Pregunta de la revisión
Se revisaron las pruebas de la efectividad de los antihistamínicos sobre los signos y síntomas del resfriado común. Se identificaron 18 ensayos con 4342 participantes.
Antecedentes
Como promedio, los niños padecen de seis a ocho resfriados por año y los adultos de dos a cuatro. Los síntomas del resfriado común incluyen dolor de garganta, congestión y secreción nasal, estornudo y tos. Es causado por virus y generalmente se resuelve solo en el transcurso de una a dos semanas. Sin embargo, tiene una gran repercusión sobre el tiempo de ausencia al trabajo o la escuela.
Debido a que no hay cura para el resfriado común, sólo se dispone del tratamiento sintomático. Los antihistamínicos son eficaces para los síntomas alérgicos como la fiebre del heno. Los síntomas nasales de la fiebre del heno son similares a los síntomas del resfriado común, por lo que se han realizado ensayos para analizar si los antihistamínicos mejoran los síntomas del resfriado común.
Características de los estudios
Las pruebas están actualizadas hasta agosto 2015.
Los participantes eran adultos o niños con un resfriado común. Se excluyeron los estudios con participantes que presentaban fiebre del heno, asma o eccema. El efecto de diferentes antihistamínicos se comparó con placebo. Un efecto beneficioso significó una disminución en la gravedad o la duración de la sensación general de enfermedad o de síntomas específicos como nariz congestionada, rinorrea o estornudo. También se investigó si los efectos secundarios fueron más frecuentes con los antihistamínicos que con placebo.
Como el resfriado común generalmente se resuelve en siete a diez días, la mayoría de los estudios fueron de poca duración. Siempre que fue posible se estudió el efecto inmediato y el efecto después de seis a 10 días. En su mayoría los estudios fueron de buena calidad, aunque en algunos estudios faltó información para poder evaluar la calidad. Se consideró que cinco de los 16 estudios en adultos y uno de los dos estudios pediátricos fueron de calidad excelente.
Todos los ensayos expusieron en líneas generales el apoyo económico recibido de las compañías farmacéuticas en forma de subvenciones, al proporcionar el fármaco de intervención respectivo o al tener un autor actualmente empleado por una compañía farmacéutica.
Resultados clave
En los adultos hay un efecto beneficioso a corto plazo sobre la gravedad de los síntomas generales en el primer o segundo día de tratamiento (el 45% se sintió mejor versus 38% con placebo), pero no hubo diferencias entre los antihistamínicos y placebo de medio a largo plazo. El efecto de los antihistamínicos que provocan sedación sobre la rinorrea y el estornudo es demasiado pequeño para ser relevante para el paciente e incluye el riesgo de efectos secundarios como la sedación (9% versus 5,2% con placebo). Los ensayos en niños fueron más pequeños y de calidad inferior y las pruebas carecieron de efectividad.
Los antihistamínicos tienen un efecto beneficioso limitado a corto plazo (primer y segundo días de tratamiento) sobre la gravedad de los síntomas generales, pero no de medio a largo plazo. No hay efectos clínicamente significativos sobre la obstrucción nasal, la rinorrea o el estornudo. Aunque los efectos secundarios son más frecuentes con los antihistamínicos que provocan sedación, la diferencia no es estadísticamente significativa. No existen pruebas de la efectividad de los antihistamínicos en los niños.
El resfriado común es una infección de las vías respiratorias superiores causada con más frecuencia por un rinovirus. Afecta a personas de todos los grupos etarios y aunque en la mayoría de los casos es autolimitado, todavía causa una morbilidad significativa. Habitualmente a los pacientes afectados por el resfriado común se les ofrecen antihistamínicos sin prescripción para aliviar los síntomas; sin embargo, no hay muchas pruebas de su eficacia.
Evaluar los efectos de los antihistamínicos en el resfriado común.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL (2015, número 6), MEDLINE (1948 hasta julio, semana 4, 2015), EMBASE (2010 hasta agosto 2015), CINAHL (1981 hasta agosto 2015), LILACS (1982 hasta agosto 2015) y en Biosis Previews (1985 hasta agosto 2015).
Se seleccionaron los ensayos controlados aleatorios (ECA) que administraron antihistamínicos como monoterapia para el resfriado común. Se excluyeron los estudios que utilizaron tratamiento combinado o administraron antihistamínicos en pacientes con un componente alérgico en la enfermedad.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. La información sobre los efectos adversos se obtuvo a partir de los ensayos incluidos.
Se incluyeron 18 ECA que se informaron en 17 publicaciones (una publicación informó sobre dos ensayos) con 4342 participantes (212 fueron niños) que presentaban resfriado común adquirido de forma natural e inducido experimentalmente. Las intervenciones consistieron en un antihistamínico como monoterapia en comparación con placebo. En los adultos hubo un efecto beneficioso a corto plazo de los antihistamínicos sobre la gravedad de los síntomas generales: el primero o segundo día de tratamiento el 45% tuvo un efecto beneficioso con los antihistamínicos versus el 38% con placebo (odds ratio [OR] 0,74; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,60 a 0,92). Sin embargo, no hubo diferencias entre los antihistamínicos y placebo de plazo medio (tres a cuatro días) a largo plazo (seis a diez días). Cuando se evaluaron síntomas individuales como la congestión nasal, la rinorrea y el estornudo, hubo algún efecto beneficioso de los antihistamínicos que provocan sedación en comparación con placebo (p.ej. rinorrea el tercer día: diferencia de medias [DM] -0,23; IC del 95%: -0,39 a -0,06 en una escala de gravedad de 4 ó 5 puntos; estornudo el tercer día: DM -0,35; IC del 95%: -0,49 a -0,20 en una escala de gravedad de 4 puntos), pero este efecto es clínicamente no significativo. Los eventos adversos como la sedación se informaron con más frecuencia con los antihistamínicos que provocan sedación, aunque las diferencias no fueron estadísticamente significativas. Sólo dos ensayos incluyeron niños y los resultados fueron contradictorios. La mayoría de los ensayos tuvo bajo riesgo de sesgo, aunque algunos carecieron de información suficiente para poder evaluar la calidad del ensayo.