La hemorragia subaracnoidea es una causa poco frecuente de accidente cerebrovascular que suele presentarse a una edad temprana, y es responsable de una carga relativamente grande de mortalidad prematura. El déficit neurológico isquémico tardío (DNIT), un trastorno en el cual el estado del paciente se deteriora, durante mucho tiempo se lo reconoció como la principal causa potencialmente tratable de muerte y discapacidad en los pacientes con hemorragia subaracnoidea. La endotelina es un agente de acción prolongada que produce vasoconstricción y se la ha involucrado como causante de DNIT. Surgieron fármacos que revierten este efecto (antagonistas de los receptores de endotelina, ARE) como un tratamiento alentador para la hemorragia subaracnoidea. Esta revisión de cuatro ensayos, con 2024 participantes, reveló que los ARE redujeron el riesgo de DNIT, pero no mejoraron los resultados clínicos y tuvieron efectos secundarios potencialmente graves, como hipotensión arterial e infección respiratoria. No hay suficientes pruebas para concluir que los ARE sean beneficiosos para la HSA.
Al parecer, los ARE redujeron el DNIT y el vasoespasmo angiográfico, pero hubo eventos adversos, además no queda claro cuáles son las repercusiones en los resultados clínicos. Se necesitan ECAs bien diseñados adicionales.
La hemorragia subaracnoidea (HSA) es un trastorno grave y potencialmente mortal en el cual la sangre se escapa de los vasos sanguíneos hacia la superficie del cerebro. El déficit neurológico isquémico tardío (DNIT) y la característica asociada de vasoespasmo, en que los pacientes experimentan un deterioro tardío, durante mucho tiempo se lo reconoció como la principal causa potencialmente tratable de muerte y discapacidad en los pacientes con HSA. La endotelina es un potente vasoconstrictor endógeno de acción prolongada que ha sido involucrada en la patogenia del DNIT. Por lo tanto, los antagonistas de los receptores de endotelina (ARE) surgieron como una opción terapéutica alentadora para el vasoespasmo cerebral inducido por la HSA.
Evaluar la eficacia y la tolerabilidad de los ARE para la HSA.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group, diciembre 2011), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library 2011, número 11), MEDLINE (1950 hasta diciembre 2011), EMBASE (1946 hata diciembre 2011) y the Chinese Biomedical Database (1978 hasta diciembre 2011). En un intento de identificar ensayos adicionales publicados, no publicados y en curso, se buscó en las bases de datos adicionales chinas, los registros de ensayos en curso, Google Scholar y Medical Matrix, se realizaron búsquedas manuales en revistas, se exploraron las listas de referencias y se estableció contacto con los investigadores y las compañías farmacéuticas.
Sólo se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon un ARE con placebo para la HSA en pacientes adultos (18 años de edad o más) que cumplían con los criterios diagnósticos para la HSA basados en los síntomas clínicos y confirmados por los resultados de la tomografía computarizada o la angiografía. Dos autores de la revisión seleccionaron de forma independiente los ECA de acuerdo con los criterios de inclusión. Los desacuerdos se resolvieron mediante discusión con un tercer autor de la revisión.
Dos autores de la revisión seleccionaron de forma independiente los artículos relevantes y evaluaron su elegibilidad, de acuerdo con los criterios de inclusión y exclusión. Los desacuerdos se resolvieron mediante discusión con un tercer autor de la revisión. Se utilizó el modelo de efectos aleatorios y los resultados se expresaron como riesgo relativo (RR) para los resultados dicotómicos y diferencia de medias (DM) para los resultados continuos con intervalos de confianza (IC) del 95%.
Se incluyeron cuatro ECA con 2024 participantes que compararon los ARE con el placebo para la HSA. Todos los ECAs fueron estudios multicéntricos, a doble ciego y con un bajo riesgo de sesgo. Los ARE redujeron la incidencia de DNIT (CR 0,80; IC del 95%: 0,67 a 0,95) y de vasoespasmo angiográfico (CR 0,62; IC del 95%: 0,52 a 0,72) pero no redujeron la incidencia de los resultados desfavorables (CR 0,87; IC del 95%: 0,74 a 1,02) ni la mortalidad (CR 1,05; IC del 95%: 0,77 a 1,45). Los ARE aumentaron la incidencia de hipotensión (CR 2,53; IC del 95%: 1,77 a 3,62) y de neumonía (CR 1,56; IC del 95%: 1,23 a 1,97).
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