Aunque tanto las intervenciones farmacológicas como las psicológicas son efectivas para la depresión mayor, los fármacos antidepresivos continúan siendo los pilares del tratamiento. Durante los últimos 20 años, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se han convertido gradualmente en los antidepresivos prescritos con mayor frecuencia. El escitalopram, el último ISRS introducido en el mercado, es el S-enantiómero puro del citalopram racémico. En la presente revisión, se evaluó la evidencia sobre la eficacia, aceptabilidad y tolerabilidad del escitalopram, en comparación con todos los otros antidepresivos, en el tratamiento de la fase aguda de la depresión mayor. Se incluyeron en la revisión 22 ensayos controlados aleatorizados (alrededor de 4000 participantes). El escitalopram parece ser apropiado como tratamiento antidepresivo de primera línea para los pacientes con depresión mayor de moderada a grave. Sólo se ha comparado con otros pocos antidepresivos, de manera que no es posible afirmar si es mejor, peor o igual que muchos de los otros fármacos empleados en la práctica. Sin embargo, sí tuvo un mejor rendimiento que el citalopram cuando se reunieron los resultados de seis estudios en casi 2 000 pacientes
Se encontraron algunas diferencias estadísticamente significativas que favorecían el escitalopram en comparación con otros agentes antidepresivos para el tratamiento de la fase aguda de la depresión mayor, en cuanto a la eficacia (citalopram y fluoxetina) y la aceptabilidad (duloxetina). No existe evidencia suficiente para detectar una diferencia entre el escitalopram y otros antidepresivos en la respuesta temprana al tratamiento (después de dos semanas de tratamiento). En el campo de los ensayos sobre antidepresivos, también se requiere información sobre la relación coste-efectividad. Además, como en la mayoría de las revisiones sistemáticas estándar, los resultados dependen de la evidencia derivada de comparaciones directas. También debe tenerse presente la posibilidad de sobrestimación del efecto del tratamiento debido al sesgo de patrocinio.
Aunque tanto las intervenciones farmacológicas como las psicológicas son efectivas para la depresión mayor, los fármacos antidepresivos continúan siendo los pilares del tratamiento en los contextos de atención primaria y secundaria. Durante los últimos 20 años, la prescripción de antidepresivos ha tenido un incremento extraordinario en los países occidentales, principalmente debido al mayor consumo de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y antidepresivos más nuevos, que progresivamente se han convertido en los antidepresivos prescritos con mayor frecuencia. El escitalopram es el S-enantiómero puro del citalopram racémico.
Evaluar la evidencia sobre la eficacia, aceptabilidad y tolerabilidad del escitalopram en comparación con tricíclicos, otros ISRS, heterocíclicos y agentes más nuevos en el tratamiento de la depresión mayor en la fase aguda.
Se realizaron búsquedas en las bases de datos electrónicas hasta julio 2008. Se realizaron búsquedas manuales en las bases de datos de ensayos de organismos que aprueban fármacos, a fin de detectar ensayos controlados publicados, no publicados y en curso.
Todos los ensayos controlados aleatorizados que comparaban escitalopram con cualquier otro antidepresivo (incluidos los agentes no convencionales como hypericum) en pacientes con trastorno depresivo mayor (independientemente de los criterios diagnósticos utilizados).
Los datos fueron introducidos por dos autores de la revisión (doble introducción de datos). Los pacientes que respondieron al tratamiento y los que presentaron remisión se calcularon en base a un análisis por intención de tratar (intention-to-treat analysis). Para los datos dicotómicos, se calcularon los odds ratios (OR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. Los datos continuos se analizaron mediante las diferencias de medias estandarizadas (con IC del 95%) según el modelo de efectos aleatorios.
Catorce ensayos compararon escitalopram con otro ISRS y ocho escitalopram con un antidepresivo más nuevo (venlafaxina, bupropión y duloxetina). El escitalopram demostró ser significativamente más efectivo que el citalopram para lograr una respuesta aguda (OR 0,67; IC del 95%: 0,50 a 0,87). El escitalopram fue también más efectivo que el citalopram en cuanto a la remisión (OR 0,53; IC del 95%: 0,30 a 0,93). Se retiraron de los ensayos significativamente menos pacientes asignados a escitalopram, en comparación con los pacientes asignados a duloxetina, por interrupción debida a cualquier causa (OR 0,62; IC del 95%: 0,38 a 0,99).
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