Objetivos de la revisión
Esta revisión pretendió examinar los efectos del inicio escolar tardío en los resultados académicos, la cantidad y la calidad del sueño, los indicadores de salud mental, la asistencia y la lucidez en los alumnos de educación secundaria.
Antecedentes
Los alumnos de educación secundaria tienen un riesgo mayor de privación del sueño que otros grupos debido a la química cerebral cambiante y a las muchas exigencias relacionadas con su tiempo, que incluye el inicio escolar. Por este motivo, se deseaba determinar si retrasar el inicio escolar se asoció con efectos beneficiosos académicos, mayor duración del sueño, mejor salud mental, mayor asistencia o lucidez de los alumnos, así como con resultados secundarios como la dieta y el ejercicio, los accidentes, los aspectos sociales de la escuela, la dinámica familiar cambiante, el nivel de matrícula escolar o los cambios en la comunidad.
Características de los estudios
La evidencia incluida en esta revisión está actualizada hasta febrero de 2016 y se basa en 17 informes que representan 11 estudios únicos en 297 994 alumnos de educación secundaria. Los estudios examinaron un rango de cambios en el horario escolar (por ejemplo, cambiar la hora de comienzo a quince minutos más tarde, retrasar la hora de comienzo a una hora más tarde) y un rango de duraciones de la intervención (una tan corta como dos semanas y otras que duraron un año), pero todos se centraron en ámbitos naturales (alumnos que ya asistían a la escuela, en lugar de en un contexto de laboratorio). Aunque cinco de los 11 estudios fueron patrocinados, las fuentes de financiación fueron instituciones académicas y de investigación, en lugar de organismos con un interés comercial en los resultados de la evaluación de los programas.
Resultados clave
Debido a la evidencia limitada y de muy baja calidad, no fue posible determinar de manera fiable los efectos del inicio escolar tardío. Se encontró que el inicio escolar tardío puede proporcionar efectos beneficios académicos, pero los resultados de cuatro estudios proporcionaron hallazgos variados. El inicio escolar más tardío se asoció con un aumento del sueño nocturno-en la escuela en los alumnos según la síntesis de dos estudios, y la evidencia de otros seis estudios también apoyó la relación entre el inicio escolar más tardío y una mayor duración del sueño. Un estudio informó que los alumnos en las escuelas de inicio escolar más tardío informaron menos síntomas depresivos que sus compañeros con un inicio escolar más temprano. Diferentes estudios informaron resultados variados con respecto a la asociación entre el inicio escolar tardío y el aumento de la asistencia y la lucidez de los alumnos. Estas intervenciones también pueden tener efectos adversos potenciales sobre la logística, ya que los componentes cualitativos de un estudio informaron menos interacción entre los padres y los niños, y otro informó dificultades con el personal y los horarios. Nuevamente, debido a la evidencia limitada y de muy baja calidad, no fue posible establecer conclusiones firmes acerca de los efectos adversos del inicio escolar tardío.
Calidad de la evidencia
La calidad de la evidencia fue muy baja, por lo que no fue posible suponer que los hallazgos reflejan los verdaderos efectos beneficiosos o adversos del inicio escolar tardío.
Esta revisión sistemática sobre el inicio escolar tardío indica varios efectos beneficiosos potenciales de esta intervención y apunta a la necesidad de estudios primarios de calidad más alta. Sin embargo, como resultado de la base de evidencia limitada, no fue posible determinar los efectos del inicio escolar tardío con cierta seguridad.
Varios sistemas escolares en todo el mundo han propuesto e implementado el inicio escolar tardío como una forma de evitar las repercusiones potencialmente negativas que los horarios tempranos en la mañana pueden tener sobre los alumnos adolescentes. Incluso la privación leve de sueño se ha asociado con importantes preocupaciones sanitarias y educativas: mayor riesgo de accidentes y lesiones, problemas de aprendizaje, agresión, pérdida de memoria, baja autoestima y cambios en el metabolismo. Aunque los investigadores han empezado a explorar los efectos de retrasar el inicio escolar, no se ha realizado una revisión rigurosa de la evidencia para determinar si el inicio escolar tardío apoya la salud, la educación y el bienestar de los adolescentes.
Se pretendió evaluar los efectos de un inicio escolar tardío para apoyar la salud, la educación y el bienestar de los alumnos de educación secundaria.
Los objetivos secundarios eran explorar los posibles efectos diferenciales de las horas de inicio de clases más tardías en subgrupos de estudiantes y en diferentes tipos de escuelas; identificar las prácticas de aplicación, los factores contextuales y las modalidades de prestación de servicios asociados con los efectos positivos y negativos de las horas de inicio de clases más tardías; y evaluar los efectos de las horas de inicio de clases más tardías en la comunidad en general (profesores y personal de la escuela secundaria, el vecindario y las familias).
Se realizó la búsqueda principal para esta revisión el 28 de octubre de 2014 y se actualizó el 8 de febrero de 2016. Se hicieron búsquedas en CENTRAL, así como en 17 bases de datos electrónicas clave (incluyendo MEDLINE, Embase, ERIC, PsycINFO y Sociological Abstracts), en ediciones actuales de revistas relevantes y sitios web de organizaciones, registros de ensayos y en Google Scholar.
Se incluyó cualquier ensayo controlado aleatorizado, estudio controlado tipo antes y después (before-and-after studies) y estudio de series de tiempo interrumpido con puntos suficientes de datos concernientes a alumnos de 13 a 19 años de edad y que compararan inicios escolares diferentes. Fueron elegibles los estudios que informaron resultados primarios de interés (resultados académicos, cantidad o calidad del sueño, indicadores de salud mental, asistencia o lucidez) o resultados secundarios (conductas de salud, indicadores de salud y seguridad, resultados sociales, resultados familiares, resultados escolares o resultados de la comunidad).
Al menos dos autores de la revisión decidieron de forma independiente la inclusión y la exclusión mediante la revisión de los títulos, los resúmenes y los informes del texto completo. Dos autores de la revisión extrajeron de forma independiente los datos de todos los estudios elegibles. Los resultados se presentaron mediante una síntesis narrativa de todos los estudios. Cuando las muestras de dos o más estudios proporcionaron información suficiente para poder realizar los cálculos del tamaño del efecto, se realizaron metanálisis de efectos aleatorios para resumir los efectos entre los estudios.
La búsqueda localizó 17 registros elegibles que informaban sobre 11 estudios únicos con 297 994 participantes; los estudios examinaron los resultados académicos, la cantidad y la calidad del sueño, los indicadores de salud mental, la asistencia y el estado de lucidez de los estudiantes. En general, la calidad del conjunto de evidencia fue muy baja, ya que la mayoría de los estudios se consideró con riesgo alto o incierto de sesgo con respecto a la asignación, el desgaste, la falta de asignación al azar y la obtención de los datos iniciales. Por lo tanto, no hay seguridad acerca de los efectos del inicio escolar tardío.
La evidencia preliminar de los estudios incluidos indicó una asociación potencial entre el inicio escolar tardío y los resultados académicos y psicosociales, pero la calidad y la comparabilidad de estos datos no fueron adecuadas y a menudo impidieron la síntesis cuantitativa. Cuatro estudios examinaron la asociación entre el inicio escolar tardío y los resultados académicos e informaron resultados variados. Seis estudios examinaron los efectos sobre la cantidad total del sueño e informaron relaciones positivas significativas entre el inicio escolar tardío y la cantidad del sueño. Un estudio proporcionó información con respecto a resultados de salud mental e informó una asociación entre la disminución de los síntomas depresivos y el inicio escolar tardío. Hubo resultados variados para la asociación entre el inicio escolar tardío y el ausentismo escolar. Tres estudios presentaron resultados variados en cuanto a la asociación entre el inicio escolar tardío y la lucidez de los alumnos. Hubo una indicación limitada de efectos adversos potenciales sobre la logística, ya que los componentes cualitativos de un estudio informaron una menor interacción entre los padres y los niños, y otro informó dificultades con el personal y los horarios. Debido a la evidencia insuficiente, en este momento no es posible establecer conclusiones firmes en cuanto a los efectos adversos.
Es importante señalar las limitaciones de esta evidencia, especialmente porque es difícil realizar ensayos controlados aleatorizados y estudios primarios de alta calidad; los sistemas escolares a menudo no están dispuestos o no pueden permitir a los investigadores el control necesario sobre la programación y la recopilación de datos. Además, esta evidencia no trata sobre el proceso de implementar inicios escolares tardíos, ya que los estudios incluidos se enfocaron en informar sobre los efectos en lugar de explorar el proceso.
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