Algunos estudios han indicado que la perfusión cerebral deficiente se relaciona con resultados funcionales no favorables, precipitando los accidentes cerebrovasculares y otros eventos vasculares, los cuales suelen ser responsables de las altas tasas de mortalidad. La contrapulsación externa (CPE) es un aceptable método no invasivo que mejora la perfusión del cerebro. Aplica presión a las pantorrillas, los muslos y las nalgas por medio de brazaletes llenos de aire. Lo anterior ayuda a aumentar el flujo sanguíneo al corazón, el cerebro y los riñones. Esta revisión identificó dos ensayos controlados aleatorios (ECA) sobre CPE de 160 participantes con accidente cerebrovascular isquémico agudo. No existen pruebas convincentes para apoyar el uso sistemático de la CPE para el tratamiento de los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo. Se requieren ECA de alta calidad adicionales y a gran escala.
La calidad metodológica de todos los estudios incluidos fue deficiente y no fue posible extraer conclusiones fiables a partir de los datos actuales. Se necesitan ECA de alta calidad y a gran escala.
La contrapulsación externa (CPE) puede mejorar el flujo sanguíneo cerebral, y se ha propuesto como tratamiento potencial de los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico.
Evaluar la eficacia y la seguridad de la CPE en el accidente cerebrovascular isquémico agudo.
Se realizaron búsquedas en el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group Trials Register, junio de 2011), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library, 2011 número 2), MEDLINE (de 1948 a junio 2011), EMBASE (de 1980 a junio de 2011), CINAHL (de 1982 a junio de 2011), AMED (Allied and Complementary Medicine) (de 1985 a junio de 2011), China Biological Medicine Database (CBM) (de 1978 a junio de 2011), Chinese National Knowledge Infrastructure (CNKI) (de 1979 a junio de 2011), Chinese Science and Technique Journals Database (VIP) (de 1989 a junio de 2011) y Wanfang Data (de 1984 a junio 2011). También se buscaron registros de ensayos en curso, listas de referencias y actas de congresos pertinentes, y se contactó a los autores y a los fabricantes de los dispositivos de contrapulsación externa.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) en que la CPE (iniciada dentro de los siete días desde el inicio del accidente cerebrovascular) se comparó con el tratamiento simulado o ningún tratamiento, o la CPE más el tratamiento estándar se comparó con el tratamiento estándar solo, en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo.
Dos revisores evaluaron la calidad de los ensayos de forma independiente y extrajeron los datos, comprobaron los datos de eventos adversos y contactaron a los autores de los ensayos en caso de faltar información.
Se incluyeron 2 ensayos con 160 pacientes. No se informó el número de muertes o pacientes dependientes al finalizar el seguimiento de tres meses en ninguno de los ensayos incluidos. La medida de resultado usada en los ensayos incluidos fue sólo el número de participantes con mejoría del deterioro neurológico después del tratamiento según la Modified Edinburgh-Scandinavian Stroke Scale (MESSS) o criterios propios. La CPE se asoció con un aumento significativo del número de participantes que presentó mejoría del deterioro neurológico (cociente de riesgos [CR] 1,75; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,37 a 2,23). Sólo un ensayo informó que no hubo eventos adversos.
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