Mensajes clave
– Debido a la falta de evidencia sólida, no está claro cuáles son los beneficios de los ejercicios terapéuticos para la escoliosis idiopática.
– Los participantes que llevaban un aparato ortopédico podrían experimentar menos progresión de la curva si hacían ejercicios terapéuticos.
– En comparación con la ausencia de tratamiento, los ejercicios terapéuticos podrían suponer una diferencia escasa o nula en la progresión de la escoliosis y en los problemas estéticos, aunque podrían aumentar ligeramente la calidad de vida.
– Se necesitan más estudios en esta área que se centren en desenlaces clínicamente muy relevantes como la calidad de vida y los problemas psicológicos y estéticos.
¿Qué es la escoliosis idiopática?
La escoliosis es una enfermedad que provoca una curvatura tridimensional general (torsión) de la columna vertebral. El tipo más frecuente es el «idiopático», que significa que se desconoce la causa exacta. La escoliosis afecta a entre el 2% y el 3% de los jóvenes desde los 10 años hasta que crecen por completo. Cuando la curvatura de la columna supera determinados umbrales al final del crecimiento, puede causar problemas en la edad adulta, como problemas en la calidad de vida, discapacidad, problemas estéticos, limitación de la actividad y posibles problemas respiratorios.
¿Cómo se trata la enfermedad?
En muchos casos, las curvas de la escoliosis son pequeñas y no precisan de tratamiento. Si se considera adecuado el tratamiento, las principales opciones terapéuticas para prevenir la progresión de la escoliosis incluyen ejercicios terapéuticos, aparatos ortopédicos y cirugía. Debido a la naturaleza progresiva de la enfermedad, los adolescentes suelen tratarse cuando se diagnostica la curvatura y se prevé crecimiento posterior, lo que significa que el riesgo de progresión sigue existiendo. Una vez que la curva progresa, ningún tratamiento consigue enderezar por completo la columna. Los niños con mayores curvas podrían precisar aparatos ortopédicos o, si la curva es grave, cirugía para recuperar una postura lo más normal posible. Los ejercicios terapéuticos son una opción para los casos menos graves para reducir el riesgo de progresión y evitar el uso de aparatos; también pueden utilizarse en curvas más graves combinados con ortopedia. En este caso, los objetivos fueron reducir los efectos secundarios del uso de aparatos ortopédicos (debilidad muscular, rigidez, espalda plana) y mejorar su eficacia.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si los ejercicios terapéuticos son eficaces para reducir las curvas de la columna y posponer o evitar tratamientos invasivos como la ortopedia o la cirugía.
¿Qué se hizo?
Se buscaron en bases de datos médicas estudios en los que las personas fueran asignadas al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento que compararan ejercicios terapéuticos con ningún tratamiento, otros tratamientos no quirúrgicos como ortopedia u otros ejercicios. Se extrajeron y resumieron los datos y se calificó la confianza en la evidencia según factores como la metodología de los estudios y la precisión de sus resultados.
¿Qué se encontró?
Se incluyeron 13 estudios con 583 participantes. La mayoría de los participantes tenían escoliosis de gravedad baja a media. Cinco estudios se llevaron a cabo en China y uno en Brasil, uno en Canadá, uno en Italia, uno en Corea, uno en Turquía, uno en Arabia Saudí, uno en Estados Unidos y uno en Egipto. Los ejercicios terapéuticos evaluados en los estudios fueron distintos en cuanto al tipo y la duración (entre 12 y 42 meses).
Existe mucha incertidumbre acerca de si los ejercicios terapéuticos son menos eficaces que la ortopedia para reducir la progresión de la curva en adolescentes con escoliosis de gravedad media ni si mejoran ligeramente la calidad de vida.
No se sabe si los distintos tipos de ejercicios terapéuticos suponen una diferencia en la progresión de la escoliosis, la calidad de vida y los problemas estéticos.
Ninguno de los estudios evaluó los efectos no deseados.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Los participantes incluidos en los estudios sabían qué intervención recibieron; por lo tanto, podrían haber estado influidos por su confianza en la intervención a la hora de comunicar mejorías basadas en su experiencia personal y a la hora de hacer los ejercicios por un aumento en su motivación.
Todos los estudios incluyeron solo un número reducido de participantes. Por lo tanto, se tiene poca confianza en los resultados, ya que podrían diferir cuando las intervenciones se aplican a la práctica clínica.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión actualiza la revisión anterior de 2012. La evidencia está actualizada hasta el 17 de noviembre de 2022.
Actualmente, la evidencia de la eficacia de los ET es escasa debido a la heterogeneidad, el pequeño tamaño muestral y las muchas comparaciones diferentes. Solo se encontró un estudio que hiciera seguimiento de los participantes hasta el final de su crecimiento y mostró la eficacia de los EFEE sobre los ET. Este resultado se vio debilitado por añadir estudios con resultados a corto plazo y preparación incierta de los fisioterapeutas. Se necesitan más ECA para reforzar la evidencia actual y estudiar otros desenlaces clínicamente muy relevantes como la CdV, los problemas psicológicos y estéticos y el dolor de espalda.
La escoliosis idiopática del adolescente (EIA) es una patología que altera la forma tridimensional de la columna vertebral y el tronco. Si bien la EIA puede progresar durante el crecimiento y causar problemas estéticos, generalmente es asintomática. Sin embargo,una curvatura final de la columna por encima del umbral crítico de 30º aumenta el riesgo de problemas de salud y progresión de la curva en la edad adulta. El uso de ejercicios terapéuticos (ET) para reducir la progresión de la EIA y retrasar o evitar otros tratamientos más invasivos continua siendo controvertido.
Evaluar la efectividad de los ET, incluidos los ejercicios terapéuticos genéricos (ETG) y los ejercicios fisioterapéuticos específicos para la escoliosis (EFEE) en el tratamiento de la EIA, en comparación con ningún tratamiento, otros tratamientos no quirúrgicos o entre tratamientos.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras cuatro bases de datos y dos registros de ensayos clínicos hasta el 17 de noviembre de 2022. También se buscó en las listas de referencias de los artículos.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararan ET con ningún tratamiento, otros tratamiento no quirúrgicos (ortesis, estimulación eléctrica, terapia manual) y distintos tipos de ejercicios. En la versión anterior de esta revisión también se incluyeron estudios observacionales. No se incluyeron estudios observacionales en esta actualización, puesto que se encontraron suficientes ECA para abordar los objetivos de este estudio.
Se utilizó la metodología Cochrane estándar. Los principales desenlaces fueron la progresión de la escoliosis (medida por el ángulo de Cobb, la rotación del tronco, la progresión, la ortesis y la cirugía), los problemas estéticos (medidos por las mediciones superficiales y la percepción) y la calidad de vida (CdV). Los desenlaces secundarios fueron el dolor de espalda, la salud mental y los efectos adversos.
Se incluyeron 13 ECA (583 participantes). El porcentaje de mujeres fue del 50% al 100%; la media de edad varió de 12 a 15 años. Los estudios incluyeron a participantes con ángulo de Cobb de bajo a grave. Se consideró que el 61% de los estudios tuvo bajo riesgo de sesgo en la generación aleatoria de la secuencia y el 46% tuvo bajo riesgo de sesgo en la ocultación de la asignación. Ningún estudio pudo cegar a los participantes ni al personal. Se consideró que los desenlaces subjetivos tenían un alto riesgo de sesgo de realización y de detección y que los desenlaces objetivos tenían un alto riesgo de sesgo de detección en seis estudios y un riesgo bajo en otros seis. Un estudio no evaluó ninguno de los desenlaces objetivos.
Al comparar ET versus ningún tratamiento, no se sabe si los ET reducen el ángulo de Cobb (diferencia de medias [DM] -3,6º; intervalo de confianza [IC] del 95%: -5,6 a -1,7; dos estudios, 52 participantes). Evidencia de certeza baja indica que los EFEE suponen poca o ninguna diferencia en el ángulo de rotación del tronco (ART) (DM -0,8º; IC del 95%: -3,8 a 2,1; un estudio, 45 participantes), podría reducir ligeramente la asimetría de cintura (DM -0,5 cm; IC del 95%: -0,8 a -0,3; un estudio, 45 participantes) y podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la puntuación de problemas estéticos medidos con el Spinal Appearance Questionnaire (SAQ) General (DM 0,7 puntos; IC del 95%: -0,1 a 1,4; un estudio; 16 participantes). Los EFEE podrían dar lugar a una diferencia escasa o nula en la autoimagen medida por el Scoliosis Research Society - 22 Patient Questionnaire (SRS-22) (DM 0,3 puntos; IC del 95%: -0,3 a 0,9; un estudio, 16 participantes) y mejorar levemente la CdV medida por la puntuación total del SRS-22 (DM 0,3 puntos; IC del 95%: 0,1 a 0,4; dos estudios, 61 participantes). Solo los resultados del ángulo de Cobb fueron clínicamente importantes.
Al comparar los EFEE junto con ortesis versus ortesis, la evidencia de certeza baja indica que los EFEE más ortesis podrían reducir el ángulo de Cobb (-2,2º; IC del 95%: -3,8 a -0,7; dos estudios, 84 participantes).
Al comparar los ETG junto con otras intervenciones no quirúrgicas versus otras intervenciones no quirúrgicas, la evidencia de certeza baja indica que los ETG más otras intervenciones no quirúrgicas podrían reducir el ángulo de Cobb (DM -8,0°; IC del 95%: -11,5 a -4,5; un estudio, 80 participantes).
Se desconoce si los EFEE junto con otras intervenciones no quirúrgicas versus otras intervenciones no quirúrgicas reducen el ángulo de Cobb (DM -7,8°; IC del 95%: -12,5 a -3,1; un estudio, 18 participantes) y el ART (DM -8,0°; IC del 95%: -12,7 a -3,3; un estudio, 18 participantes).
El EFEE junto con ortesis versus ortesis sola podría suponer una diferencia escasa o nula en la medición subjetiva de los problemas estéticos según el SAQ General (-0,2 puntos; IC del 95%: -0,9 a 0,5; un estudio, 34 participantes), la puntuación de autoimagen según el SRS-22 Self-Image (DM 0,1 puntos; IC del 95%: -0,3 a 0,5; un estudio, 34 participantes) y la CdV según la puntuación total del SRS-22 (DM 0,2 puntos; IC del 95%: -0,1 a 0,5; un estudio, 34 participantes). Ninguno de estos resultados fue clínicamente importantes.
Al comparar los ET versus la ortesis, no se sabe con certeza si los EFEE permiten la progresión del ángulo de Cobb (DM 2,7°; IC del 95%: 0,3 a 5,0; un estudio, 60 participantes), modifican la autoimagen medida por el SRS-22 Self-Image (DM 0,1 puntos; IC del 95%: -1,0 a 1,1; un estudio, 60 participantes) ni la CdV medida por la puntuación total del SRS-22 (DM 3,2 puntos; IC del 95%: 2,1 a 4,2; un estudio, 60 participantes). Ninguno de estos resultados fue clínicamente importantes.
Al comparar los EFEE con los ETG, no se sabe con certeza si los EFEE suponen una diferencia escasa o nula en el ángulo de Cobb (DM -3,0°; IC del 95%: -8,2 a 2,1; cuatro estudios, 192 participantes; evidencia de certeza muy baja). Es probable que los EFEE reduzcan el ART (clínicamente importante) (DM -3,0°; IC del 95%: -3,4 a -2,5; dos estudios, 138 participantes). No hay certeza acerca del efecto de los EFEE sobre la CdV medida por la puntuación total del SRS-22 (DM 0,26 puntos; IC del 95%: 0,11 a 0,62; tres estudios, 168 participantes) ni sobre la autoimagen medida por el SRS-22 Self-Image y la Walter Reed Visual Assessment Scale (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,77; IC del 95%: -0,61 a 2,14; tres estudios, 168 participantes). Además, evidencia de certeza baja indica que 38/100 personas que reciben ETG podrían progresar más de 5º Cobb versus 7/100 que reciben EFEE (razón de riesgos [RR] 0,19; IC del 95%: 0,67 a 0,52; un estudio, 110 participantes).
Ninguno de los estudios incluidos evaluó los efectos adversos.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.