Pregunta de la revisión
¿Qué técnica, aire o solución salina, es más eficaz y segura para reducir las complicaciones durante la técnica de pérdida de resistencia (pérdida súbita de presión sobre el émbolo de la jeringuilla que hace que se deslice suavemente) para la identificación del espacio epidural, y qué orientación se les puede proporcionar a los médicos en la práctica clínica? (El espacio epidural rodea la médula espinal y las capas que la cubren, a través de las cuales pasan los nervios espinales que se conectan a otros nervios que van a y vienen de todas las partes del cuerpo.)
Antecedentes
Una encuesta realizada a anestesistas mostró que el 53% de los que respondieron utilizan la técnica de pérdida de resistencia (TPR) con solución salina, el 37% utiliza la TPR con aire y el 6% con aire y solución salina; el 3% utiliza una técnica diferente con o sin uno de los enfoques anteriores de la TPR. Los métodos utilizados para identificar el espacio epidural son importantes para la buena calidad de la anestesia y para evitar complicaciones como el hematoma epidural (es decir, la acumulación de sangre entre el cráneo y la duramadre) y el dolor lumbar ocasional.
Características de los estudios
Adultos (18 años de edad y más) a los que se les realizaron procedimientos quirúrgicos, embarazadas en trabajo de parto y pacientes que reciben alivio del dolor posoperatorio. Las pruebas están actualizadas hasta septiembre de 2013. Se encontraron siete estudios con 852 participantes. El tiempo máximo de seguimiento que tuvo un participante por parte del médico fue 24 horas después del parto. La calidad de los estudios incluidos se consideró razonable.
Resultados clave
Se examinaron los siguientes resultados: imposibilidad de localizar el espacio epidural; colocación accidental del catéter (inserción errónea del catéter); fracaso epidural espinal combinado (casos de fracaso de la técnica anestésica regional que combina los efectos beneficiosos de la anestesia espinal y epidural); segmentos no desbloqueados (bloqueo incompleto); y dolor. No se encontraron pruebas convincentes de que los resultados difirieran cuando se utilizó aire o solución salina.
Calidad de las pruebas
Debido a que los estudios solo fueron razonablemente bien realizados (resultados muy similares entre los estudios; problemas menores con el diseño del estudio; y no tuvieron datos suficientes), la calidad general de las pruebas se clasificó como baja. La aplicabilidad de los resultados podría estar comprometida, ya que en su mayoría, los resultados descritos en esta revisión se obtuvieron de pacientes parturientas.
Conclusiones y futuras investigaciones
Pruebas de baja calidad indican que los resultados no difieren entre el aire y la solución salina al utilizar la técnica de pérdida de resistencia para identificar el espacio epidural y reducir las complicaciones.
Pruebas de baja calidad indican que los resultados no difieren entre el aire y la solución salina en cuanto a la técnica de pérdida de resistencia para la identificación del espacio epidural y la reducción de las complicaciones. La aplicabilidad podría estar comprometida, ya que en su mayoría, los resultados descritos en esta revisión se obtuvieron de pacientes parturientas. Esta revisión subraya la necesidad de realizar ensayos bien diseñados en este campo.
El éxito de la anestesia epidural depende de la identificación correcta del espacio epidural. Durante varias décadas, la decisión de utilizar aire o solución salina fisiológica durante la técnica de pérdida de resistencia para la identificación del espacio epidural ha estado regida por la experiencia personal del anestesista. El bloqueo epidural es aún una de las principales técnicas de anestesia regional. Se utiliza en la anestesia quirúrgica, la analgesia obstétrica, la analgesia posoperatoria y el tratamiento del dolor crónico y como un complemento de la anestesia general. La sensación percibida por el anestesista de pérdida de resistencia en el émbolo de la jeringuilla es diferente cuando se compara el aire con la solución salina (líquido). Con frecuencia, el líquido permite un cambio rápido de resistencia a no resistencia y un mayor movimiento del émbolo. Sin embargo, la técnica ideal para la identificación del espacio epidural todavía es incierta.
• Evaluar la eficacia y la seguridad del aire y de la solución salina en la técnica de pérdida de resistencia para la identificación del espacio epidural.
• Evaluar las complicaciones relacionadas con la inyección de aire o solución salina.
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (2013, número 9), MEDLINE, EMBASE y en la Latin American and Caribbean Health Science Information Database (LILACS) (desde su inicio hasta septiembre de 2013). No se aplicaron restricciones de idioma. La fecha de la búsqueda más reciente fue 7 de septiembre de 2013.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) y ensayos controlados cuasialeatorios sobre aire y solución salina en la técnica de pérdida de resistencia para la identificación del espacio epidural.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la calidad de los ensayos y extrajeron los datos.
En la revisión se incluyeron siete estudios con 852 participantes. En general, la calidad metodológica de los estudios incluidos se clasificó de bajo riesgo de sesgo en la mayoría de los dominios, con la excepción de un estudio que no cegó a los participantes. En el metanálisis fue posible incluir datos de 838 participantes. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los participantes que recibieron aire y los que recibieron solución salina en ninguno de los resultados evaluados: imposibilidad de localizar el espacio epidural (tres ensayos, 619 participantes) (cociente de riesgos [CR] 0,88; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,33 a 2,31; pruebas de baja calidad); colocación intravascular accidental del catéter (dos ensayos, 223 participantes) (CR 0,90; IC del 95%: 0,33 a 2,45; pruebas de baja calidad); colocación subaracnoidea accidental del catéter (cuatro ensayos, 682 participantes) (CR 2,95; IC del 95%: 0,12 a 71,90; pruebas de baja calidad); fracaso epidural espinal combinado (dos ensayos, 400 participantes) (CR 0,98; IC del 95%: 0,44 a 2,18; pruebas de baja calidad); segmentos no bloqueados (cinco estudios, 423 participantes) (CR 1,66; IC del 95%: 0,72 a 3,85); y dolor medido por EAV (dos estudios, 395 participantes) (diferencia de medias [DM] -0,09; IC del 95%: -0,37 a 0,18). Con respecto a los efectos adversos, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los participantes que recibieron aire y los que recibieron solución salina en la aparición de parestesia (tres ensayos, 572 participantes) (CR 0,89; IC del 95%: 0,69 a 1,15); dificultad para el avance del catéter (dos ensayos, 227 participantes) (CR 0,91; IC del 95%: 0,32 a 2,56); reemplazo del catéter (dos ensayos, 501 participantes) (CR 0,69; IC del 95%: 0,26 a 1,83); y cefalea posterior a la punción dural (un ensayo, 110 participantes) (CR 0,83; IC del 95%: 0,12 a 5,71).
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