¿La terapia hormonal mejora la función sexual de las mujeres en la menopausia o después de ella?

Mensajes clave

• El estrógeno (la hormona asociada al desarrollo sexual y reproductivo de la mujer) por sí solo probablemente mejora las puntuaciones de la función sexual en comparación con el placebo.

• No está claro el efecto de los estrógenos más progestágenos (otra hormona femenina), los esteroides sintéticos (como la tibolona), los moduladores selectivos de receptores estrogénicos (que afectan el funcionamiento del estrógeno) o los moduladores selectivos de receptores estrogénicos más estrógeno sobre la función sexual en comparación con el placebo o ningún tratamiento.

• Las diferentes terapias hormonales y dosis, así como los cuestionarios utilizados para la evaluación, podrían haber provocado la variación observada en los resultados.

¿Qué es la menopausia y cuáles son sus efectos en la mujer?

La menopausia es el momento en que las mujeres dejan de menstruar, normalmente entre los 45 y los 55 años. Durante la menopausia, los ovarios dejan gradualmente de producir estrógenos, la hormona que regula la menstruación. La reducción de estrógeno puede causar síntomas no deseados antes de que cese la menstruación (perimenopausia), durante la menopausia y después de la menopausia (posmenopausia). Los síntomas incluyen cambios de humor, sofocos y sudores nocturnos. Las molestias sexuales, como las relaciones sexuales dolorosas, la falta de interés por el sexo y los problemas relacionados con la excitación o el orgasmo, son frecuentes después de la menopausia y pueden afectar la autoestima, la confianza en sí misma y la salud sexual de las mujeres.

¿Qué es la terapia hormonal y cómo puede ayudar a la función sexual de la mujer?

La terapia hormonal consiste en varias hormonas o combinaciones de hormonas que pueden ayudar a reducir los síntomas de la menopausia. Se puede administrar en forma de parches cutáneos, espráis o geles, comprimidos o implantes, y se utiliza para tratar una amplia variedad de síntomas perimenopáusicos y posmenopáusicos. La terapia hormonal podría mejorar los síntomas que afectan la función sexual, como la sequedad, el picor y las relaciones sexuales dolorosas, al aumentar la lubricación, la irrigación sanguínea y la sensibilidad en los tejidos vaginales.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quería averiguar si la terapia hormonal mejora el funcionamiento sexual de las mujeres y si los efectos son diferentes en las distintas fases de la menopausia. También interesaba saber qué tipos de terapia hormonal eran más eficaces: el estrógeno solo, el estrógeno combinado con otras hormonas o los esteroides u hormonas sintéticos (manufacturados).

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que analizaran los diferentes tipos de terapia hormonal en comparación con placebo (un fármaco ficticio) o ningún tratamiento y su efecto sobre la función sexual en mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas. Se buscaron estudios que utilizaran estrógeno solo; estrógeno en combinación con progestágenos; esteroides sintéticos (como la tibolona); moduladores selectivos de receptores estrogénicos (SERM, que afectan el funcionamiento del estrógeno al bloquear o activar diferentes partes del cuerpo, como el raloxifeno o el bazedoxifeno); y moduladores selectivos de receptores estrogénicos combinados con estrógeno.

Lo que más interesaba era el efecto de la terapia hormonal en la puntuación global de la función sexual, que mide el efecto de la terapia hormonal en todas las áreas de la función sexual combinadas: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor. También se quería conocer el efecto de la terapia hormonal en las áreas individuales que componen la puntuación global de la función sexual. Las puntuaciones se debían evaluar mediante un cuestionario reconocido y validado.

Las mujeres se dividieron en función del tiempo transcurrido desde su última menstruación:

• en los cinco años siguientes a su última menstruación con o sin síntomas menopáusicos; y

• más de cinco años desde su último período menstrual, independientemente de los síntomas menopáusicos.

Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se evaluó sobre la base de factores como la metodología y el tamaño de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 36 estudios que incluyeron a 23 299 mujeres. Todos los estudios, menos uno, incluyeron a mujeres después de la menopausia; el otro incluyó a mujeres durante la menopausia. Algunas mujeres, pero no todas, presentaban síntomas molestos como sofocos, sudores nocturnos y sequedad vaginal.

• En las mujeres en los cinco años siguientes a su última menstruación, el tratamiento con estrógenos solos probablemente mejora ligeramente la función sexual según la puntuación compuesta de la función sexual, en comparación con el placebo.

• En el caso de las mujeres cuya última menstruación se produjo más de cinco años antes, es probable que los estrógenos por sí solos den lugar a una diferencia pequeña o ninguna diferencia en la función sexual, según las puntuaciones de la función sexual en comparación con un placebo.

• En ambos grupos de mujeres, no está claro el efecto de los estrógenos más progestágenos, los esteroides sintéticos, los moduladores selectivos de receptores estrogénicos solos o los moduladores selectivos de receptores estrogénicos más estrógeno sobre la función sexual en comparación con el placebo o ningún tratamiento.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La confianza en la evidencia es de moderada a muy baja debido a la variación de los resultados. Esto se debió probablemente a que los estudios utilizaron diferentes medicamentos y dosis, y diferentes cuestionarios para la evaluación.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta diciembre de 2022.

Conclusiones de los autores: 

La terapia hormonal con estrógenos solos probablemente mejora ligeramente la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres con síntomas menopáusicos o en la posmenopausia temprana (en los cinco años siguientes a la amenorrea), y en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas, especialmente en los dominios de lubricación, dolor y satisfacción. No está claro si los estrógenos combinados con progestágenos mejoran la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas. La evidencia relacionada con otras terapias hormonales (esteroides sintéticos y SERM) es de calidad muy baja y no está claro su efecto sobre la función sexual. La evidencia actual no indica efectos beneficiosos de los esteroides sintéticos (por ejemplo, la tibolona) ni de los SERM solos o combinados con estrógenos sobre la función sexual. Más estudios que evalúen el efecto del estrógeno combinado con progestágenos, los esteroides sintéticos, los SERM y los SERM combinados con estrógeno mejorarían la calidad de la evidencia sobre el efecto de estos tratamientos en la función sexual de las mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas.

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Antecedentes: 

Los periodos perimenopáusico y posmenopáusico se asocian con muchos síntomas, incluidas las molestias sexuales. Esta revisión es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2013.

Objetivos: 

El objetivo era evaluar el efecto de la terapia hormonal sobre la función sexual en mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas.

Métodos de búsqueda: 

El 19 de diciembre de 2022 se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Ginecología y fertilidad (Gynaecology and Fertility Group), CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO, CINAHL, LILACS, ISI Web of Science, dos registros de ensayos y OpenGrey, junto con la verificación de referencias y el contacto con expertos en el campo en busca de estudios adicionales.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que compararan la terapia hormonal con placebo o ninguna intervención (control) mediante cualquier herramienta de evaluación validada para evaluar la función sexual. Se consideró la terapia hormonal: estrógeno solo; estrógeno en combinación con progestágenos; esteroides sintéticos, por ejemplo, tibolona; moduladores selectivos de receptores estrogénicos (SERM), por ejemplo, raloxifeno, bazedoxifeno; y SERM en combinación con estrógeno.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar recomendados por Cochrane. Los datos se analizaron mediante las diferencias de medias (DM) y las diferencias de medias estandarizadas (DME). El desenlace principal fue la puntuación de la función sexual. Los desenlaces secundarios fueron los dominios de la respuesta sexual: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE.

Resultados principales: 

Se incluyeron 36 estudios (23 299 mujeres; 12 225 en el grupo de intervención; 11 074 en grupo control), de los cuales 35 evaluaron a mujeres posmenopáusicas; solo un estudio evaluó a mujeres perimenopáusicas. El subgrupo de "mujeres sintomáticas o posmenopáusicas tempranas" incluyó 10 estudios, que incluyeron mujeres con síntomas menopáusicos (síntomas como sofocos, sudores nocturnos, trastornos del sueño, atrofia vaginal y dispareunia) o posmenopáusicas tempranas (en los cinco años siguientes a la menopausia). El subgrupo de "mujeres posmenopáusicas no seleccionadas" incluyó 26 estudios, que incluyeron a mujeres independientemente de los síntomas menopáusicos y a mujeres cuyo último periodo menstrual se había producido más de cinco años antes. Ningún estudio incluyó solo mujeres con disfunción sexual y solo siete estudios evaluaron la función sexual como desenlace principal. Veinte estudios se consideraron con alto riesgo de sesgo, dos estudios con bajo riesgo y los otros 14 estudios con riesgo de sesgo incierto. Diecinueve estudios recibieron financiación comercial.

El estrógeno solo versus el control probablemente mejora ligeramente la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres posmenopáusicas sintomáticas o tempranas (DME 0,50; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,04 a 0,96; I² = 88%; tres estudios, 699 mujeres; evidencia de calidad moderada), y probablemente da lugar a poca o ninguna diferencia en la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas (DME 0,64; IC del 95%: -0,12 a 1,41; I² = 94%; seis estudios, 608 mujeres; evidencia de calidad moderada). El resultado agrupado indica que el estrógeno solo versus placebo o ninguna intervención probablemente mejora ligeramente la puntuación compuesta de la función sexual (DME 0,60; IC del 95%: 0,16 a 1,04; I² = 92%; nueve estudios, 1307 mujeres, evidencia de calidad moderada).

No está claro el efecto de los estrógenos combinados con progestágenos versus placebo o ninguna intervención sobre la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas (DM 0,08; IC del 95%: -1,52 a 1,68; un estudio, 104 mujeres; evidencia de calidad muy baja).

Tampoco está claro el efecto de los esteroides sintéticos versus control sobre la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres sintomáticas o posmenopáusicas tempranas (DME 1,32; IC del 95%: 1,18 a 1,47; un estudio, 883 mujeres; evidencia de calidad muy baja) ni su efecto en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas (DME 0,46; IC del 95%: 0,07 a 0,85; un estudio, 105 mujeres; evidencia de calidad muy baja).

No existe seguridad acerca del efecto de los SERM versus control sobre la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres sintomáticas o posmenopáusicas tempranas (DM -1,00; IC del 95%: -2,00 a -0,00; un estudio, 215 mujeres; evidencia de calidad muy baja) y su efecto en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas (DM 2,24; IC del 95%: 1,37 a 3,11; dos estudios, 1525 mujeres; I² = 1%; evidencia de calidad baja).

No está claro el efecto de los SERM combinados con estrógenos versus control sobre la puntuación compuesta de la función sexual en mujeres sintomáticas o posmenopáusicas tempranas (DME 0,22; IC del 95%: 0,00 a 0,43; un estudio, 542 mujeres; evidencia de calidad muy baja) ni su efecto en mujeres posmenopáusicas no seleccionadas (DME 2,79; IC del 95%: 2,41 a 3,18; un estudio, 272 mujeres; evidencia de calidad muy baja).

La heterogeneidad observada en muchos análisis podría deberse a variaciones en las intervenciones y las dosis utilizadas, así como a las diferentes herramientas empleadas para la evaluación.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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