Mensajes clave
La incertidumbre de la evidencia identificada en esta revisión implica que no se sabe si los apósitos o los agentes tópicos (incluidas diversas cremas, lociones y aceites) logran alguna diferencia en el número de úlceras por presión que presentan las personas en riesgo.
¿Qué es una úlcera por presión?
Las úlceras por presión, también conocidas como lesiones por presión, úlceras de decúbito o escaras de decúbito, ocurren cuando la piel o el tejido inferior se lesionan por la presión prolongada sobre las áreas del cuerpo con huesos prominentes. Son frecuentes en las personas mayores y con menos movilidad. Pueden ser difíciles y caras de tratar.
¿Cómo se pueden prevenir las úlceras por presión?
Las opciones de prevención para las úlceras por presión incluyen: moverse y cambiar de posición mientras se está acostado o sentado; utilizar el tipo correcto de superficie para acostarse y sentarse; y tener una buena ingesta de líquidos y alimentos nutritivos. Más recientemente, también se utilizan diversos apósitos y cremas para prevenir la aparición de úlceras por presión.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si algún apósito o crema concretos podían prevenir eficazmente las úlceras por presión en personas en riesgo. Además, el objetivo fue evaluar factores como el dolor, la calidad de vida y los costes del tratamiento cuando se utilizaron estos apósitos y cremas.
¿Qué se hizo?
Se actualizó la revisión de 2018 y ahora incluye 51 estudios. Los estudios incluyeron un total de 13 303 personas en riesgo. Los estudios analizaron productos como ácidos grasos y cremas, y apósitos de diferentes materiales.
¿Qué se encontró?
No es posible asegurar si los apósitos o las cremas influyeron en la prevención de las úlceras por presión, o de los efectos no deseados, debido que se empleó una metodología de investigación deficiente en los estudios examinados. A consecuencia de esto, la confianza en estos resultados es limitada.
Resultados principales
Se realizó un total de 20 comparaciones diferentes relacionadas con apósitos y cremas. Esto significa que se analizó cómo actuaron los diferentes tipos de apósitos y cremas en distintas situaciones para prevenir las úlceras por presión. Existe una cantidad importante de incertidumbre en la evidencia de los estudios incluidos. Por eso, no se sabe si los apósitos o las cremas incluidos en la revisión tienen un efecto sobre la prevención de nuevas úlceras por presión o de que aparezcan efectos no deseados. Hubo evidencia limitada sobre el coste del tratamiento y sobre si las personas de los estudios sintieron dolor. Solo un estudio informó sobre la calidad de vida de los participantes.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
No se tienen confianza en la evidencia por tres razones principales. En primer lugar, es posible que las personas que participaron en los estudios fueran conscientes del tratamiento que se les proporcionaba. En segundo lugar, los resultados fueron muy inconsistentes entre los diferentes estudios. Por último, algunos estudios fueron muy pequeños.
Vigencia de la evidencia
La búsqueda de estudios se realizó hasta noviembre de 2022, para garantizar que esta revisión incluye la investigación más reciente disponible.
Los estudios incluidos analizaron una amplia variedad de apósitos y agentes tópicos. La evidencia de todas las intervenciones es incierta o muy incierta; por lo tanto, no está claro si alguno de los apósitos o agentes tópicos estudiados logran una diferencia en la aparición de úlceras por presión. Los estudios futuros deben colaborar con actores interesados para determinar las intervenciones prioritarias.
Las úlceras por presión se dan cuando las personas no pueden cambiar de posición por sí mismas para aliviar la presión sobre las prominencias óseas. Son difíciles y caras de curar, y reducen la calidad de vida. El uso de apósitos y agentes tópicos (lociones, cremas y aceites) para la prevención de las úlceras por presión está muy extendido. Sin embargo, su efectividad no está clara. Esta es la tercera actualización de esta revisión.
Evaluar los efectos de los vendajes y los agentes tópicos sobre la prevención de las úlceras por presión, en personas de cualquier edad sin úlceras existentes, aunque en riesgo de desarrollar una, en cualquier ámbito de la asistencia sanitaria.
Se utilizó el Registro especializado del Grupo Cochrane de Heridas (Cochrane Wounds), CENTRAL, MEDLINE, otras dos bases de datos y dos registros de ensayos, junto con el examen de referencias, el seguimiento de citas y el contacto con autores de los estudios para identificar los estudios incluidos en la revisión. La última fecha de búsqueda fue noviembre de 2022. No se impusieron restricciones de idioma, fecha de publicación ni contexto.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que incorporaran a personas en riesgo de presentar una úlcera por presión.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane.
En esta actualización, se añadieron 33 nuevos estudios, lo que dio un total de 51 ensayos (13 303 participantes). De estos, 31 estudios incluyeron apósitos, 16 incluyeron agentes tópicos y cuatro incluyeron apósitos y agentes tópicos. Todos los ensayos informaron del desenlace principal de incidencia de úlceras por presión.
Apósitos
Incidencia de úlceras por presión
Se incluyeron en total 13 comparaciones con 9027 participantes. Se presentan siete comparaciones priorizadas en las tablas de resumen de los hallazgos, de la siguiente manera: apósito de espuma de silicona versus ningún apósito (18 ensayos, 5903 participantes; razón de riesgos [RR] 0,50; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,33 a 0,77); apósito de espuma versus apósito de película (film) (tres ensayos, 569 participantes; RR 0,72; IC del 95%: 0,20 a 2,67); apósito de espuma hidrocelular versus apósito hidrocoloide (un ensayo, 80 participantes; RR no estimable); apósito de espuma de silicona tipo 1 versus apósito de espuma de silicona tipo 2 (dos ensayos, 376 participantes; RR 0,80; IC del 95%: 0,56 a 1,15); apósito de espuma versus ácidos grasos (dos ensayos, 300 participantes; RR 1,67; IC del 95%: 0,49 a 5,72); apósito de film de poliuretano versus apósito hidrocoloide (un ensayo, 160 participantes; RR 0,58; IC del 95%: 0,24 a 1,41); y apósito hidrocoloide versus ningún apósito (dos ensayos, 230 participantes; RR 0,60; IC del 95%: 0,46 a 0,78). Todas tuvieron evidencia de certeza baja o muy baja. La evidencia es muy incierta con respecto al efecto de los apósitos en la aparición de úlceras por presión.
Categoría de úlceras por presión
Tres comparaciones informaron sobre la categoría de la úlcera por presión (UPP). Apósito de espuma de silicona versus ningún apósito: UPP de categoría I (ocho ensayos, 1823 participantes; RR 0,32; IC del 95%: 0,13 a 0,79); UPP de categoría II (diez ensayos, 2873 participantes; RR 0,47; IC del 95%: 0,30 a 0,73); UPP de categoría III (tres ensayos, 718 participantes; RR 0,45; IC del 95%: 0,06 a 3,21); UPP de categoría IV (dos ensayos, 610 participantes; RR 0,21; IC del 95%: 0,02 a 1,77); UPP inclasificable (un ensayo, 366 participantes; RR 0,20; IC del 95%: 0,01 a 4,09); lesión de tejidos profundos (tres ensayos, 840 participantes; RR 0,32; IC del 95%: 0,09 a 1,08). Apósito de espuma versus apósito de film: UPP de categoría I (un ensayo, 270 participantes; RR 0,56; IC del 95%: 0,39 a 0,80); UPP de categoría II (un ensayo, 270 participantes; RR 1,00; IC del 95%: 0,06 a 15,82); lesión de tejidos profundos (un ensayo, 270 participantes; RR 0,67; IC del 95%: 0,11 a 3,93). Apósito hidrocoloide versus ningún apósito: UPP de categoría I (un ensayo, 108 participantes; RR 0,54; IC del 95%: 0,31 a 0,94); UPP de categoría II (un ensayo, 108 participantes; RR 0,86; IC del 95%: 0,28 a 2,66). Todas tuvieron evidencia de certeza baja o muy baja. La evidencia es muy incierta con respecto al efecto de los apósitos en la aparición de úlceras por presión de distintas categorías.
Eventos adversos
Una comparación informó sobre eventos adversos: apósito de espuma de silicona versus ningún apósito (tres ensayos, 2317 participantes; RR no calculable; evidencia de certeza muy baja). Los apósitos de espuma de silicona podrían tener poco o ningún efecto sobre la incidencia de eventos adversos, pero la evidencia es muy incierta.
Agentes tópicos
Incidencia de úlceras por presión
Se evaluaron siete comparaciones con 4276 participantes. La tabla del resumen de los hallazgos presenta cinco comparaciones priorizadas: ácidos grasos versus placebo (seis ensayos, 2201 participantes; RR 0,86; IC del 95%:0,54 a 1,36); ácidos grasos versus atención habitual (siete ensayos, 1058 participantes; RR 0,64; IC del 95%: 0,46 a 0,84); crema versus ácidos grasos (un ensayo, 120 participantes; RR 3,00; IC del 95%: 0,32 a 28,03); crema versus placebo (tres ensayos, 513 participantes; RR 1,18; IC del 95%: 0,59 a 2,36); y crema versus atención habitual (un ensayo, 47 participantes; RR 1,60; IC del 95%: 0,84 a 3,04). Todas con evidencia de certeza muy baja. No está claro si logran alguna diferencia en la aparición de UPP.
Categoría de úlceras por presión
Dos comparaciones informaron sobre la categoría de la úlcera por presión (UPP). Ácidos grasos versus atención habitual: UPP de categoría I (dos ensayos, 180 participantes; RR 1,00; IC del 95%: 0,49 a 2,03); UPP de categoría II (dos ensayos, 180 participantes; RR 0,19; IC del 95%: 0,07 a 0,53). Crema versus placebo: UPP de categoría III (un ensayo, 258 participantes; RR 1,25; IC del 95%: 0,34 a 4,55); UPP de categoría IV (un ensayo, 258 participantes; RR 0,33; IC del 95%: 0,01 a 8,11). Ambas con evidencia de certeza baja o muy baja. No está claro si logran alguna diferencia en la categoría de la UPP.
Eventos adversos
Una comparación informó sobre los eventos adversos: ácidos grasos versus placebo (tres ensayos, 967 participantes; RR 4,38, IC del 95%: 0,50 a 38,30; evidencia de certeza muy baja). Los ácidos grasos podrían tener poco o ningún efecto sobre la incidencia de eventos adversos en comparación con el placebo, pero la evidencia es muy incierta.
El riesgo de sesgo y la imprecisión fueron los motivos principales de la disminución de la certeza de la evidencia.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.