Una paciente que está en trabajo de parto activo durante un tiempo muy prolongado (generalmente establecido en más de 12 horas) corre el riesgo de agotarse y presentar complicaciones como infecciones y hemorragia excesiva. El nonato también puede sufrir daños y presentar dificultad respiratoria y baja oxigenación (asfixia). Es una práctica común intervenir durante el trabajo de parto para evitar esta situación rompiendo las membranas (rotura de la bolsa), administrando fármacos para acelerar las contracciones y proporcionar apoyo constante. Los antiespasmódicos son fármacos que se suelen tomar para aliviar los calambres. Funcionan ya sea por relajación directa del músculo o interfiriendo con el mensaje enviado por los nervios al músculo para que se contraiga. Se cree que estos fármacos pueden ayudar a abrir el útero (dilatación del cuello uterino), cuando se administran durante el trabajo de parto de forma preventiva o como estrategia de tratamiento. De este modo, se acortaría el tiempo transcurrido en el trabajo de parto. Se buscó evidencia que respalde esta teoría. Se incluyeron 29 estudios controlados aleatorizados con un total de 3286 participantes. Los datos se combinaron en un análisis para obtener un resultado global. Se administraron todo tipo de antiespasmódicos al comienzo del trabajo de parto establecido. Los antiespasmódicos redujeron el período de dilatación, el tiempo desde el comienzo del trabajo de parto hasta que el feto está por nacer, entre 49 y 98 minutos, así como la duración total del trabajo de parto, desde el comienzo del trabajo de parto hasta el alumbramiento de la placenta, entre 49 y 121 minutos. Los fármacos no afectaron el número de pacientes que requirieron cesáreas de urgencia y no tuvieron efectos secundarios graves para la madre ni para el recién nacido. Los eventos adversos informados con mayor frecuencia para las madres eran la aceleración de la frecuencia cardíaca y la sequedad bucal, pero como el informe de los eventos adversos maternos y neonatales fue deficiente, se necesita más información para establecer conclusiones sobre la seguridad de estos fármacos durante el trabajo de parto. Los estudios incluidos eran en su mayoría de calidad deficiente. Se necesitan estudios de calidad adecuada para evaluar qué sucede cuando estos fármacos se administran a pacientes en medio de un trabajo de parto prolongado.
Hay evidencia de baja calidad de que los antiespasmódicos reducen la duración de período de dilatación y aumentan la tasa de dilatación cervical. Hay evidencia de muy baja calidad de que los antiespasmódicos reducen la duración total del trabajo de parto. Hay evidencia de calidad moderada de que los antiespasmódicos no afectan la tasa de partos cefálicos normales. No hay suficiente evidencia para establecer conclusiones sobre la seguridad de estos fármacos para la madre y el recién nacido. Se necesitan ensayos controlados aleatorizados amplios y rigurosos para evaluar el efecto de los antiespasmódicos en el trabajo de parto prolongado y para evaluar el efecto en el trabajo de parto en el contexto del trabajo de parto de conducta expectante.
El trabajo de parto prolongado puede aumentar la morbimortalidad maternoinfantil debido a que hay mayores riesgos de agotamiento materno, hemorragia posparto y septicemia, sufrimiento fetal y asfixia; además, es necesaria la detección precoz y una respuesta clínica apropiada. Los riesgos de complicaciones del trabajo de parto prolongado son mucho mayores en los lugares de escasos recursos. Se demostró que el tratamiento activo del trabajo de parto versus la conducta expectante fisiológica disminuye la incidencia de trabajo de parto prolongado. La administración de antiespasmódicos durante el trabajo de parto también podría lograr una dilatación más rápida y más eficaz del cuello uterino. Las intervenciones para acortar el trabajo de parto, como los antiespasmódicos, pueden usarse como tratamiento o una estrategia preventiva para disminuir la incidencia del trabajo de parto prolongado. Como la evidencia para respaldar esta teoría sigue siendo mayormente anecdótica en todo el mundo, es necesario examinar sistemáticamente la evidencia disponible para obtener una respuesta válida.
Evaluar los efectos de los antiespasmódicos en el trabajo de parto en los embarazos a término.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (28 de febrero de 2013), la base de datos de tesis y disertaciones ProQuest, la base de datos de disertaciones de la University of Stellenbosch y Google Scholar (28 de febrero de 2013) y listas de referencias de artículos. También se estableció contacto con compañías farmacéuticas y con expertos en la materia. No se aplicaron restricciones de idioma.
Ensayos controlados aleatorizados que comparan los antiespasmódicos con placebo o ningún medicamento en mujeres con embarazos a término.
Dos autores de la revisión examinaron de forma independiente los resúmenes y seleccionaron los estudios para la inclusión, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se verificó la exactitud de los datos. Se contactó con los autores de los ensayos cuando faltaron datos.
Se incluyeron 21 ensayos (n = 3286) en la revisión. Se incluyeron 17 ensayos (n = 2617) en el metanálisis. Los antiespasmódicos utilizados incluyeron: bromuro de valetamato, butilbromuro de hioscina, clorhidrato de drotaverina, diclorhidrato de camilofina y rociverina. La mayoría de los estudios incluían antiespasmódicos como parte del paquete de tratamiento activo del trabajo de parto. En general, la calidad de los estudios fue deficiente, ya que sólo se evaluaron cuatro ensayos como de riesgo de sesgo bajo. Trece ensayos (n = 1995) informaron la duración del período de dilatación, que se redujo significativamente en un promedio de 74,34 minutos cuando se administraron antiespasmódicos (diferencia de medias [DM] -74,34 minutos; intervalo de confianza [IC] del 95%: -98,76 a -49,93). Siete estudios (n = 797) informaron la duración total del trabajo de parto, que se redujo significativamente en un promedio de 85,51 minutos (DM -85,51 minutos; IC del 95%: -121,81 a -49,20). Cinco estudios (n = 820) presentaron datos sobre el siguiente resultado: tasa de dilatación cervical. La administración de antiespasmódicos aumentó significativamente la tasa de dilatación cervical en un promedio de 0,61 cm/h (DM 0,61 cm/h; IC del 95%: 0,34 a 0,88). Los antiespasmódicos no afectaron la etapa expulsiva ni el alumbramiento. Tampoco se afectó la tasa de partos cefálicos normales. Solamente un estudio investigó la analgesia después de la administración de antiespasmódicos, y no se pueden establecer conclusiones al respecto. Había heterogeneidad significativa para la mayoría de los resultados y, por lo tanto, se realizó un metanálisis de efectos aleatorios. Se realizó un análisis de subgrupos para explorar la heterogeneidad, pero en la mayoría de los casos no hubo explicaciones. El informe de los eventos adversos maternoinfantiles no fue consistente. El principal evento adverso materno informado era la taquicardia. No se informaron eventos adversos neonatales graves.
La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.