Hasta la fecha, la única opción para tratar la alergia alimentaria es la evitación estricta de los alimentos y llevar un inyector de epinefrina (Epipen/Twinject) en el caso de una reacción alérgica. Para alimentos como la leche de vaca, evitarlos es muy difícil porque se encuentra en muchos alimentos. El temor constante de ingerir o tomar accidentalmente leche de vaca y la ansiedad relacionada con llevar un inyector tiene efectos negativos sobre la calidad de vida. La ingestión accidental de leche puede causar reacciones potencialmente mortales. La inmunoterapia oral incluye ingerir inicialmente una cantidad muy pequeña del alergeno, en el caso de alergia láctea a la leche de vaca, y aumentar lentamente la cantidad cada día hasta alcanzar una porción completa. Lo anterior puede cambiar la manera en la que el sistema inmunitario del cuerpo ve el alergeno y es posible aumentar la cantidad de leche que se puede ingerir o beber sin que ocurra una reacción.
Se identificaron ensayos controlados aleatorios que compararon la inmunoterapia oral con placebo o una dieta de evitación continua en niños y adultos con alergia a la leche de vaca. Cinco estudios cumplieron los criterios de inclusión. Hubo 196 participantes (106 en el grupo de tratamiento y 90 en el grupo control) y todos fueron niños. En general, la calidad de los estudios fue baja.
Debido a que los ensayos incluyeron números pequeños y hubo problemas con la manera en la que se realizaron, se necesitan estudios de investigación adicionales. Las pruebas actuales indican que la inmunoterapia oral puede ayudar a la mayoría de los niños con alergia a que toleren una porción completa de leche, siempre que beban esa cantidad cada día. Sin embargo, no se conoce si esta protección continúa si la inmunoterapia se detiene por algún tiempo. Los efectos secundarios durante la inmunoterapia oral son frecuentes y la mayoría de los pacientes tendrá, al menos, algunos síntomas leves. En los estudios incluidos por cada 11 pacientes que recibieron inmunoterapia oral, uno necesitó ser tratado con una inyección de epinefrina en algún momento debido a una reacción alérgica grave al tratamiento.
En los estudios realizados hasta la fecha ha participado un número reducido de pacientes y la calidad de las pruebas es generalmente baja. Las pruebas actuales indican que la ITOL puede dar lugar a la desensibilización en la mayoría de los pacientes con ALVMI, aunque no se ha establecido el desarrollo de tolerancia a largo plazo. Un inconveniente importante de la ITOL es la frecuencia de efectos adversos, aunque en su mayoría son leves y autolimitados. El uso de epinefrina parenteral es frecuente. Debido a que no hay protocolos estandarizados, se necesitarían guías antes de incorporar la desensibilización a la práctica clínica.
La base del tratamiento de la alergia a la leche de vaca mediada por IgE (ALVMI) es una dieta de evitación que es especialmente difícil con alimentos que se encuentran en todas partes como la leche. La inmunoterapia oral láctea (ITOL) puede ser un tratamiento alternativo mediante la desensibilización o la inducción de la tolerancia.
El objetivo fue evaluar la eficacia y la seguridad clínica de la ITOL en los niños y los adultos con ALVMI comparada con un tratamiento placebo o una estrategia de evitación.
Se realizaron búsquedas en 13 bases de datos en busca de artículos de revistas, actas de congresos, tesis y ensayos no publicados, sin restricciones de idioma ni fecha, mediante una combinación de encabezados de temas y palabras de texto. La búsqueda se actualizó hasta el 1 de octubre de 2012.
Para la inclusión solo se consideraron los estudios controlados aleatorios (ECA). Se incluyeron los diseños de ensayos ciegos y abiertos. Se incluyeron niños y adultos con ALVMI. Se incluyó la ITOL administrada por cualquier protocolo.
Para su posible inclusión se identificaron y seleccionaron 2111 registros únicos. Dos revisores, de forma independiente, seleccionaron los estudios, extrajeron los datos y evaluaron la calidad metodológica. Se intentó establecer contacto con los investigadores de los estudios para averiguar acerca de datos no publicados necesarios para el análisis. La heterogeneidad estadística se evaluó mediante la prueba I². Para cada resultado se calculó un cociente de riesgos (CR) agrupado mediante un modelo de Mantel-Haenzel de efectos fijos si la heterogeneidad estadística fue baja evaluada por un valor de I² menor del 50%.
De 157 registros examinados se incluyeron 16, lo que corresponde con cinco ensayos. En general, los estudios fueron pequeños y el rigor metodológico no fue consistente. La calidad global de las pruebas se calificó como baja. Cada estudio utilizó un protocolo diferente de ITOL. Se estudiaron 196 pacientes (106 ITOL, 90 controles) y todos fueron niños. Tres estudios fueron ciegos y dos utilizaron un control de dieta de evitación. Sesenta y seis pacientes (62%) del grupo de ITOL pudieron tolerar una porción completa de leche (cerca de 200 ml) comparados con siete (8%) del grupo control (CR 6,61; IC del 95%: 3,51 a 12,44). Además, 27 (25%) del grupo de ITOL pudieron ingerir una porción parcial de leche (10 a 184 ml), comparado con ninguno del grupo control (CR 9,34; IC del 95%: 2,72 a 32,09). Ninguno de los estudios evaluó a los pacientes después de un período sin inmunoterapia. Las reacciones adversas fueron frecuentes (97 de 106 pacientes con ITOL tuvieron al menos un síntoma), aunque en su mayoría fueron locales y leves. Debido a la variabilidad en los métodos de informe no fue posible combinar cuantitativamente los efectos adversos. Por cada 11 pacientes que recibieron ITOL uno requirió epinefrina intramuscular. Un paciente lo requirió en dos ocasiones.
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