Los inhaladores que contienen corticosteroides, agonistas beta2 de acción prolongada o ambos pueden usarse para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) grave. Sin embargo, no se conocen los efectos beneficiosos y perjudiciales de los dos tratamientos individuales cuando se compara un tratamiento con el otro.
Se consideraron los ensayos clínicos que compararon las dos clases de inhaladores para encontrar los efectos de cada uno sobre la salud y el bienestar en los pacientes con EPOC. Se encontraron siete estudios (que incluían a 5997 participantes) que comparaban los beneficios y los efectos secundarios a largo plazo de los corticosteroides inhalados y los agonistas beta2 de acción prolongada para el tratamiento de la EPOC. En términos generales, no se encontró ninguna diferencia significativa entre los dos fármacos en el número de pacientes que presentó una exacerbación (empeoramiento de los síntomas de la EPOC). Más pacientes que recibían corticosteroides inhalados sufrieron episodios de neumonía en comparación con los pacientes que utilizaron agonistas beta2 de acción prolongada, aunque la neumonía era extremadamente rara en ambos grupos. Los corticoesteroides inhalados no mejoran la función pulmonar tanto como los agonistas beta2 de acción prolongada, pero sí mejoran la calidad de vida de los pacientes más que los agonistas beta2 de acción prolongada. Las diferencias en la función pulmonar y la calidad de vida fueron bastante pequeñas.
Los ensayos controlados con placebo han establecido los beneficios, tanto del agonista beta de acción prolongada como de los corticosteroides inhalados para los pacientes con EPOC como tratamientos individuales. Esta revisión, que incluyó ensayos que permiten comparaciones entre los ABAP y los CSI, ha mostrado que los dos tratamientos otorgan beneficios similares a través de la mayoría de los resultados, incluida la frecuencia de las exacerbaciones y la mortalidad. El uso de agonistas beta de acción prolongada parece otorgar un beneficio adicional pequeño en cuanto a las mejorías en la función pulmonar en comparación con los corticosteroides inhalados. Por otro lado, el tratamiento con corticosteroides inhalados muestra una ventaja pequeña sobre el tratamiento con agonistas beta de acción prolongada en cuanto a la calidad de vida relacionada con la salud, aunque los corticosteroides inhalados también aumentan el riesgo de neumonía. Esta revisión apoya las guías actuales que recomiendan los agonistas beta de acción prolongada como tratamiento de primera línea para la EPOC, con el tratamiento regular con corticosteroides inhalados como un complemento en los pacientes que experimentan exacerbaciones frecuentes.
Los agonistas beta2 de acción prolongada y los corticosteroides inhalados pueden ser utilizados como tratamiento de mantenimiento por los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica moderada a grave. Estas intervenciones a menudo se administran juntas en un inhalador de combinación. Sin embargo, no se conoce el valor agregado relativo de los dos componentes individuales.
Determinar los efectos relativos de los corticoesteroides inhalados (CSI) comparados con los agonistas beta2 de acción prolongada (ABAP) en los resultados clínicos de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica estable.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group), (última búsqueda agosto 2011) y en las listas de referencias de artículos.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que comparaban los corticosteroides inhalados y los agonistas beta2 de acción prolongada en el tratamiento de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica estable.
Tres autores evaluaron de forma independiente los ensayos para la inclusión y luego extrajeron los datos sobre la calidad de los ensayos, los resultados de estudio y los eventos adversos. También se contactó con los autores de los estudios para obtener información adicional.
Se identificaron siete ensayos aleatorizados (5997 participantes) de buena calidad con una duración de seis meses a tres años. Todos los ensayos compararon inhaladores de combinación de CSI/ABAP con ABAP y CSI como componentes individuales. Cuatro de estos ensayos incluyeron los monocomponentes fluticasona y salmeterol y los tres restantes incluyeron los monocomponentes budesonida y formoterol. No hubo diferencias estadísticamente significativas en el resultado primario, el número de pacientes que experimentaron exacerbaciones (odds-ratio (OR) 1,22; IC del 95%: 0,89 a 1,67), o la tasa de exacerbaciones por paciente-año (cociente de tasas (RR) 0,96; IC del 95%: 0,89 a 1,02) entre los corticosteroides inhalados y los agonistas beta2 de acción prolongada. La incidencia de neumonía, el resultado coprincipal, fue significativamente mayor entre los pacientes que recibieron corticosteroides inhalados que entre los agonistas beta2 de acción prolongada, ya sea que se clasifiquen como un evento adverso (OR 1,38; IC del 95%: 1,10 a 1,73) o como un evento adverso grave (OR de Peto 1,48; IC del 95%: 1,13 a 1,93). Los hallazgos del análisis de resultados secundarios fueron los siguientes. La mortalidad fue mayor en los pacientes que recibieron corticoesteroides inhalados en comparación con los pacientes que recibieron agonistas beta2 de acción prolongada (OR de Peto 1,17; IC del 95%: 0,97 a 1,42), aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa. Los pacientes tratados con agonistas beta2 mostraron mayores mejoras en el VEF1 prebroncodilatador en comparación con los tratados con corticosteroides inhalados (diferencia de medias (DM) 18,99 mL; IC del 95%: 0,52 a 37.46), mientras que se observaron mayores mejoras en la calidad de vida relacionada con la salud en los pacientes que recibían corticosteroides inhalados en comparación con los que recibían agonistas beta2 de acción prolongada (St George's Respiratory Questionnaire (SGRQ) DM -0,74; IC del 95%: -1,42 a -0,06). En ambos casos, las diferencias fueron estadísticamente significativas aunque más bien pequeñas en magnitud. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los CSI y los ABAP en el número de hospitalizaciones debido a las exacerbaciones, el número de exacerbaciones leves, el flujo espiratorio máximo, la disnea, las puntuaciones de los síntomas, el uso de medicación de rescate, los eventos adversos, las hospitalizaciones por todas las causas, o los retiros de los estudios.
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