Antecedentes
Hasta tres de cada cuatro personas que reciben quimioterapia experimentan náuseas y vómitos, lo que a muchos les resulta molesto. Aunque los medicamentos convencionales contra las náuseas son eficaces, no funcionan para todo el mundo, todo el tiempo. En algunos países se ha autorizado el uso contra las náuseas de los medicamentos con el principio activo del cannabis, conocido como THC (delta-9-tetrahidrocannabinol).
Pregunta de la revisión
Esta revisión evaluó la eficacia de los medicamentos a base de cannabis para tratar las náuseas y los vómitos debidos al tratamiento de quimioterapia en personas con cáncer, y cuáles fueron los efectos secundarios.
Principales hallazgos
Esta revisión de 23 ensayos controlados aleatorizados (estudios clínicos en los que los pacientes se asignan al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) halló que menos personas que recibieron medicación a base de cannabis experimentaron náuseas y vómitos comparadas con quienes recibieron placebo (un tratamiento simulado). La proporción de personas que experimentaron náuseas y vómitos que recibieron medicamentos a base de cannabis fue similar a la de los medicamentos convencionales contra las náuseas. Sin embargo, un mayor número de personas experimentaron efectos secundarios como "sensación de colocón", mareos, sedación (sensación de relajación o sueño) y disforia (sensación de malestar o insatisfacción) y abandonaron el estudio debido a los efectos secundarios con medicamentos basados en el cannabis, en comparación con el placebo u otros medicamentos contra las náuseas. En los ensayos en los que las personas recibieron por turnos medicamentos basados en el cannabis y medicamentos convencionales, en general las personas prefirieron los medicamentos basados en el cannabis.
Calidad de la evidencia
Los ensayos eran, en general, de calidad baja o moderada y reflejaban los tratamientos de quimioterapia y los medicamentos contra las náuseas que existían en los años ochenta y noventa. Además, los resultados de la combinación de estudios en su conjunto eran de baja calidad. Esto significa que no hay confianza en la capacidad para afirmar la efectividad de los medicamentos para las náuseas, y es probable que nuevos estudios que reflejen los métodos modernos de tratamiento tengan una influencia importante en los resultados.
Los medicamentos basados en el cannabis podrían ser una opción útil para tratar las náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia que no responden bien a los medicamentos para los vómitos utilizados habitualmente.
Los fármacos basados en el cannabis podrían ser útiles para tratar las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia. Sin embargo, las limitaciones metodológicas de los ensayos restringen las conclusiones y es probable que futuros estudios que reflejen las actuales pautas de quimioterapia y los nuevos antieméticos modifiquen estas conclusiones.
El cannabis tiene una larga historia de uso medicinal. Los medicamentos basados en el cannabis (cannabinoides) se basan en su elemento activo, el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), y han sido autorizados para fines médicos. Los cannabinoides podrían ser una opción terapéutica útil para las personas con náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia con mala respuesta a los antieméticos (medicamentos para los vómitos) utilizados habitualmente. Sin embargo, los desagradables efectos adversos podrían limitar su uso generalizado.
Evaluar la efectividad y la tolerabilidad de los medicamentos a base de cannabis para las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia en adultos con cáncer.
Se identificaron estudios elegibles mediante búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas: Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), MEDLINE, EMBASE, PsycINFO y LILACS desde su creación hasta enero de 2015. También se hicieron búsquedas en las listas de referencias de los estudios incluidos. La búsqueda no se restringió por idioma de publicación.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon fármacos a base de cannabis con placebo o atención un antiemético convencional en adultos que recibían quimioterapia.
Al menos dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron la elegibilidad y el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se agruparon los estudios según los grupos de control para metanálisis realizados mediante efectos aleatorios. Los desenlaces de eficacia y tolerabilidad se expresaron como razón de riesgos (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95%.
Se incluyeron 23 ECA. La mayoría fueron de diseño cruzado, en adultos sometidos a varios regímenes quimioterapéuticos que van de un potencial emético moderado a alto para varios cánceres. La mayoría de los estudios tenían un riesgo de sesgo por la falta de ocultación de la asignación o por desgaste. Los ensayos se realizaron entre 1975 y 1991. Ningún ensayo incluyó la comparación con fármacos antieméticos más nuevos, como el ondansetrón.
Comparación con placebo
Las personas tuvieron más probabilidades de notificar una ausencia absoluta de vómitos (tres ensayos; 168 participantes; RR 5,7; IC del 95%: 2,6 a 12,6; evidencia de calidad baja) total ausencia de náuseas y vómitos (tres ensayos, 288 participantes; RR 2,9; IC del 95%: 1,8 a 4,7; evidencia de calidad moderada), cuando recibieron cannabinoides comparado con placebo. El porcentaje de variabilidad en las estimaciones del efecto debido a la heterogeneidad en lugar de al azar no fue importante (I2 = 0% en ambos análisis).
Las personas tuvieron más probabilidades de retirarse por un evento adverso (dos ensayos; 276 participantes; RR 6,9; IC del 95%: 1,96 a 24; I2 = 0%; evidencia de calidad muy baja) y menos probabilidades de retirarse por falta de eficacia cuando recibieron cannabinoides, en comparación con el placebo (un ensayo, 228 participantes; RR 0,05; IC del 95%: 0,0 a 0,89; evidencia de calidad baja). Además, las personas tuvieron más probabilidades de "sentirse colocadas" cuando recibieron cannabinoides en comparación con el placebo (tres ensayos; 137 participantes; RR 31; IC del 95%: 6,4 a 152; I2 = 0%).
Las personas notificaron una preferencia por los cannabinoides frente al placebo (dos ensayos, 256 participantes; RR 4,8; IC del 95%: 1,7 a 13; evidencia de calidad baja).
Comparación con otros antieméticos
No hubo evidencia de una diferencia entre los cannabinoides y la proclorperazina en el porcentaje de participantes que comunicaron una ausencia de vómitos (cinco ensayos; 258 participantes; RR 1,5; IC del 95%: 0,67 a 3,2; I2 = 63%; evidencia de calidad baja), ausencia de náuseas (cuatro ensayos, 209 participantes; RR 1,11; IC del 95%: 0,86 a 1,44; I2 = 0%; evidencia de calidad moderada), o ausencia completa de náuseas y vómitos (cuatro ensayos; 414 participantes; RR 2,0; IC del 95%: 0,74 a 5,4; I2 = 60%; evidencia de calidad baja). El análisis de sensibilidad, en el que se agruparon los dos ensayos de grupos paralelos tras eliminar los cinco ensayos cruzados, no mostró diferencias (RR 1,1; IC del 95%: 0,70 a 1,7) sin heterogeneidad (I2 = 0%).
Hubo más probabilidades de que las personas se retirasen por un evento adverso (cinco ensayos; 664 participantes; RR 3,9; IC del 95%: 1,3 a 12; I2 = 17%; evidencia de calidad baja), por falta de eficacia (un ensayo; 42 participantes; RR 3,5; IC del 95%: 1,4 a 8,9; evidencia de calidad muy baja) y por cualquier motivo (un ensayo; 42 participantes; RR 3,5; IC del 95%: 1,4 a 8,9; evidencia de calidad baja) cuando recibieron cannabinoides en comparación con proclorperazina.
Hubo más probabilidades de que las personas comunicasen mareos (siete ensayos; 675 participantes; RR 2,4; IC del 95%: 1,8 a 3.1; I2 = 12%), disforia (tres ensayos; 192 participantes; RR 7,2; IC del 95%: 1,3 a 39; I2 = 0%), euforia (dos ensayos; 280 participantes; RR 18; IC del 95%: 2,4 a 133; I2 = 0%), “sensación de colocón” (cuatro ensayos; 389 participantes; RR 6,2; IC del 95%: 3,5 a 11; I2 = 0%) y sedación (ocho ensayos; 947 participantes; RR 1,4; IC del 95%: 1,2 a 1,8; I2 = 31%) y un número significativamente más alto de participantes comunicaron la incidencia de estos eventos adversos con cannabinoides en comparación con proclorperazina.
Las personas notificaron una preferencia por los cannabinoides frente a la proclorperazina (siete ensayos, 695 participantes; RR 3,3; IC del 95%: 2,2 a 4.8; I2 = 51%; evidencia de calidad baja).
En las comparaciones con la metoclopramida, la domperidona y la clorpromazina, hubo evidencia más débil, basada en menos ensayos y participantes, de una mayor incidencia de mareos con los cannabinoides.
Dos ensayos con 141 participantes compararon un antiemético solo con un cannabinoide añadido al antiemético. No hubo evidencia de diferencias entre los grupos; sin embargo, la mayoría de los análisis se basaron en un pequeño ensayo con pocos eventos.
Calidad de la evidencia
En general, los ensayos tenían un riesgo de sesgo de bajo a moderado en cuanto a su diseño y no reflejan los ciclos actuales de quimioterapia y tratamiento antiemético. Además, la calidad de la evidencia derivada de los metanálisis se calificó como baja para la mayoría de los desenlaces analizados, lo que indica que no se tiene mucha confianza en la capacidad de afirmar la efectividad de los fármacos. Por lo tanto, es probable que la investigación futura tenga una repercusión importante en los resultados.
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