Las prostaglandinas aplicadas en el cuello uterino son efectivas para iniciar el trabajo de parto, aunque son inferiores a la administración vaginal.
Durante el trabajo de parto, el cuerpo produce prostaglandinas de manera natural. Las prostaglandinas cumplen la función de preparar el cuello uterino y ayudar a dilatarlo en respuesta a las contracciones. Cuando se decide inducir el trabajo de parto y el cuello uterino todavía no está dilatado, se emplean prostaglandinas sintéticas para madurarlo antes de utilizar los fármacos que producen las contracciones (en general, oxitocinas). Una forma de aplicar la prostaglandina consiste en colocarla en el cuello uterino con una cánula durante el procedimiento de tacto vaginal. La revisión de 56 ensayos (7738 mujeres) halló que si bien esta vía de administración es efectiva, no ofrece ventajas con respecto a otros métodos de administración, en particular, la vía vaginal.
Las prostaglandinas intracervicales son efectivas comparadas con el placebo, aunque resultan inferiores en comparación con las prostaglandinas intravaginales.
El empleo de las prostaglandinas para la maduración cervical y la inducción del trabajo de parto data de los años setenta. El objetivo de la administración de prostaglandinas durante el proceso de inducción del trabajo de parto es lograr la maduración del útero antes de que comiencen las contracciones. Una de las vías de administración propuestas es la intracervical. A través de esta vía se dificulta la administración de las prostaglandinas, además la necesidad de exponer el cuello uterino podría causar malestar en la mujer.
Determinar los efectos de las prostaglandinas intracervicales en la maduración uterina durante el tercer trimestre o en la inducción del trabajo de parto comparado con el placebo o ningún tratamiento y con las prostaglandinas vaginales (excepto misoprostol).
Se hicieron búsquedas en el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (agosto 2007) y en bibliografías de ensayos relevantes.
Ensayos clínicos que comparen el uso de prostaglandinas intracervicales para la maduración cervical o la inducción del trabajo de parto en el tercer trimestre con placebo o ningún tratamiento, o con otros métodos antes mencionados en una lista predeterminada de métodos de inducción del trabajo de parto, (prostaglandinas intracervicales, excepto misoprostol).
Se desarrolló una estrategia para poder trabajar con el gran volumen y la complejidad de los datos de los ensayos relacionados con la inducción del trabajo de parto. Esto implicó un método de extracción de datos en dos pasos.
Resultados principalesSe incluyeron 56 ensayos (7738 mujeres).
PGE2 intracervical con placebo o ningún tratamiento: 28 ensayos, 3764 mujeres
Cuatro estudios informaron el número de mujeres que no logró el parto vaginal dentro de las 24 horas, con un aumento en el riesgo asociado con las PGE2 (riesgo relativo [RR] 0,61; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,47 a 0,79). Hubo una pequeña reducción, estadísticamente no significativa, en el riesgo de cesárea con el uso de PGE2 (RR 0,88; IC del 95%: 0,77 a 1,00). Este hallazgo sólo fue estadísticamente significativo en un subgrupo de mujeres con membranas intactas y cuello uterino desfavorable (RR 0,82; IC del 95%: 0,68 a 0,98). El riesgo de hiperestimulación con cambios en la frecuencia cardíaca fetal (FCF) no aumentó significativamente (RR 1,21; IC del 95%: 0,72 a 2,05). Sin embargo, el riesgo de hiperestimulación sin cambios en la FCF aumentó significativamente (RR 1,59; IC del 95%: 1,09 a 2,33.
PGE2 intracervical con PGE2 intravaginal: 29 ensayos, 3881 mujeres
El riesgo de lograr un parto vaginal dentro de las 24 horas aumentó con la PGE2 intracervical (RR 1,26; IC del 95%: 1,12 a 1,41). No hubo cambios en el riesgo de cesárea (RR 1,07; IC del 95%: 0,93 a 1,22). Los riesgos de hiperestimulación con cambios en la FCF (RR 0,76; IC del 95%: 0,39 a 1,49) y sin cambios en la FCF (RR 0,80; IC del 95%: 0,56 a 1,15) no fueron significativamente diferentes con ambos métodos de administración de PGE2. Sólo un ensayo con un tamaño pequeño de la muestra informó la opinión de las pacientes, sin diferencias entre los grupos.
PGE2 intracervical de dosis baja con PGE2 intracervical de dosis alta: dos ensayos, 102 pacientes
Los ensayos son demasiado pequeños como para aportar información útil.
Las prostaglandinas intracervicales son efectivas comparadas con el placebo, aunque resultan inferiores en comparación con las prostaglandinas intravaginales.
Esta revisión debería citarse como:Boulvain M, Kelly A, Irion OLa Biblioteca Cochrane PlusThe Cochrane LibrarySe incluyeron 56 ensayos (7738 mujeres).
PGE2 intracervical con placebo o ningún tratamiento: 28 ensayos, 3764 mujeres
Cuatro estudios informaron el número de mujeres que no logró el parto vaginal dentro de las 24 horas, con un aumento en el riesgo asociado con las PGE2 (riesgo relativo [RR] 0,61; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,47 a 0,79). Hubo una pequeña reducción, estadísticamente no significativa, en el riesgo de cesárea con el uso de PGE2 (RR 0,88; IC del 95%: 0,77 a 1,00). Este hallazgo sólo fue estadísticamente significativo en un subgrupo de mujeres con membranas intactas y cuello uterino desfavorable (RR 0,82; IC del 95%: 0,68 a 0,98). El riesgo de hiperestimulación con cambios en la frecuencia cardíaca fetal (FCF) no aumentó significativamente (RR 1,21; IC del 95%: 0,72 a 2,05). Sin embargo, el riesgo de hiperestimulación sin cambios en la FCF aumentó significativamente (RR 1,59; IC del 95%: 1,09 a 2,33.
PGE2 intracervical con PGE2 intravaginal: 29 ensayos, 3881 mujeres
El riesgo de lograr un parto vaginal dentro de las 24 horas aumentó con la PGE2 intracervical (RR 1,26; IC del 95%: 1,12 a 1,41). No hubo cambios en el riesgo de cesárea (RR 1,07; IC del 95%: 0,93 a 1,22). Los riesgos de hiperestimulación con cambios en la FCF (RR 0,76; IC del 95%: 0,39 a 1,49) y sin cambios en la FCF (RR 0,80; IC del 95%: 0,56 a 1,15) no fueron significativamente diferentes con ambos métodos de administración de PGE2. Sólo un ensayo con un tamaño pequeño de la muestra informó la opinión de las pacientes, sin diferencias entre los grupos.
PGE2 intracervical de dosis baja con PGE2 intracervical de dosis alta: dos ensayos, 102 pacientes
Los ensayos son demasiado pequeños como para aportar información útil.