La depresión posparto es una afección frecuente que afecta a las mujeres y puede repercutir en los lactantes. Los síntomas comunes de la depresión posparto incluyen fluctuaciones en el estado de ánimo, cambios del estado de ánimo, ideas suicidas y preocupación con el bienestar del lactante que varía desde preocupación excesiva hasta delirios manifiestos. Actualmente no hay muchas pruebas con respecto a las intervenciones que podrían prevenir o tratar la depresión posparto. Una dieta carente de ciertas vitaminas, minerales u otros nutrientes puede causar depresión posparto en algunas mujeres. Por lo tanto, la corrección de esta deficiencia con suplementos alimentarios podría prevenir la depresión posparto. Los ejemplos de posibles suplementos alimentarios encaminados a prevenir la depresión posparto incluyen ácidos grasos omega 3, hierro, folato, s-adenosil-L-metionina, vitamina B12 (cobalamina), B6 (piridoxina), B2 (riboflavina), vitamina D y calcio.
Esta revisión identificó dos estudios controlados aleatorios. Un estudio examinó el efecto de la administración de suplementos de selenio a las pacientes desde el primer trimestre hasta el parto para prevenir la depresión posparto. Este estudio tuvo un alto riesgo de sesgo debido a las pacientes que se retiraron o no completaron el sistema de autocalificación para la depresión (Edinburgh Postnatal Depression Scale). También es difícil poder asegurar que las pacientes tomaron los suplementos debido a que existen inquietudes acerca de la ingestión de suplementos durante el embarazo. Se necesitan más estudios de alta calidad para confirmar cualquier efecto beneficioso para prevenir la depresión posparto con el uso de selenio.
Esta revisión también identificó un estudio controlado aleatorio que comparó ácido docosahexanoico y eicosapentanoico con placebo en pacientes con riesgo de depresión puerperal. Este estudio encontró que el ácido docosahexanoico y el ácido eicosapentanoico no previnieron la depresión puerperal.
En general, no hay pruebas suficientes en este estadio para recomendar el selenio, el ácido docosahexanoico, el ácido eicosapentanoico u otro suplemento dietético para la prevención de la depresión posparto. Desafortunadamente no hubo otros estudios de otros suplementos alimentarios que cumplieran con los criterios de selección. Es necesario estudiar otros suplementos alimentarios en ensayos que excluyan a las pacientes con depresión desde el ingreso para determinar si los suplementos previenen la depresión posparto.
No hay pruebas suficientes para concluir que el selenio, el ADH o el AEP previenen la depresión posparto. Actualmente no hay pruebas para recomendar otros suplementos alimentarios para la prevención de la depresión posparto.
La depresión posparto es una afección médica que afecta a muchas mujeres y el desarrollo de los lactantes. No hay pruebas suficientes de las estrategias de tratamiento y de prevención que son seguras para las madres y los lactantes. Ciertas deficiencias alimentarias en la dieta de la embarazada o la puérpera pueden causar depresión posparto. Al corregir estas deficiencias se podría prevenir la depresión posparto en algunas pacientes. Entre los ejemplos específicos de suplementos alimentarios encaminados a prevenir la depresión posparto se incluyen: ácidos grasos omega 3, hierro, folato, s-adenosil-L-metionina, cobalamina, piridoxina, riboflavina, vitamina D y calcio.
Evaluar los efectos beneficiosos de los suplementos alimentarios para prevenir la depresión posparto en el período prenatal, el período posnatal o ambos.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Chilbirth Group) (30 de abril de 2013).
Ensayos controlados aleatorios que incluyeran pacientes que estaban embarazadas o que habían tenido un parto en las seis semanas anteriores, que no presentaban depresión o tomaban antidepresivos al comienzo de los ensayos. Los ensayos podían utilizar como intervención cualquier administración de suplementos alimentarios solos o en combinación con otro tratamiento, en comparación con otro tratamiento preventivo o placebo o atención clínica estándar.
Dos revisores seleccionaron los ensayos para inclusión y evaluaron el riesgo de sesgo en los dos estudios incluidos de forma independiente. Dos revisores extrajeron los datos y verificaron su exactitud.
Se incluyeron dos ensayos controlados aleatorios.
Un ensayo comparó comprimidos orales de levadura de selenio de 100 microgramos (µg) con placebo, administrados desde el primer trimestre hasta el parto. El ensayo asignó al azar a 179 pacientes, pero solamente se proporcionaron datos de resultado de 85 pacientes. Ochenta y tres pacientes se asignaron al azar a cada brazo del ensayo. En el brazo de selenio 71 pacientes completaron el ensayo y 44 completaron la Edinburgh Postnatal Depression Scale (EPDS). En el brazo placebo 64 pacientes completaron el ensayo y 41 completaron la EPDS. Este estudio incluido (n = 85) encontró que el selenio tuvo un efecto sobre las puntuaciones de la EPDS pero no alcanzó significación estadística (p = 0,07). Hubo una diferencia de medias (DM) de -1,90 (intervalo de confianza [IC] del 95%: -3,92 a 0,12) en la EPDS autoinformada completada por las participantes en el transcurso de las ocho semanas desde el parto. Hubo un alto riesgo de sesgo de desgaste debido a que una gran parte de las pacientes se retiraron del estudio o no completaron la EPDS. Este estudio no informó sobre los resultados secundarios definidos en esta revisión.
El otro ensayo comparó ácido docosahexanoico (ADH) y ácido eicosapentanoico (AEP) con placebo. El ensayo asignó al azar a 126 pacientes con riesgo de depresión puerperal a tres brazos: 42 se asignaron a AEP, 42 a ADH y 42 a placebo. Tres pacientes del brazo de AEP, cuatro del brazo de ADH y una del brazo placebo se perdieron durante el seguimiento. Se excluyeron del estudio las pacientes que al momento del reclutamiento presentaban trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, abuso o dependencia de sustancias actual, ideas suicidas o esquizofrenia. Las pacientes que interrumpieron la intervención (cinco del brazo de AEP, cuatro del brazo de ADH y siete del brazo placebo) se incluyeron en el análisis de intención de tratar, mientras que las que se perdieron durante el seguimiento no se incluyeron. Las pacientes recibieron suplementos o placebo desde el reclutamiento a las 12 a 20 semanas de edad gestacional hasta la visita de revisión final a las seis a ocho semanas posparto. La medida de resultado primaria fue la puntuación del Beck Depression Inventory (BDI) a la quinta visita (seis a ocho semanas posparto). No se encontraron efectos beneficiosos para el aceite de pescado enriquecido con AEP (DM 0,70; IC del 95%: -1,78 a 3,18) o la administración de suplementos de aceite de pescado enriquecidos con ADH (DM 0,90; IC del 95%: -1,33 a 3,13) para prevenir la depresión puerperal. No se encontraron diferencias en el efecto sobre la depresión posparto al comparar AEP con ADH (DM -0,20; IC del 95%: -2,61 a 2,21). No se encontraron efectos beneficiosos o significativos en cuanto a los resultados secundarios presencia de trastorno depresivo mayor a las seis a ocho semanas posparto, cantidad de pacientes que comenzaron a tomar antidepresivos, estimación de la pérdida de sangre materna al parto ni ingreso de los neonatos a la unidad de cuidados intensivos neonatales.