La ziprasidona pertenece a un grupo de nuevos antipsicóticos “atípicos” utilizados para el tratamiento de la esquizofrenia. El objetivo de la revisión fue determinar si había evidencia a favor de una diferencia entre la ziprasidona y los otros fármacos atípicos. Debido al gran número de pacientes que abandonaron los estudios, es difícil establecer conclusiones definitivas; sin embargo, los pacientes que recibieron ziprasidona no mejoraron tanto con respecto a los síntomas, como los que recibieron olanzapina y risperidona y, quizás, amisulprida; aunque tuvieron menos probabilidades de aumentar de peso.
La ziprasidona puede ser un antipsicótico levemente menos efectivo que la amisulprida, la olanzapina y la risperidona. Su principal ventaja es la baja tendencia a inducir un aumento de peso y efectos adversos asociados. Sin embargo, la elevada tasa global de participantes que abandonan anticipadamente los estudios limita la validez de cualquier hallazgo.
En muchos países del mundo industrializado, los antipsicóticos de segunda generación (atípicos) se han convertido en el tratamiento farmacológico de primera línea para los pacientes con esquizofrenia. Se discute la cuestión de si los efectos de los nuevos antipsicóticos de nueva generación varían y, de ser así, en qué medida lo hacen. En esta revisión, se analiza la diferencia en eficacia y tolerabilidad de la ziprasidona con respecto a los otros antipsicóticos de segunda generación.
Evaluar los efectos de la ziprasidona en comparación con otros antipsicóticos atípicos en pacientes con esquizofrenia y psicosis esquizomorfas.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado de ensayos controlados del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (Cochrane Schizophrenia Group Specialised Register), (abril de 2007) y se revisaron las referencias de todos los estudios identificados en busca de citas de ensayos adicionales. Se estableció contacto con las compañías farmacéuticas y los autores de los ensayos para obtener información adicional.
Esta búsqueda se actualizó en julio de 2012, se añadieron 254 citas a la sección «En espera de clasificación».
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados, al menos simple ciego, que compararon la ziprasidona oral con presentaciones orales de amisulprida, aripiprazol, clozapina, olanzapina, quetiapina, risperidona o zotepina en pacientes con esquizofrenia o psicosis esquizomorfas.
Los datos se extrajeron de forma independiente. Para los datos continuos, se calcularon las diferencias de medias ponderadas (DM), para los datos dicotómicos se calcularon los riesgos relativos (RR) y los correspondientes intervalos de confianza (IC) del 95% según un principio de intención de tratar basado en un modelo de efectos aleatorios. Se calcularon los números necesarios a tratar/para dañar (NNT/NND) cuando fue apropiado.
La revisión actualmente incluye nueve ensayos controlados aleatorizados (ECA) con 3361 participantes. La tasa global de interrupción temprana del estudio fue muy elevada (59,1%). Se tuvo acceso a los datos sobre las comparaciones de la ziprasidona con amisulprida, clozapina, olanzapina, quetiapina y risperidona. La ziprasidona fue un tratamiento menos aceptable que la olanzapina (se abandonaron los estudios precozmente por cualquier motivo: cinco ECA, n = 1937; RR 1,26, IC del 95%: 1,18 a 1,35; NND 7, IC del 95%: 5 a 10) y la risperidona (tres ECA, n = 1029; RR 1,11, IC del 95%: 1,02 a 1,20; NND 14, IC del 95%: 8 a 50), pero no menos que los otros fármacos antipsicóticos de segunda generación. La ziprasidona fue menos efectiva que la amisulprida (se abandonó el estudio precozmente debido a su ineficacia: un ECA; n = 123; RR 4,72, IC del 95%: 1,06 a 20,98; NND 8, IC del 95%: 5 a 50) la olanzapina (puntuación total de PANSS: cuatro ECA; n = 1291; DM 8,32, IC del 95%: 5,64 a 10,99) y la risperidona (puntuación total de PANSS: tres ECA; n = 1016; DM 3,91, IC del 95%: 0,27 a 7,55). De acuerdo con los datos limitados, no hubo diferencias significativas en la tolerabilidad entre la ziprasidona y la amisulprida o la clozapina. La ziprasidona produjo menos aumento de peso que la olanzapina (cinco ECA; n = 1659; DM -3,82, IC del 95%: -4,69 a -2,96), la quetiapina (dos ECA; n = 754; RR 0,45, IC del 95%: 0,28 a 0,74) o la risperidona (tres ECA; n = 1063; RR 0,49, IC del 95%: 0,33 a 0,74). Se la asoció con un menor aumento del colesterol que la olanzapina, la quetiapina y la risperidona. Por el contrario, la ziprasidona produjo un número levemente mayor de efectos secundarios extrapiramidales que la olanzapina (cuatro ECA; n = 1732; RR 1,43, IC del 95%: 1,03 a 1,99; NND no estimable) y mayor aumento de la prolactina que la quetiapina (dos ECA; n = 754; DM 4,77, IC del 95%: 1,37 a 8,16), pero menos trastornos del movimiento (dos ECA; n = 822; RR 0,70, IC del 95%: 0,51 a 0,97; NNT no estimable) y menor aumento de la prolactina (dos ECA; n = 767; DM -21,97, IC del 95%: -27,34 a -16,60) que la risperidona.
Nota: las 254 citas en la sección "En espera de clasificación" de la revisión pueden modificar las conclusiones de la revisión una vez evaluadas.
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