Los profesionales sanitarios hacen preguntas como parte de su práctica profesional cotidiana. Pueden hacer preguntas por varias razones, que incluyen si su conocimiento está actualizado (p.ej., "¿Cuál es el mejor fármaco para esta enfermedad?") o para reflejar si han tomado la mejor decisión o no (p.ej., "¿Hay algo más que podría haber hecho de manera diferente para mejorar la atención de este paciente?"). Se conoce menos sobre cómo aumentar el número de preguntas que hacen y cómo aumentar la calidad de las mismas. Las preguntas, y cómo se estructuran, puede tener una repercusión importante sobre cómo los profesionales sanitarios buscan información, hablan con los colegas y aprenden en la práctica.
Los profesionales sanitarios son los médicos, las enfermeras, los fisioterapeutas, los farmacéuticos, los terapeutas ocupacionales y cualquiera que proporcione atención directa al paciente.
Esta revisión muestra que hubo algunas mejorías pequeñas en la calidad de las preguntas creadas por los profesionales sanitarios después de algún entrenamiento (y en algunos casos, con el uso de folletos informativos), pero no está claro por cuánto tiempo estas mejorías duran con el transcurso del tiempo. Con tan poca información, no es posible establecer conclusiones específicas o concretas. No se encontró información que informara qué intervenciones son eficaces para aumentar el número de preguntas hechas y se recomienda que ésta sea un área de investigación en el futuro.
Las pruebas de esta revisión indican que, comparativamente, las intervenciones para aumentar la calidad de las preguntas formuladas en la práctica producen resultados mixtos en el seguimiento a corto (inmediatamente después de la intervención) y medio plazo (hasta nueve meses). Aunque tres estudios informaron los cálculos de la efectividad de una intervención educacional para el aumento de la calidad de la formulación de preguntas a corto plazo, solamente un estudio examinó la efectividad a más largo plazo (un año) y mostró que las habilidades de búsqueda se habían erosionado con el transcurso del tiempo. Los datos indican que se desconoce la sostenibilidad de los efectos de las intervenciones educacionales para la formulación de preguntas.
La formulación de preguntas es fundamental para la vida cotidiana de un profesional sanitario y es una característica definitoria de la competencia profesional y el aprendizaje significativo. Con las altas expectativas de los profesionales sanitarios para mantenerse actualizados con las pruebas actuales y el movimiento hacia la formalización de una práctica reflectiva como parte de la revalidación de los médicos, es importante que los programas de estudios desarrollados para mejorar la capacidad de formular preguntas bien construidas se basen en las mejores pruebas.
Evaluar la efectividad de las intervenciones para aumentar la frecuencia y la calidad de las preguntas formuladas por los profesionales sanitarios en la práctica y el contexto del aprendizaje autodirigido.
Se obtuvieron estudios a partir de búsquedas en bases de datos bibliográficas electrónicas complementadas con las búsquedas manuales, se revisaron las listas de referencias y se consultó a expertos.
Se consideraron los ensayos controlados aleatorios (ECA) publicados y no publicados, los ensayos clínicos controlados (ECC), las series de tiempo interrumpido (STI) y los estudios controlados tipo antes y después (ECAD) en cualquier idioma que examinaran intervenciones para aumentar la calidad y la frecuencia de las preguntas formuladas por los profesionales sanitarios involucrados en la atención directa al paciente.
Dos revisores realizaron de forma independiente la revisión de todo lo relevante y evaluaron el "Riesgo de sesgo" por duplicado. Las características de la intervención, los intervalos de seguimiento y la medición de resultados fueron diversos e impidieron el análisis cuantitativo. Los datos se resumieron de forma descriptiva.
Las búsquedas identificaron cuatro estudios que examinaron las intervenciones para mejorar la formulación de preguntas en los profesionales sanitarios. Las intervenciones fueron principalmente multicomponentes, limitadas dentro del contexto de la MBE y principalmente en poblaciones de médicos y residentes. No se identificaron estudios que examinaran los cambios en la frecuencia de las preguntas formuladas ni en el contexto de la reflexión. El riesgo de sesgo en general se consideró "alto". Tres de los cuatro estudios mostraron mejorías en la formulación de preguntas en los médicos, los residentes o las poblaciones paramédicas mixtas en el seguimiento a corto y medio plazo. Sólo un estudio examinó la sostenibilidad de los efectos al año e informó que las habilidades se habían erosionado con el transcurso del tiempo.