Antecedentes: El consumo de alcohol está influenciado por las percepciones de los jóvenes sobre cómo beben sus compañeros. Estas percepciones son a menudo incorrectas y sobrevaloran las normas de consumo de alcohol de los compañeros. Si se pueden corregir las percepciones inexactas, con información sobre las normas sociales o retroalimentación, los jóvenes pueden beber menos.
Fecha de la búsqueda: Hasta julio de 2015.
Características de los estudios: Se incluyeron 70 estudios en esta revisión, con 44.958 estudiantes en total. El interés estuvo principalmente en los estudios con un período de seguimiento de cuatro meses o más para evaluar si los efectos se mantenían más allá del corto plazo inmediato. En 43 de los ensayos, la intervención de las normas sociales se dirigió a los estudiantes de mayor riesgo. Se llevaron a cabo 55 ensayos en los EE.UU., y otros en Australia, el Brasil, Nueva Zelandia, el Reino Unido y Suecia.
La entrega de la información sobre normas sociales incluyó la retroalimentación por correo, la retroalimentación por web/computadora, la retroalimentación individual cara a cara, la retroalimentación grupal cara a cara y campañas de mercadeo sobre normas sociales generales en todos los campus universitarios.
Hallazgos clave
A más largo plazo, después de cuatro o más meses de seguimiento, sólo hubo un pequeño efecto de la información de las normas sociales sobre los atracones, la cantidad de bebida y el pico de alcoholemia. Para estos resultados, los efectos no fueron diferentes en los distintos modos de entrega. Sólo se encontraron efectos pequeños para la retroalimentación en la web y la retroalimentación individual cara a cara sobre la frecuencia del consumo de alcohol. Sólo un pequeño efecto de la retroalimentación individual cara a cara sobre los problemas relacionados con el alcohol, pero no se encontró ningún efecto en la retroalimentación por correo o en la web. Del mismo modo, no se encontraron efectos en la retroalimentación de los grupos cara a cara o en las campañas de comercialización sobre la frecuencia del consumo de alcohol y la tasa de alcoholemia típica.
Estos resultados significan que, aunque se encontraron algunos efectos significativos de la información sobre las normas sociales, la fuerza de los efectos a largo plazo es muy pequeña y, por lo tanto, es poco probable que esta información proporcione alguna ventaja en la práctica.
Calidad de la evidencia
En términos generales, solo se observó evidencia de calidad baja o moderada sobre los efectos informados en esta revisión. Estos problemas con la calidad de los estudios podrían dar lugar a estimaciones demasiado altas de los efectos de las normas sociales y, por lo tanto, no se puede descartar la posibilidad de que los efectos observados en esta revisión puedan estar sobrevalorados.
En EE.UU. los Institutos Nacionales de Salud proporcionaron financiación para poco menos de la mitad (33/70) de los estudios incluidos en esta revisión. Tres estudios no aportaron información acerca del financiamiento, y sólo 13 artículos declararon un conflicto de intereses evidente.
Los resultados de esta revisión indican que no hay ningún beneficio significativo y considerable asociado con las intervenciones sobre normas sociales para la prevención del consumo indebido de alcohol entre los estudiantes universitarios. Aunque se encontraron algunos efectos significativos, los tamaños del efecto se interpretaron como demasiado pequeños para ser relevantes para las políticas o la práctica, debido a las escalas de medición utilizadas en los estudios incluidos en esta revisión. Además, los efectos estadísticamente significativos no son consistentes para todas las medidas de consumo indebido, la heterogeneidad fue un problema en algunos análisis y no se puede descartar el sesgo como la causa posible de estos hallazgos.
El consumo de alcohol está influenciado por las percepciones de los jóvenes sobre cómo beben sus compañeros. Estas percepciones son a menudo incorrectas y sobrevaloran las normas de consumo de alcohol de los compañeros. Si se pueden corregir estas concepciones erróneas, los jóvenes quizá beban menos.
Determinar si las intervenciones sobre normas sociales reducen las consecuencias negativas relacionadas con el alcohol, el consumo indebido de alcohol o el consumo de alcohol en comparación con un control (que varió desde evaluación solamente / ninguna intervención hasta otras intervenciones educacionales o psicosociales) entre los estudiantes universitarios.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas hasta julio de 2015: el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library), MEDLINE, EMBASE, PsycINFO. El Índice Acumulativo de Literatura de Enfermería y Salud Aliada (CINAHL) sólo hasta marzo de 2008. Se realizaron búsquedas manuales en listas de referencias de los estudios obtenidos y artículos de revisión. No hubo restricciones en cuanto al idioma o fecha.
Ensayos controlados aleatorizados o ensayos controlados aleatorizados por grupos que compararon una intervención sobre normas sociales versus ninguna intervención, folletos de educación sobre el alcohol u otra intervención sobre el alcohol con “información no normativa” e informaron sobre el consumo de alcohol o los problemas relacionados con el alcohol en estudiantes universitarios.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Cada resultado fue analizado por modalidad de administración: información normativa por correo (IC); información normativa por la Web/computadora (IW); información normativa individual presencial (IIP); información normativa grupal presencial (IGP); y campañas publicitarias normativas (CP).
Un total de 70 estudios (44 958 participantes) fueron incluidos en la revisión, y 63 estudios (42 784 participantes) en los metanálisis. En términos generales, la evaluación del riesgo de sesgo indicó que estos estudios proporcionaron evidencia de calidad moderada o baja.
Los resultados a los cuatro o más meses de la intervención eran de particular interés para evaluar cuándo se mantenían los efectos más allá del corto plazo inmediato. Se informaron los efectos agrupados de las modalidades de administración sólo para los análisis para los cuales no hay una heterogeneidad apreciable en las modalidades de administración (I2 < 50%).
Problemas relacionados con el alcohol a los cuatro meses o más: Diferencia de medias estandarizada (DME) de la IIP -0,14; intervalo de confianza (IC) del 95%: -0,24 a -0,04 (participantes = 2327; estudios = 11; evidencia de calidad moderada), lo que equivale a una disminución de 1,28 puntos en la puntuación de 69 puntos de la escala de problemas de alcohol. No se encontraron efectos para la IW o la IC.
Atracones de alcohol a los cuatro meses o más: resultados agrupados en todos los modos de entrega: DME -0,06, IC del 95%: -0,11 a -0,02 (participantes = 11.292; estudios = 16; evidencia de calidad moderada), lo que equivale a un 2,7% menos de bebedores compulsivos si la prevalencia a 30 días es del 43,9%.
Cantidad de bebida a los cuatro o más meses: resultados agrupados en los distintos modos de entrega: DME -0,08; IC del 95%: -0,12 a -0,04 (participantes = 21.169; estudios = 32; evidencia de calidad moderada), lo que equivale a una reducción de 0,9 bebidas consumidas cada semana, a partir de un valor inicial de 13,7 bebidas por semana.
Frecuencia de consumo a los cuatro o más meses: DME de la IW -0,11; IC del 95%: -0,17 a -0,04 (participantes = 9929; estudios = 10; evidencia de calidad moderada), equivalente a una disminución de 0,17 días de consumo de alcohol/semana, a partir de un valor inicial de 2,74 días/semana; DME de la IIP -0,21; IC del 95%: -0,31 a -0,10 (participantes = 1464; estudios = 8; evidencia de calidad moderada), equivalente a una disminución de 0,32 días de consumo de alcohol/semana, a partir de un valor inicial de 2,74 días/semana. No se encontraron efectos para la IGP o las CP.
Concentración estimada de alcohol en la sangre (CAS) a los cuatro meses o más: resultados máximos de CAS agrupados a través de los modos de entrega: DME -0,08, IC del 95%: -0,17 a 0,00 (participantes = 7198; estudios = 11; evidencia de baja calidad), lo que equivale a una reducción de la tasa de alcoholemia máxima de un promedio de 0,144% a 0,135%. No se encontraron efectos para la CAS típica con la IIP.
La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.