; IC del 95%: 0,72 a 1,42; seis ensayos; 13 919 participantes; evidencia de certeza moderada). Los efectos perjudiciales se midieron en escasas ocasiones y se comunicaron de manera deficiente (evidencia de certeza muy baja).
Mascarillas N95/P2 comparadas con mascarillas médicas/quirúrgicas
Se agruparon los ensayos que compararon las mascarillas N95/P2 con las mascarillas médicas/quirúrgicas (cuatro en ámbitos sanitarios y uno en un entorno domiciliario). Hay mucha incertidumbre sobre los efectos de las mascarillas N95/P2 en comparación con las mascarillas médicas/quirúrgicas en el desenlace de enfermedad respiratoria clínica (RR 0,70; IC del 95%: 0,45 a 1,10; tres ensayos, 7779 participantes; evidencia de certeza muy baja). Las mascarillas N95/P2 comparadas con las médicas/quirúrgicas podrían ser eficaces para la EPG (RR 0,82; IC del 95%: 0,66 a 1,03; cinco ensayos, 8407 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia está limitada por la imprecisión y la heterogeneidad de estos desenlaces subjetivos. Es probable que el uso de mascarillas N95/P2 comparado con el de mascarillas médicas/quirúrgicas suponga poca o ninguna diferencia en el desenlace más preciso y objetivo de infección por gripe confirmada en laboratorio (RR 1,10; IC del 95%: 0,90 a 1,34; cinco ensayos, 8407 participantes; evidencia de certeza moderada). Restringir el agrupamiento a los trabajadores sanitarios no supuso una diferencia en los hallazgos generales. Los efectos perjudiciales se midieron y comunicaron de manera deficiente, pero en varios estudios se mencionó la incomodidad al usar las mascarillas médicas/quirúrgicas o N95/P2 (evidencia de certeza muy baja).
En estos momentos se ha publicado un ECA anteriormente recogido como en curso y en él se observó la no inferioridad de las mascarillas médicas/quirúrgicas con respecto a las N95 en un gran estudio de 1009 trabajadores sanitarios de cuatro países que prestaban atención directa a pacientes con covid-19.
Higiene de manos comparada con control
Diecinueve ensayos compararon intervenciones de higiene de las manos con controles, con datos suficientes para incluir en los metanálisis. Los entornos incluyeron escuelas, guarderías y domicilios. Al comparar las intervenciones de higiene de manos con controles (es decir, ninguna intervención) hubo una reducción relativa del 14% en el número de personas con IRA en el grupo de higiene de manos (RR 0,86; IC del 95%: 0,81 a 0,90; nueve ensayos; 52 105 participantes; evidencia de certeza moderada), lo que sugiere un beneficio probable. En términos absolutos, este beneficio se traduciría en una reducción de 380 eventos por cada 1000 personas a 327 por cada 1000 personas (IC del 95%: 308 a 342). Al considerar los desenlaces definidos más estrictamente de EPG y gripe confirmada en laboratorio, las estimaciones del efecto para la EPG (RR 0,94; IC del 95%: 0,81 a 1,09; 11 ensayos, 34 503 participantes, evidencia de certeza baja) y para la gripe confirmada en laboratorio (RR 0,91; IC del 95%: 0,63 a 1,30; ocho ensayos; 8332 participantes; evidencia de certeza baja) sugieren que la intervención supuso poca o ninguna diferencia. Se agruparon 19 ensayos (71 210 participantes) para el desenlace compuesto de IRA o EPG o gripe; cada estudio contribuyó solo una vez y se informó sobre el desenlace más exhaustivo. Los datos agrupados mostraron que la higiene de manos podría ser beneficiosa con una reducción relativa del 11% de las enfermedades respiratorias (RR 0,89; IC del 95%: 0,83 a 0,94; evidencia de certeza baja), pero con una alta heterogeneidad. En términos absolutos, este beneficio se traduciría en una reducción de 200 eventos por cada 1000 personas a 178 por cada 1000 personas (IC del 95%: 166 a 188). Pocos ensayos midieron e informaron los efectos perjudiciales (evidencia de certeza muy baja).
No se encontraron ECA sobre trajes, guantes, pantalla facial ni sobre cribados en los puertos de entrada.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.