Las heridas oculares constituyen una causa de ceguera que puede prevenirse, no obstante, siguen siendo un problema sanitario invalidante significativo que afecta a todos los grupos etarios. A pesar de las exigencias en materia de salud y seguridad y de la legislación generalizada, aún pueden producirse heridas en el hogar, en el lugar de trabajo, durante actividades recreativas o como resultado de accidentes de tránsito.
Los autores de esta revisión buscaron ensayos controlados aleatorizados y estudios controlados de tipo antes y después que analizaban la efectividad de las intervenciones educativas, tales como materiales escritos, cintas de video o audio, para la prevención de las heridas oculares. Los autores de la revisión encontraron cinco estudios que incluían a diferentes tipos de personas, diversas intervenciones educativas y se realizaron en diferentes países, que cumplieron los criterios de inclusión. Debido a la baja calidad de los estudios identificados, los autores de la revisión llegaron a la conclusión de que no existe evidencia fiable de que las intervenciones educativas son efectivas para prevenir las heridas oculares.
Los autores de la revisión recomiendan que se realicen otros ensayos controlados aleatorizados, de alta calidad y con períodos de seguimiento más prolongados. Deberían realizarse más ensayos en países de ingresos bajos y medios para permitir una comparación con los de los países de ingresos altos.
Los estudios incluidos no aportan evidencia fiable de que las intervenciones educativas sean efectivas para prevenir las heridas oculares. Se requieren ECA bien realizados con ocultación de la asignación y enmascaramiento (cegamiento) adecuados. Los estudios deberían tener un período de seguimiento más prolongado y es necesario que más estudios se realicen en países de ingresos bajos y medios.
La herida ocular es una causa prevenible de ceguera, no obstante, sigue siendo un problema sanitario invalidante significativo que afecta a todos los grupos etarios. Las heridas pueden producirse en el hogar, en el lugar de trabajo, durante actividades recreativas o como resultado de accidentes de tránsito. Los tipos de heridas pueden ser de globo ocular cerrado (contusión o desgarro laminar) o de globo ocular abierto, que incluyen la penetración e incluso la perforación del globo ocular. Hasta la fecha, la estrategia principal para prevenir estas heridas ha sido educar a las personas para que identifiquen las situaciones de alto riesgo y tomen medidas correctas para evitar el peligro.
Evaluar la evidencia sobre la efectividad de las intervenciones educativas para la prevención de las heridas oculares.
Se hicieron búsquedas en los registros especializados del Grupo Cochrane de Lesiones (Cochrane Injuries Group) y del Grupo Cochrane de Trastornos de los Ojos y de la Visión (Cochrane Eyes & Vision Group), CENTRAL (The Cochrane Library 2008, número 3), MEDLINE, EMBASE, Current Controlled Trials metaRegister (ahora incluye el National Research Register), AgeInfo, HMIC Health Management Information Consortium, WHOLIS (World Health Organization Library Information System), LILACS (Latin American and Caribbean Health Sciences), MEDCARIB (Caribbean Health Sciences Literature), ISI Web of Science: (Science Citation Index Expanded (SCI-EXPANDED), Social Sciences Citation Index (SSCI) Conference Proceedings Citation Index-Science (CPCI-S)), ERIC, ZETOC y SPORTdiscus. También se revisaron las listas de referencias de los documentos pertinentes y se estableció contacto con los autores de los estudios para identificar ensayos publicados, no publicados y en curso. Las búsquedas se actualizaron por última vez en agosto 2008.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) y los estudios controlados de tipo antes y después que evaluaron cualquier intervención educativa destinada a prevenir las heridas oculares.
Cuatro autores, de forma independiente, seleccionaron los resultados de la búsqueda electrónica y extrajeron los datos. Tres autores introdujeron los datos en RevMan 5. Se consideró que existía significativa heterogeneidad entre los participantes y las intervenciones y, por tal motivo, no se agruparon los resultados de los estudios sino que se analizaron de forma narrativa.
Sólo se incluyeron dos ECA y tres estudios controlados de tipo antes y después en esta revisión. Un estudio informó como resultado las heridas oculares y cuatro estudios informaron el cambio en la conducta o el conocimiento.
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