El ántrax es una infección bacteriana que generalmente afecta a los animales. El ántrax no es frecuente en los seres humanos, aunque puede adquirirse por cortes en la piel, alimentos contaminados y mediante la inhalación de la bacteria. El ántrax humano suele ser grave y puede causar elevadas tasas de mortalidad. Se desarrollaron varios tipos de vacunas contra el ántrax para proteger a los que puedan estar expuestos a la infección. El objetivo de los autores de la revisión fue evaluar los riesgos y beneficios de las vacunas para la prevención del ántrax. Identificaron cuatro ensayos controlados aleatorizados recientes y más pequeños de individuos, y un ensayo controlado aleatorizado por grupos más amplio y más antiguo que contaba con más de 150 000 participantes. El ensayo por grupos proporcionó evidencia limitada sobre la efectividad de una vacuna, a base de una cepa de microorganismos de ántrax vivos incapaces de causar enfermedades, en la prevención del ántrax cutáneo. Los tipos de vacunas más recientes estudiadas en ensayos más pequeños, también a base de componentes inactivos de la bacteria del ántrax, parecen tener pocos eventos adversos y estimular una buena respuesta inmunitaria. Varios ensayos controlados aleatorizados que examinaron estas nuevas vacunas se encuentran actualmente en curso. Dichos estudios proporcionarán información adicional sobre la inmunogenicidad y la seguridad de diferentes regímenes de vacuna en personas con riesgo de exposición al ántrax.
Un ECA por grupos aporta evidencia limitada sobre la efectividad de una vacuna de microorganismos vivos atenuados para prevenir el ántrax cutáneo. Las vacunas a base de antígenos del ántrax son inmunógenas en la mayoría de los vacunados y presentan escasas reacciones o eventos adversos. Los ensayos controlados aleatorizados en curso investigan la inmunogenicidad y la seguridad de las vacunas contra el ántrax.
El ántrax es una zoonosis bacteriana que suele causar enfermedades en el ser humano y es potencialmente mortal. Las vacunas contra el ántrax incluyen una vacuna de microorganismos vivos atenuados, una vacuna de filtrado acelular precipitada con alumbre y una vacuna proteica recombinante.
Evaluar la efectividad, la inmunogenicidad y la seguridad de las vacunas para la prevención del ántrax.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos (noviembre 2008): Registro Especializado del Grupo Cochrane de Enfermedades Infecciosas (Cochrane Infectious Diseases Group); CENTRAL (The Cochrane Library 2008, número 4), MEDLINE, EMBASE, LILACS; y mRCT. También se hicieron búsquedas en las listas de referencias.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) de individuos y ECA por grupos que compararon la vacuna contra el ántrax con el placebo, otras vacunas (no para el ántrax) o ninguna intervención; o que compararon las vías de administración o las pautas de tratamiento de la vacuna contra el ántrax.
Dos autores analizaron de forma independiente la elegibilidad de los ensayos, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se presentaron los casos de ántrax y las tasas de seroconversión mediante riesgos relativos (RR) e intervalos de confianza (IC) del 95%. Se resumieron las concentraciones de inmunoglobulina G (IgG) utilizando medios geométricos. Se realizó un análisis de sensibilidad para investigar el efecto de los agrupamientos en los resultados de un ECA por grupos. No se realizó un metanálisis.
Un ECA por grupos (157 259 participantes) y cuatro ECA de individuos (1917 participantes) cumplieron con los criterios de inclusión. El ECA por grupos de la ex Unión Soviética informó que, en comparación con ninguna vacuna, una vacuna de microorganismos vivos atenuados (llamada STI) protegía contra el ántrax clínico, ya sea administrada sin aguja (RR 0,16; 102 737 participantes, 154 grupos) o mediante el método de escarificación (RR 0,25; 104 496 participantes, 151 grupos). Los intervalos de confianza fueron estadísticamente significativos en los cálculos no corregidos, pero cuando se presupuso una pequeña cantidad de asociación dentro de los grupos, las diferencias no fueron estadísticamente significativas. Los cuatro ECA (de individuos) de las vacunas inactivadas (vacuna adsorbida contra el ántrax y el antígeno protector recombinante) mostraron una relación dosis-respuesta para el título de anticuerpos del antígeno IgG no protector. La administración intramuscular se asoció con menos reacciones en el sitio de inyección que la inyección subcutánea, y las tasas de reacción en el sitio de inyección fueron inferiores cuando el intervalo de administración fue más prolongado.
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