Antecedentes de la enfermedad
La retención urinaria aguda en hombres es una emergencia médica caracterizada por la incapacidad súbita, y a menudo dolorosa, para orinar. Hay muchas causas conocidas, incluyendo la obstrucción de la próstata (debido al agrandamiento de la próstata o al cáncer), estenosis uretral (un estrechamiento de la uretra debido al tejido cicatrizante), infección de orina, estreñimiento y afecciones neurológicas. Un tubo de drenaje estrecho (sonda urinaria) se inserta temporalmente en la vejiga a través del pene para permitir el drenaje de orina. Una vez retirada la sonda, algunos hombres no pueden orinar y requieren la reinserción de la sonda. En estos hombres, las opciones de tratamiento estándar son el uso continuado de sondas o la cirugía de próstata. Las sondas se asocian con riesgos como la infección y pueden afectar la calidad de vida. Por lo tanto, resultan potencialmente beneficiosas las medidas para aumentar la tasa de extracción exitosa de la sonda, es decir, que permitan a los pacientes volver a orinar espontáneamente. Los alfabloqueantes (por ejemplo, tamsulosina, alfuzosín) son un grupo de fármacos conocidos por tener efectos positivos sobre los síntomas urinarios, como el flujo urinario deficiente. Se cree que su efecto de relajación sobre la próstata también puede aumentar las perspectivas de evacuar nuevamente después de la extracción de la sonda. Esta revisión evaluó la evidencia disponible para apoyar esta práctica.
Principales hallazgos de la revisión
En nueve ensayos clínicos se administró a los hombres una tableta ficticia (placebo, fármaco inactivo), un bloqueador alfa durante uno a tres días (en un estudio hasta un máximo de ocho días y en otro durante 32 días) o ningún tratamiento antes de que se retirara el catéter. En circunstancias ideales, ni los pacientes ni los médicos sabían qué tipo de pastilla se administraba, para evitar el sesgo en el informe de los resultados. Los resultados indicaban que el tratamiento con alfabloqueantes aumentaba las posibilidades de retirar con éxito el catéter y volver a orinar, aunque la evidencia científica general de que se disponía para apoyar esta afirmación era limitada. Se probaron cuatro alfabloqueantes diferentes (alfuzosina, tamsulosina, doxazosina y silodosina). Sus resultados fueron similares, salvo en el caso de la doxazosina, que no pareció marcar una diferencia significativa.
Efectos adversos
Los efectos secundarios causados por los bloqueadores alfa fueron pocos y comparables a los de un placebo o a los de ningún tratamiento, aunque esta evidencia fue limitada. Incluyeron eyaculación retrógrada, mareos, baja presión sanguínea, desmayos, somnolencia, malestar y dolor de cabeza.
Conclusiones
Hubo alguna evidencia que indicaba que los alfabloqueantes también reducen el riesgo de sufrir otro episodio (recurrente) de retención urinaria después de la retirada exitosa del catéter, aunque sigue siendo incierto si reducen la necesidad de una futura cirugía de la próstata. Por lo tanto, no está claro si el tratamiento con alfabloqueantes debe continuarse, o por cuánto tiempo, después de la extracción exitosa de la sonda y si se justifican los costes del tratamiento en tales situaciones. Se necesitan más estudios de investigación para responder a estar preguntas.
Había alguna evidencia que sugería que los alfabloqueantes aumentaban las tasas de éxito de los ensayos sin catéter, y la incidencia de los efectos adversos era baja. Hubo alguna evidencia de una menor incidencia de la retención urinaria aguda. Se desconoce la necesidad de una nueva cirugía, la efectividad en función de los costes y la duración recomendada del tratamiento con alfabloqueantes después de un ensayo satisfactorio sin catéter, ya que ningún ensayo informó al respecto. Faltan medidas de resultado acordadas internacionalmente para lo que constituye un ensayo exitoso sin catéter. Este hecho dificulta el metanálisis. Se requieren ensayos controlados más grandes y bien diseñados, que utilicen las recomendaciones y principios establecidos en la declaración CONSORT, e incluyan medidas de resultados clínicamente importantes.
La retención urinaria aguda es una urgencia urológica en hombres que requiere la colocación inmediata de una sonda. Toda intervención que tenga por objeto mejorar los síntomas urinarios después de un episodio de retención urinaria aguda podría ser potencialmente beneficiosa. Los alfabloqueantes relajan las células del músculo liso prostático y de ese modo reducen la resistencia al flujo urinario, lo que mejora los síntomas urinarios.
Evaluar la efectividad de los alfabloqueantes en la reanudación satisfactoria de la micción tras la retirada de un catéter urinario uretral después de un episodio de retención urinaria aguda en los hombres. A falta de medidas de resultado acordadas internacionalmente para el éxito de un ensayo sin sonda, el éxito se definió como el retorno al vaciado satisfactorio sin necesidad de volver a cateterizar en un plazo de 24 horas.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos especializados del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group), que contiene ensayos identificados en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), MEDLINE, MEDLINE in process y búsquedas manuales en revistas y actas de congresos (búsqueda del 9 de octubre de 2013), CENTRAL (2013, Número 5) (búsqueda del 5 de junio de 2013), MEDLINE 1946 hasta la cuarta semana de mayo de 2013, MEDLINE in Process (que cubre hasta el 3 de junio de 2013), EMBASE Classic y EMBASE 1947 hasta la semana 22 de 2013 (todas las búsquedas se realizaron el 4 de junio de 2013) y las listas de referencias de los artículos pertinentes. No se impusieron restricciones de idioma o de otra índole en las búsquedas.
Sólo se incluyeron ensayos clínicos aleatorizados y cuasialeatorizados de alfabloqueantes para el ensayo sin una sonda urinaria después de un episodio de retención urinaria aguda en hombres.
Dos autor de la revisión examinaron de forma independiente todas las citas y resúmenes derivados de la estrategia de búsqueda. Cualquier desacuerdo acerca de la inclusión y exclusión de los ensayos se resolvió mediante discusión. Cuando persistían los desacuerdos, se buscaba una tercera opinión independiente. Dos autor de la revisión extrajeron de forma independiente, verificaron de forma cruzada y procesaron los datos según se describe en el Manual Cochrane para las revisiones sistemáticas de la intervención (Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Intervention). La calidad de la evidencia de los resultados críticos se evaluó adoptando el enfoque GRADE.
En esta revisión se incluyeron nueve ensayos clínicos aleatorizados. Ocho ensayos compararon los alfabloqueantes con el placebo (cinco ensayos probaron la alfuzosina y dos ensayos probaron la tamsulosina, un ensayo probó tanto la alfuzosina como la tamsulosina, un ensayo probó la silodosina) y un ensayo comparó un alfabloqueante (doxazosina) con ningún tratamiento. El ensayo sin catéter se realizó después del tratamiento con el fármaco durante uno a tres días en siete ensayos y durante ocho y 32 días en otros dos ensayos, respectivamente. Hubo evidencia de calidad moderada que indicaron que la tasa de ensayos satisfactorios sin catéteres favorecía a los alfabloqueantes en comparación con el placebo ( 366/608, 60,2%, de los hombres que utilizaron un alfabloqueante pudieron evacuar espontáneamente después de la retirada del catéter en comparación con 185/486, 38,1%, que utilizaron placebo, riesgo relativo (RR) 1,55, intervalo de confianza (IC) del 95% 1,36 a 1,76). La incidencia de retención urinaria aguda recurrente fue menor en los grupos tratados con un bloqueador alfa (RR 0,69; IC del 95%: 0,60 a 0,79). Esta evidencia era de calidad moderada y era estadísticamente significativa para la alfuzosina, la tamsulosina y la silodosina, aunque no para la doxazosina. De los ensayos que mencionaban efectos adversos (por ejemplo, hipotensión postural, mareos), no había suficiente información para detectar diferencias estadísticamente significativas entre los grupos (RR 1,19; IC del 95%: 0,75 a 1,89) y la evidencia era de baja calidad. En general, las tasas de efectos adversos eran bajas tanto para el placebo como para los alfabloqueantes y, por ejemplo, los efectos adversos relacionados con la vasodilatación no solían dar lugar a la interrupción. Sin embargo, los datos de esta revisión son limitados debido a la gran cantidad de datos no publicados que no estaban disponibles.
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