El curso de la esquizofrenia puede variar, algunos pacientes presentan un único episodio de psicosis y otros experimentan episodios repetidos. A menudo, los pacientes con esquizofrenia desean interrumpir el tratamiento con clorpromazina una vez que cedieron los síntomas. Esta revisión destaca los riesgos de interrumpir el tratamiento con clorpromazina para los pacientes con la enfermedad establecida. La interrupción del tratamiento con clorpromazina aumenta el riesgo de recurrencia durante todos los períodos de tiempo. Las recurrencias son perjudiciales y pueden ser peligrosas.
Esta revisión confirma la experiencia clínica y cuantifica los riesgos de interrumpir la medicación con clorpromazina para un grupo de pacientes con esquizofrenia que permanecen estables con este fármaco. Dado sus efectos adversos moderados, es probable que la clorpromazina continúe como uno de los tratamientos más ampliamente prescritos para la esquizofrenia.
La clorpromazina, un fármaco de la primera generación de fármacos antipsicóticos, es efectiva en el tratamiento de la esquizofrenia. Para la mayoría de los pacientes, la esquizofrenia es un trastorno crónico, pero cerca de un cuarto de los que experimentan una primera crisis psicótica no experimentan crisis adicionales. A la mayoría de los pacientes con esquizofrenia se les prescriben fármacos antipsicóticos, aunque su uso es con frecuencia intermitente. No se han investiado debidamente los efectos de interrumpir la medicación en el contexto de las revisiones sistemáticas.
Cuantificar los efectos de la interrupción del tratamiento con clorpromazina sobre los pacientes con esquizofrenia estables con este fármaco.
Se complementó una búsqueda electrónica en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (marzo 2006 y julio 2012) con búsquedas de referencias de los estudios identificados.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios pertinentes.
Se analizaron de forma independiente las citas y los resúmenes, se ordenaron los artículos, se volvieron a analizar y se evaluó su calidad. Se extrajeron los datos de forma independiente y se resolvieron las disputas durante las reuniones regulares. Los datos dicotómicos se analizaron mediante el uso del riesgo relativo (RR) con un modelo de efectos fijos y el intervalo de confianza (IC) del 95%. Para los datos continuos, se calculó la diferencia de medias ponderada (DMP), siempre que fue posible. Se excluyeron los datos de los estudios con pérdida del seguimiento superior a 40%.
Se incluyeron diez ensayos que incluyeron a 1042 pacientes con esquizofrenia estables con clorpromazina. Aun a corto plazo, fue menos probable que los pacientes que continuaron con la clorpromazina presentaran una recurrencia en comparación con los que interrumpieron el tratamiento con este fármaco (n = 376, tres ECA, RR 6,76; IC: 3,37 a 13,54, NND 4; IC: 2 a 8). Los datos a medio plazo (n = 850, seis ECA, RR 4,04; IC: 2,81 a 5,8; NND 4; IC: 3 a 7) y a largo plazo fueron similares (n = 510, tres ECA, RR 1,70; IC: 1,44 a 2,01; NND 4; IC: 3 a 6). Los pacientes asignados a la interrupción del tratamiento con clorpromazina no presentaron significativamente más probabilidades de permanecer en el estudio en comparación con los que lo continuaron (n = 374, un ECA, RR 1,14; IC: 0,55 a 2,35). En los análisis de sensibilidad, hubo una diferencia significativa en el resultado de "recurrencia" entre los ensayos para los pacientes diagnosticados según los criterios de la lista de verificación y los pacientes con un diagnóstico clínico.
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