Muchas mujeres presentan prolapso de órganos pélvicos, que es un descenso de la vagina o del útero (matriz). Es más frecuente después del parto y después de la menopausia. Las mujeres pueden no presentar síntomas o pueden sentir la protuberancia o la presión por vía vaginal, así como varios problemas urinarios, intestinales y sexuales. Estos síntomas pueden afectar la calidad de vida. El prolapso se asocia con debilidad en los músculos y las estructuras de apoyo en la pelvis. El tratamiento puede ser conservador (pesarios o anillos), entrenamiento muscular del suelo pélvico o cirugía. El tratamiento con estrógeno (hormona femenina) se puede utilizar para reducir el adelgazamiento de los tejidos vaginales y pélvicos. Este tratamiento puede ayudar a reducir o prevenir los síntomas del prolapso o se puede utilizar para hacer que otros tratamientos para el prolapso funcionen mejor. Esta revisión no encontró pruebas claras para indicar que los estrógenos funcionan. Sin embargo, como se utilizan con frecuencia, especialmente con pesarios o antes y después de la cirugía por prolapso, se necesitan investigaciones para identificar cualquier beneficio o riesgo.
Hubo pruebas limitadas de los ensayos controlados aleatorios con respecto al uso de los estrógenos para la prevención y el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos. El uso de estrógeno local junto con el entrenamiento muscular del suelo pélvico antes de la cirugía puede reducir la incidencia de cistitis postoperatoria durante las cuatro semanas después de la cirugía. El raloxifeno oral puede reducir la necesidad de cirugía por prolapso de órganos pélvicos en mujeres mayores de 60 años, aunque no se puede tomar como una indicación para la práctica.
Se necesitan ensayos controlados aleatorios rigurosos con un seguimiento a largo plazo para evaluar las preparaciones con estrógenos para la prevención y el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos, en particular como tratamiento coadyuvante para las mujeres que usan pesarios y también antes y después de la cirugía por prolapso.
El prolapso de órganos pélvicos es frecuente y se observa en el 50% de las mujeres que han tenido hijos, aunque muchas permanecen asintomáticas. Las preparaciones con estrógenos se utilizan para mejorar el adelgazamiento vaginal (atrofia). Es posible que los estrógenos, solos o junto con otras intervenciones, puedan prevenir o ayudar en el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos, por ejemplo al mejorar la fuerza de las estructuras de apoyo debilitadas.
Determinar los efectos de los estrógenos o de los fármacos con efectos estrogénicos solos o junto con otros tratamientos para la prevención y el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos.
Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group) (búsqueda 6 mayo 2010), MEDLINE (enero 1950 hasta abril 2010) y en las listas de referencias de los artículos pertinentes.
Ensayos controlados aleatorios o cuasialeatorios que incluyeron el uso de cualquier estrógeno o fármacos con acciones estrogénicas (o antiestrogénica) para el prolapso de órganos pélvicos.
Dos revisores evaluaron los ensayos y extrajeron los datos de forma independiente.
Se identificaron tres ensayos y un metanálisis de los efectos adversos de tres ensayos adicionales. Un ensayo no proporcionó datos utilizables. Dos ensayos incluyeron 148 mujeres con prolapso, uno incluyó 58 mujeres posmenopáusicas y el metanálisis informó una población mixta (mujeres con y sin prolapso) de mujeres posmenopáusicas (n = 6984). El metanálisis y otro ensayo pequeño investigaron el efecto de los moduladores selectivos de receptores estrogénicos (MSRE) para el tratamiento o la prevención de la osteoporosis pero también recopilaron datos de los efectos sobre el prolapso. Las intervenciones incluyeron estradiol, estrógeno equino conjugado y dos MSRE (raloxifeno y tamoxifeno). Solamente un ensayo pequeño se centró en el resultado primario (síntomas de prolapso).
Un ensayo pequeño de tratamiento de estradiol durante tres semanas antes de la cirugía por prolapso encontró una reducción en la incidencia de cistitis en las primeras cuatro semanas después de la cirugía, pero este hallazgo inesperado se debe confirmar en un ensayo más grande.
Un metanálisis de los efectos adversos del MSRE raloxifeno (utilizado para el tratamiento o la prevención de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas) encontró una reducción estadísticamente significativa en la necesidad de cirugía por prolapso a los tres años de seguimiento (OR 0,50; IC del 95%: 0,31 a 0,81), pero fue estadísticamente significativo sólo en mujeres mayores de 60 años (OR 0,68; IC del 95%: 0,22 a 2,08) y el número total de mujeres a las que se les realizó cirugía por prolapso fue pequeño. Un ensayo pequeño adicional que comparó estrógeno equino conjugado, raloxifeno, tamoxifeno y placebo en mujeres posmenopáusicas que recibieron entrenamiento muscular del suelo pélvico fue demasiado pequeño para detectar efectos sobre los resultados del prolapso.