El ajo es muy usado por los pacientes por sus efectos hipotensores. En este análisis, se evaluaron las pruebas actualmente disponibles para determinar la repercusión del ajo en los eventos cardiovasculares y en la mortalidad en pacientes con hipertensión. Sobre la base de los datos de dos ensayos controlados aleatorios que compararon el ajo con placebo en pacientes hipertensos, al parecer el ajo tendría algún efecto hipotensor, comparado con el placebo; aunque las pruebas actualmente disponibles son insuficientes para determinar si el ajo proporciona una ventaja terapéutica comparado con el placebo en cuanto a la reducción del riesgo de morbimortalidad cardiovascular. Se necesitan datos sobre la seguridad del ajo, como agente terapéutico, en esta población. Se necesitan más ensayos (y más amplios) que comparen distintas dosis de ajo con placebo para detectar las posibles diferencias en la mortalidad, los eventos adversos graves y la morbilidad cardiovascular.
Estas pruebas son insuficientes para determinar si el ajo proporciona una ventaja terapéutica respecto del placebo en cuanto a la reducción del riesgo de mortalidad y morbilidad cardiovascular en los pacientes con diagnóstico de hipertensión. Estas pruebas también son insuficientes para determinar la diferencia en las pérdidas por los eventos adversos entre los pacientes tratados con ajo o con placebo.
Sobre la base de dos ensayos con 87 pacientes hipertensos, el ajo parece reducir la presión arterial sistólica y diastólica media en supinación en unos 10-12 mmHg y 6-9 mmHg, respectivamente, por sobre el efecto del placebo; aunque los intervalos de confianza para estas estimaciones del efecto no son precisos, y esta diferencia en la reducción de la presión arterial coincide con la variabilidad conocida en las mediciones de la presión arterial. Esto dificulta determinar la verdadera repercusión del ajo en la disminución de la presión arterial.
El ajo es muy usado por los pacientes por sus efectos hipotensores. Un metanálisis publicado en 2008 concluyó que el consumo de ajo disminuye la presión arterial en pacientes hipertensos y normotensos. Por lo tanto, es importante investigar las pruebas actualmente disponibles para determinar si el ajo también tendría un efecto beneficioso en la reducción de los eventos cardiovasculares y las tasas de mortalidad en pacientes hipertensos.
Determinar si el consumo de ajo como monoterapia, en pacientes hipertensos, baja el riesgo de morbimortalidad cardiovascular en comparación con el placebo.
Se realizó una búsqueda sistemática de ensayos en el registro especializado del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension Group), CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, AGRICOLA, AMED, y CINAHL hasta noviembre de 2011. Se realizó una búsqueda manual de listas de referencias de revisiones identificadas. También se contactó con expertos en el área para identificar ensayos no encontrados en la búsqueda electrónica. Se buscaron ensayos en curso en Clinicaltrials.gov.
Se incluyeron los ensayos aleatorios controlados con placebo de cualquier preparación de ajo versus placebo para el tratamiento de la hipertensión.
Dos revisores extrajeron los datos de forma independiente y evaluaron la calidad de los ensayos con la herramienta de riesgo de sesgo. La síntesis y el análisis de los datos se realizaron con RevMan 5.
La búsqueda identificó dos ensayos controlados aleatorios para la inclusión. Un ensayo incluyó a 47 pacientes hipertensos y sugirió que el ajo reduce significativamente la presión arterial sistólica media en supinación en 12 mmHg (IC del 95%: 0,56 a 23,44 mmHg, p = 0,04) y la presión arterial diastólica media en supinación en 9 mmHg (IC del 95%: 2,49 a 15,51 mmHg, p = 0,007) versus placebo. Los autores afirman que el ajo estaba "exento de efectos secundarios" y que no se informaron efectos secundarios graves. Hubo tres casos "donde se registró un leve olor a ajo".
El segundo ensayo no se pudo metanalizar porque no informaron el número de pacientes asignados al azar a cada grupo de tratamiento. Efectivamente informaron que 200 mg de polvo de ajo administrados tres veces por día, además de un tratamiento de base con hidroclorotiacida-triamtereno, produjo una reducción media en la presión arterial sistólica de unos 10-11 mmHg y de la presión arterial diastólica de unos 6-8 mmHg versus el placebo.
Ningún ensayo informó resultados clínicos y los datos proporcionados sobre los eventos adversos fueron insuficientes.
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