Pregunta de revisión
¿Cuál es la efectividad de las medias de compresión para el tratamiento único e inicial de las varices en las personas sin úlceras venosas (úlceras de las piernas) activas ni cicatrizadas?
Antecedentes
Las varices son venas dilatadas que se tuercen y son visibles bajo la piel de la pierna. En general no causan problemas médicos, aunque muchas personas buscan asesoramiento profesional. Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón del tobillo, piernas cansadas, síndrome de piernas inquietas, calambres nocturnos, pesadez, picor y malestar por su apariencia estética. También se pueden presentar complicaciones como edema (acumulación de líquido), pigmentación, inflamación (hinchazón, enrojecimiento y dolor) y ulceración (llagas). Las medias de compresión suelen ser la primera línea de tratamiento y se encuentran en varias longitudes, desde calcetines hasta la rodilla hasta pantis, y proporcionan diferentes presiones para favorecer el flujo de sangre en las venas.
Características de los estudios
En esta revisión se incluyeron 13 estudios en los que participaron 1021 personas con varices, las cuales no habían tenido ulceración venosa (búsqueda realizada en mayo de 2020). Cinco estudios evaluaron las medias compresivas frente a ninguna media compresiva (por ejemplo, ningún tratamiento o medias placebo sin elasticidad gradual). En tres de estos estudios se utilizaron calcetines hasta la rodilla, en uno se utilizaron medias completas y en otro pantis. Ocho estudios compararon diferentes tipos o presiones de medias hasta las rodillas. Las medias utilizadas en los estudios ejercieron diferentes niveles de presión. Un estudio incluyó solo embarazadas, mientras que otros incluyeron personas que solicitaron una intervención médica para las varices apuntándose a una lista de espera de cirugía o acudiendo a clínicas o servicios ambulatorios de dermatología (cuidados de la piel) o de cirugía vascular.
Resultados clave
Los participantes consideraron que sus síntomas mejoraron cuando utilizaron las medias en los nueve estudios que evaluaron este desenlace, pero estas evaluaciones no siempre se hicieron comparando un grupo de tratamiento del ensayo con un grupo control del mismo estudio, por lo que estuvieron sujetas a sesgo.
Dos estudios que compararon medias con medias placebo midieron signos físicos. No hubo diferencias claras entre el inicio y el seguimiento en la circunferencia del tobillo, mientras que el edema se redujo en el grupo de las medias en comparación con el grupo de las medias placebo. En general, no hubo diferencias claras en la reducción del volumen ni el cambio en el diámetro (formas de medir el edema) entre los estudios que compararon dos tipos de medias.
Las complicaciones o efectos secundarios variaron entre sudoración, picor, irritación, sequedad de la piel y sensación de tirantez. No hubo efectos secundarios graves ni de larga duración.
Dos estudios que compararon unas medias con otras diferentes y cuatro estudios que compararon las medias con placebo/ningún tratamiento evaluaron el cumplimiento (si la persona utilizó las medias como se le indicó). En los estudios de unas medias frente a otras, no hubo una diferencia clara entre las medias, con niveles notificados de cumplimiento generalmente bajos. En el grupo de medias frente a placebo/ningún tratamiento, tres estudios proporcionaron resultados. De ellos, un estudio informó una alta tasa de abandono inicial con niveles de cumplimiento generalmente bajos. Los otros dos estudios comunicaron un buen cumplimiento general en el grupo de las medias. Algunas de las razones para el incumplimiento fueron la incomodidad, la dificultad para ponerse las medias, la apariencia, la falta de eficacia y la irritación.
Cuatro estudios que compararon unas medias con otras diferentes y dos estudios que compararon las medias con placebo/ningún tratamiento evaluaron la comodidad , la tolerancia y la aceptabilidad de las medias. Al comparar las medias con placebo/ningún tratamiento, la comodidad, la tolerancia y la aceptabilidad se vieron afectadas por la población de estudio. A medida que avanzaba el embarazo, las mujeres rechazaron cada vez más las medias de compresión, mientras que en un estudio con mujeres no embarazadas, el grupo de medias no mostró más impedimentos para las actividades normales ni molestias diurnas en comparación con las medias placebo. En los estudios de medias frente a otras medias, dos estudios comunicaron niveles similares de tolerancia e incomodidad entre los tipos de medias. La incomodidad fue el principal motivo para indicar la preferencia de un tipo de medias sobre otro.
Un estudio evaluó la calidad de vida y no encontró diferencias caras entre los grupos con y sin medias.
No se pudieron establecer conclusiones con respecto a la longitud o presión óptimas de las medias de compresión, ya que no hubo resultados concluyentes a partir de los estudios incluidos.
Certeza de la evidencia
La certeza de la evidencia fue baja o muy baja debido al riesgo de sesgo por una mala comunicación de la información, no todos los estudios evaluaron los mismos desenlaces, los evaluaron de diferentes maneras o no los informaron de manera que pudieran combinarse y analizarse con otros estudios. La evidencia de los ensayos disponibles no es suficiente para determinar si las medias de compresión como tratamiento único e inicial son efectivas para controlar y tratar las varices en las primeras etapas.
No hay suficiente evidencia de certeza alta para determinar si las medias de compresión son efectivas como tratamiento único e inicial de las varices en las personas sin úlceras venosas activas o cicatrizadas ni si algún tipo de media es superior a otro. Los estudios de investigación futuros deben ser ECA grandes de participantes con varices tronculares que utilicen o no medias de compresión para evaluar la eficacia de esta intervención. Si se averigua que las medias de compresión tienen efectos beneficiosos, será posible realizar estudios adicionales que evalúen qué longitud y presión resultan más eficaces.
Los calcetines o las medias de compresión suelen ser la primera línea de tratamiento para las varices en los pacientes sin úlceras venosas activas ni cicatrizadas. Se requiere evidencia para determinar si el uso de las medias de compresión es efectivo para el control y el tratamiento de las varices en las primeras etapas. Esta es la segunda actualización de una revisión publicada por primera vez en 2011.
Evaluar la efectividad de las medias de compresión para el tratamiento único e inicial de las varices en personas sin úlceras venosas activas ni cicatrizadas.
El documentalista del Grupo Cochrane Vascular realizó búsquedas en las bases de datos del Registro especializado del Grupo Cochrane Vascular (Cochrane Vascular), en las bases de datos CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL y AMED, y en los registros de ensayos Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y ClinicalTrials.gov, hasta el 12 de mayo de 2020. También se verificaron las referencias de los estudios identificados en las búsquedas bibliográficas.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que implicaran a personas con diagnóstico de varices primarias tronculares sin úlceras venosas activas ni cicatrizadas (clasificación Clinical, Etiology, Anatomy, Pathophysiology [CEAP] C2 a C4). Los ensayos incluidos evaluaron las medias de compresión versus ningún tratamiento o medias placebo o las medias de compresión más intervención farmacológica versus intervención farmacológica sola. También se incluyeron los ensayos que compararon las diferentes longitudes y presiones de las medias. Se excluyeron los ensayos que incluyeron otro tipo de tratamiento para las varices (como comparador de las medias o un tratamiento inicial no aleatorizado), incluidas la escleroterapia y la cirugía.
Se siguió la metodología estándar de Cochrane. Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los ensayos para inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo y la certeza de la evidencia mediante el método GRADE. Los desenlaces de interés fueron el cambio en los síntomas; las medidas fisiológicas; las complicaciones; el cumplimiento; la comodidad, la tolerancia y la aceptabilidad del uso de las medias; y la calidad de vida.
Se incluyeron 13 estudios con 1021 participantes con varices sin úlceras venosas activas ni cicatrizadas. Un estudio incluyó embarazadas, mientras que otros incluyeron participantes que solicitaron una intervención médica para las varices apuntándose a una lista de espera de cirugía o acudiendo a clínicas o servicios ambulatorios de dermatología o de cirugía vascular. Las medias utilizadas en los estudios ejercieron diferentes niveles de presión que variaron de 10 a 50 mmHg. Cinco estudios evaluaron las medias compresivas versus ninguna media compresiva o medias placebo. En tres de estos estudios se utilizaron calcetines hasta la rodilla, en uno se utilizaron medias completas y en otro pantis. Ocho estudios compararon diferentes tipos o presiones de medias hasta las rodillas. El riesgo de sesgo de muchos ensayos incluidos fue incierto, principalmente debido al informe insuficiente. No fue posible agrupar los estudios porque no informaron los mismos desenlaces o utilizaron diferentes formas de evaluarlos. Muchos estudios fueron pequeños y hubo diferencias en las poblaciones estudiadas. Por tanto, la certeza de la evidencia fue baja a muy baja.
Medias de compresión comparadas con ningún tratamiento o medias placebo
Los cuatro estudios que informaron de cambios en los síntomas encontraron una mejora subjetiva al final del estudio. Sin embargo, el cambio en los síntomas no siempre se analizó comparando los grupos aleatorizados de los estudios y, por lo tanto, estuvo sujeto a sesgos. Dos estudios evaluaron las medidas fisiológicas utilizando la circunferencia del tobillo o la ecografía dúplex para medir el edema. El perímetro del tobillo no mostró diferencias claras entre el inicio y el seguimiento, mientras que el edema se redujo en el grupo de las medias en comparación con el grupo de las medias placebo. Tres estudios informaron de complicaciones o efectos secundarios, siendo el prurito y la irritación los principales efectos secundarios notificados. Ninguno de los ensayos informó sobre efectos secundarios graves. La información sobre el cumplimiento varió entre los estudios. Un estudio informó una alta tasa de abandono con bajos niveles de cumplimiento debido a la incomodidad, la aplicación y la apariencia; dos estudios informaron de niveles generalmente buenos de cumplimiento en el grupo de medias en comparación con el grupo placebo/ningún tratamiento. Dos estudios informaron sobre la comodidad, la tolerancia y la aceptabilidad; los desenlaces estuvieron afectados por la población de estudio. A medida que avanzaba el embarazo, las mujeres rechazaron cada vez más las medias de compresión, mientras que en un estudio con mujeres no embarazadas, el grupo de medias no mostró más impedimentos para las actividades normales ni molestias diurnas en comparación con las medias placebo. Un estudio informó la calidad de vida y no encontró diferencias claras entre los grupos de medias y de medias placebo.
Medias de compresión comparadas con otras medias de compresión
Los cinco estudios que informaron de cambios en los síntomas encontraron una mejora subjetiva en los mismos al final del estudio. El cambio en los síntomas no siempre se analizó comparando los grupos aleatorizados de los ensayos y, por lo tanto, estuvo sujeto a sesgos. Cinco estudios comunicaron varias medidas fisiológicas como la volumetría del pie, la reducción del volumen y el cambio de diámetro. Por lo general, no hubo diferencias claras entre los dos grupos de estudio. Cuatro estudios informaron sobre complicaciones o efectos secundarios, incluidos sudoración, prurito, sequedad de la piel y constricción y tirantez. Ninguno de los ensayos informó sobre efectos secundarios graves. Dos estudios informaron sobre el cumplimiento, sin mostrar diferencias en las tasas de cumplimiento entre los grupos de medias, aunque uno informó de altos niveles iniciales de abandono debido a la incomodidad, la apariencia, la falta de efectividad y la irritación. Cuatro estudios informaron sobre la comodidad, la tolerancia y la aceptabilidad. Dos estudios informaron niveles similares de tolerancia e incomodidad entre los grupos. La incomodidad fue el principal motivo para indicar la preferencia de un tipo de medias sobre otro. Ninguno de los estudios evaluó la calidad de vida.
No se pudieron establecer conclusiones con respecto a la longitud o presión óptimas de las medias de compresión, ya que no hubo resultados concluyentes a partir de los estudios incluidos.
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