No hay suficiente evidencia para recomendar la adición de probióticos a los alimentos de los lactantes para la prevención de enfermedades alérgicas o intolerancias alimentarias. Las reacciones a los alimentos y las alergias (incluidos el asma, el eccema y la fiebre del heno) son comunes y pueden estar aumentando en los países desarrollados. Muchos lactantes se sensibilizan a los alimentos, incluidos los preparados para lactantes, a través de su tracto gastrointestinal, proceso que puede verse afectado por la composición de las bacterias intestinales. Los intentos de promover el crecimiento de las bacterias gastrointestinales normales y prevenir la sensibilización a los alimentos han incluido el uso de probióticos. Los probióticos son bacterias vivas que colonizan el tracto gastrointestinal y proporcionan un beneficio para la salud del huésped. Esta revisión encontró que los probióticos añadidos a los alimentos para lactantes pueden ayudar a prevenir el eccema infantil, y un estudio sugiere que el beneficio puede persistir hasta los cuatro años de edad. Sin embargo, las preocupaciones relativas a la calidad de los estudios, la incoherencia de los resultados entre los estudios y el hecho de que los beneficios no persistieran si se limitaban a los lactantes con pruebas de sensibilización a los alérgenos, sugieren que se necesitan más estudios para confirmar estos resultados.
No hay suficiente evidencia para recomendar la adición de probióticos a los alimentos de los lactantes para la prevención de enfermedades alérgicas o intolerancia alimentarias. Aunque hubo una reducción del eccema clínico en los lactantes, este efecto no fue coherente entre los estudios y se aconseja cautela en vista de las preocupaciones metodológicas relativas a los estudios incluidos. Es necesario realizar más estudios para determinar si los resultados son reproducibles.
La composición de la microflora intestinal puede ser diferente en los individuos con eccema atópico que en los que no lo tienen, y esas diferencias pueden preceder al desarrollo del eccema. Los probióticos son bacterias vivas que colonizan el tracto gastrointestinal y proporcionan un beneficio para la salud del huésped. Los probióticos añadidos a los alimentos para lactantes tienen el potencial de prevenir la sensibilización de los lactantes a los alérgenos de la dieta.
Determinar el efecto de los probióticos administrados a los lactantes para la prevención de enfermedades alérgicas o intolerancia a los alimentos.
Esto incluyó búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (Número 1, 2007), MEDLINE (1966 - febrero 2007), EMBASE, PREMEDLINE, resúmenes de actas de congresos y citas de artículos publicados, e informantes expertos.
Ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que comparen el uso de un probiótico con ningún probiótico; o el uso de un probiótico específico comparado con un probiótico diferente; o un probiótico con prebiótico añadido para el control.
Se realizó la evaluación de la calidad de los ensayos, la extracción y síntesis de datos mediante métodos estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal Review Group).
Doce estudios fueron elegibles para su inclusión. Los resultados de las enfermedades alérgicas y/o la intolerancia alimentaria fueron evaluados por seis estudios en los que participaron 2080 lactantes, pero sólo se informaron los resultados de 1549 lactantes. En general, los estudios tenían una adecuada aleatorización, ocultación de la asignación y cegamiento del tratamiento. Sin embargo, los resultados de esta revisión deben ser tratados con cautela debido a las excesivas pérdidas en el seguimiento de los pacientes (17% a 61%). El metanálisis de cinco estudios que informaron sobre los resultados de 1477 lactantes encontró una reducción significativa del eccema infantil (RR típico 0,82; IC del 95%: 0,70 a 0,95). Sin embargo, hubo una heterogeneidad significativa y sustancial entre los estudios. Un estudio informó que la diferencia en el eccema entre los grupos persistía hasta los 4 años de edad. Cuando el análisis se limitó a los estudios que informaban sobre el eccema atópico (confirmado por la prueba cutánea o la IgE específica), los resultados ya no fueron significativos (RR típico 0,80, IC del 95%: 0,62, 1,02). En todos los estudios que informaron de beneficios significativos se utilizaron suplementos probióticos que contenían L. rhamnosus y se reclutaron lactantes con alto riesgo de alergia. No se informó de ningún otro beneficio para ninguna otra enfermedad alérgica o resultado de intolerancia alimentaria.
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