Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se usan para aliviar el dolor inflamatorio y el edema en los pacientes con enfermedad intestinal inflamatoria (EII) y manifestaciones reumatológicas (p.ej. artritis). Aunque estos fármacos alivian el dolor musculoesquelético y la rigidez de forma efectiva, su uso a largo plazo es limitado por los efectos secundarios gastrointestinales y las exacerbaciones de la enfermedad (es decir un aumento de la gravedad de la enfermedad o de sus signos y síntomas). Como una alternativa a los AINE, se desarrollaron los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa 2 (COX-2) para mejorar la tolerabilidad (es decir el grado al cual el paciente puede tolerar los efectos secundarios de un fármaco). Los inhibidores de la COX 2 incluyen fármacos como celecoxib, rofecoxib, valdecoxib, etoricoxib y lumiracoxib. El rofecoxib y el valdecoxib se han retirado del mercado mundial debido a problemas de seguridad (principalmente por el mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares) y el lumiracoxib se ha retirado en muchos países debido a la toxicidad hepática. Sin embargo, el celecoxib y el etoricoxib están disponibles para el uso en muchos países. La finalidad de esta revisión sistemática fue examinar la tolerabilidad y la seguridad de los inhibidores de la COX 2 utilizados para el tratamiento de las manifestaciones reumatológicas de la EII. La seguridad se refiere a si el fármaco causa efectos perjudiciales y es evaluada habitualmente por el número y el tipo de efectos secundarios causados por el fármaco.
Esta revisión no incluye estudios que evalúen la tolerabilidad y la seguridad de los inhibidores de la COX 2 retirados del mercado, rofecoxib, valdecoxib, o lumiracoxib. Esta revisión identificó dos estudios que incluían a un total de 381 participantes con EII y que estaban experimentando manifestaciones reumatológicas. Un estudio (159 participantes) comparó etoricoxib (60 a 120 mg/día) con placebo (p.ej. una pastilla de azúcar) en pacientes con EII (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn) que estaban en remisión (es decir, sin síntomas de la enfermedad) o presentaban enfermedad activa (es decir, con síntomas). El otro estudio (222 participantes) comparó dos semanas de tratamiento con celecoxib (200 mg dos veces al día) versus placebo en pacientes con colitis ulcerosa que estaban en remisión. El estudio que comparó etoricoxib con placebo no encontró pruebas claras de una diferencia en la proporción de pacientes que experimentaron exacerbaciones de la EII después de 12 semanas de tratamiento. Aunque este estudio documentó los efectos secundarios experimentados por los participantes, estos efectos secundarios no se informaron en el texto del estudio. El estudio que comparó celecoxib con placebo no encontró pruebas claras de una diferencia en la proporción de pacientes que experimentaron exacerbaciones de la colitis ulcerosa después de dos semanas de tratamiento. La proporción de pacientes que presentó efectos secundarios fue similar en los grupos de celecoxib y de placebo (21% y 17%, respectivamente). Ningún paciente en ningún grupo murió o experimentó efectos secundarios graves. Once por ciento de los pacientes de los grupos de celecoxib y de placebo presentaron efectos secundarios gastrointestinales que incluyeron mayor frecuencia de las heces, hemorragia rectal e inflamación de la mucosa. Ningún paciente presentó efectos secundarios cardiovasculares (es decir, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares). No se informó toxicidad renal (es decir, efectos tóxicos de una sustancia en los riñones) ni efectos secundarios trombóticos (es decir, formación de un coágulo de sangre dentro de un vaso sanguíneo). Los resultados de los dos estudios incluidos en esta revisión indican que el celecoxib y el etoricoxib no causan exacerbaciones de los síntomas de la EII. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que ambos estudios evaluaron un número relativamente pequeño de pacientes y fueron de corta duración. Además, la calidad global de las pruebas de los estudios se calificó como baja debido a la falta de precisión de los resultados. No es posible establecer una conclusión firme sobre la tolerabilidad y la seguridad del celecoxib y el etoricoxib a partir de estos estudios. Se necesitan estudios adicionales para determinar la tolerabilidad y la seguridad del celecoxib y el etoricoxib en pacientes con manifestaciones reumatológicas de la enfermedad intestinal inflamatoria.
Los resultados para las exacerbaciones de la enfermedad y los EA entre los inhibidores de la COX 2 celecoxib y etoricoxib y el placebo fueron inciertos. Por lo tanto, no es posible establecer conclusiones definitivas con respecto a la tolerabilidad y la seguridad del uso a corto plazo de celecoxib y etoricoxib en pacientes con EII. Los dos estudios incluidos indican que el celecoxib y el etoricoxib no causan exacerbaciones de los síntomas de EII. Sin embargo, debe señalarse que ambos estudios tuvieron tamaños de la muestra relativamente pequeños y una duración corta del seguimiento. Los médicos deben seguir comparado los riesgos y los beneficios de estos fármacos al tratar a pacientes con EII y manifestaciones reumatológicas para evitar exacerbaciones de la enfermedad y otros efectos adversos. Se necesitan ECA adicionales para determinar la tolerabilidad y la seguridad del celecoxib y el etoricoxib en estos pacientes.
Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se usan para aliviar el dolor inflamatorio y el edema en los pacientes con enfermedad intestinal inflamatoria (EII) y manifestaciones reumatológicas. Aunque estos fármacos alivian el dolor musculoesquelético y la rigidez de forma efectiva, su uso a largo plazo está limitado por los efectos adversos (EA) gastrointestinales y las exacerbaciones de la enfermedad. Como una alternativa a los AINE, se desarrollaron los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa 2 (COX-2) para mejorar la seguridad y la tolerabilidad gastrointestinal. Los inhibidores de la COX 2 incluyen fármacos como celecoxib, rofecoxib, valdecoxib, etoricoxib y lumiracoxib. El rofecoxib y el valdecoxib se han retirado del mercado mundial debido a problemas de seguridad (principalmente por los eventos adversos cardiovasculares) y el lumiracoxib se ha retirado en muchos países debido a la toxicidad hepática. Sin embargo, el celecoxib y el etoricoxib siguen estando disponibles para el uso en muchos países. Varios estudios han examinado si los inhibidores de la COX 2 pueden usarse de forma segura para el tratamiento de las manifestaciones reumatológicas de la EII con resultados inconsistentes. Algunos investigadores informan perfiles de seguridad aceptables asociados con estos fármacos mientras que otros encontraron que los inhibidores de la COX 2 se asocian con tasas altas de exacerbaciones de la enfermedad.
El objetivo de esta revisión sistemática fue evaluar la tolerabilidad y la seguridad de los inhibidores de la COX 2 para el tratamiento de las manifestaciones reumatológicas de la EII.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos, desde su inicio hasta 19 septiembre 2013: PubMed, EMBASE, MEDLINE y CENTRAL. No hubo restricciones de idioma en la búsqueda. Los ensayos adicionales fueron identificados por la búsqueda manual de las listas de referencias de artículos relevantes y resúmenes de congresos y mediante correspondencia con expertos y compañías farmacéuticas.
Los ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon inhibidores de la COX 2 con placebo se consideraron para la inclusión. Los participantes fueron pacientes adultos con EII que se presentaron a la consulta con manifestaciones reumatológicas de al menos dos semanas de duración.
Dos autores evaluaron de forma independiente la elegibilidad de los ensayos y extrajeron los datos. La calidad metodológica se evaluó mediante la herramienta Cochrane de del riesgo de sesgo. La medida de resultado primaria fue la proporción de pacientes con exacerbaciones de la enfermedad según lo definido por los estudios incluidos. Los resultados secundarios incluyeron efectos adversos gastrointestinales, toxicidad renal y eventos cardiovasculares y trombóticos. Se realizó un análisis de los datos por intención de tratar, en el que se supuso que los pacientes con resultados finales faltantes habían presentado una exacerbación de la EII. Se calculó el cociente de riesgos (CR) y el intervalo de confianza (IC) del 95% correspondiente para los resultados dicotómicos. La calidad general de las pruebas se evaluó mediante los criterios GRADE.
No hubo ningún ECA que evaluara la tolerabilidad o la seguridad de los inhibidores de la COX 2 retirados del mercado, rofecoxib, valdecoxib o lumiracoxib. Las revisión incluyó dos ECA (n = 381 pacientes con EII y manifestaciones reumatológicas). Un estudio (n = 159) comparó etoricoxib (60 a 120 mg/día) con placebo en pacientes con EII y colitis ulcerosa activa o inactiva o enfermedad de Crohn. El otro estudio (n = 222) comparó celecoxib (200 mg dos veces al día) con placebo en pacientes con colitis ulcerosa inactiva. Se consideró que ambos estudios presentaban un bajo riesgo de sesgo. Los dos estudios incluidos no se agruparon para el metanálisis debido a las diferencias en las poblaciones de pacientes y la duración del tratamiento. No hubo diferencias estadísticamente significativas en las exacerbaciones de la EII entre el etoricoxib y el placebo. Después de 12 semanas de tratamiento la tasa de exacerbaciones de la EII fue del 17% (14/82) en el grupo de etoricoxib en comparación con un 19% (15/77) en el grupo de placebo (CR 0,88; IC del 95%: 0,45 a 1,69). Un análisis GRADE indicó que la calidad general de las pruebas que apoyan este resultado fue baja debido a datos muy escasos (29 eventos). No hubo diferencias estadísticamente significativas en las exacerbaciones de la colitis ulcerosa entre el celecoxib y el placebo. Tras dos semanas de tratamiento un 4% (5/112) de los pacientes que recibieron celecoxib experimentó una exacerbación de la colitis ulcerosa en comparación con un 6% (7/110) de los pacientes del grupo de placebo (CR 0,70; IC del 95%: 0,23 a 2,14). Un análisis GRADE indicó que la calidad general de las pruebas que apoyan este resultado fue baja debido a datos muy escasos (12 eventos). El estudio que comparó etoricoxib con placebo documentó los EA pero no los informó. La proporción de pacientes que experimentó EA fue similar en los grupos de celecoxib y de placebo (21% y 17%, respectivamente, p > 0,20). Ningún paciente en ningún grupo murió o experimentó eventos adversos graves. Un 11% por ciento de los pacientes de los grupos de celecoxib y de placebo experimentó EA gastrointestinales (CR 0,97; IC del 95%: 0,46 a 2,07). Un análisis GRADE indicó que la calidad general de las pruebas que apoyan este resultado fue baja debido a datos muy escasos (24 eventos). Los EA gastrointestinales dieron lugar al retiro prematuro del estudio en un 3% de los pacientes de los grupos de celecoxib y de placebo respectivamente. Los EA gastrointestinales incluyeron mayor frecuencia de las heces, hemorragia rectal, e inflamación de la mucosa. Ninguno de los pacientes experimentó eventos adversos cardiovasculares. No se informó la toxicidad renal ni los EA trombóticos.