Mensajes clave
Las mujeres que se someten a técnicas de reproducción asistida (TRA), como la fecundación in vitro (FIV) o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), y que se identifican como poco respondedoras, deberían plantearse un pretratamiento o un tratamiento complementario con testosterona.
¿Cuál es el problema?
La dehidroepiandrosterona (DHEA) y la testosterona son hormonas conocidas como andrógenos. Las versiones sintéticas de estas hormonas se han utilizado durante muchos años antes del tratamiento de reproducción asistida para mejorar las probabilidades de la mujer de quedar embarazada. Se cree que los andrógenos mejoran las probabilidades de tener un nacido vivo al aumentar la calidad y la cantidad de óvulos.
¿Por qué esto es importante?
Los médicos suelen prescribir andrógenos (DHEA y testosterona) como tratamiento adicional (complementario) a las TRA y las pacientes los solicitan. Se han llevado a cabo muchos estudios de diversa calidad y resultados para observar si el pretratamiento o el tratamiento complementario con andrógenos mejora los desenlaces de la reproducción asistida.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si los andrógenos (DHEA y testosterona) como tratamiento complementario fueron mejor que el placebo (tratamiento falso) o ningún tratamiento o cualquier otro tratamiento activo para mejorar:
- la tasa de nacidos vivos/ embarazo en curso (“nacido vivo” se define como el parto de un feto vivo después de 20 semanas de edad gestacional; “embarazo en curso” se define como evidencia de un saco gestacional con actividad cardíaca fetal a partir de las 12 semanas, confirmado por ecografía);
- la tasa de aborto espontáneo (definida como el número de fetos perdidos antes de las 20 semanas de gestación);
- el embarazo clínico (definido como evidencia de un saco gestacional con actividad cardíaca fetal a las seis semanas de gestación, confirmado por ecografía).
También se quería saber si los andrógenos (DHEA o testosterona) utilizados con TRA afectaban el riesgo de:
- efectos adversos en la mujer, incluido el embarazo ectópico y las complicaciones durante el embarazo o el parto;
- efectos adversos sobre el feto, incluidas las anomalías fetales.
¿Qué se hizo?
Se buscaron todos los ensayos controlados aleatorizados publicados o no publicados (un tipo de estudio en el que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos terapéuticos) que compararan andrógenos (DHEA o testosterona) como tratamiento complementario con otro tratamiento activo, placebo o ningún tratamiento en mujeres sometidas a reproducción asistida. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios, y la confianza en la evidencia se calificó en función de factores como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 29 estudios que cumplían con los criterios de inclusión, con un total de 3068 mujeres. Los participantes fueron mujeres con infertilidad durante más de un año en todos los estudios incluidos. Catorce estudios analizaron la DHEA y 15 la testosterona.
Es probable que la testosterona mejore las probabilidades de éxito del embarazo en mujeres identificadas como poco respondedoras a la FIV.
Es probable que la DHEA apenas tenga efecto en las probabilidades de embarazo exitoso en mujeres identificadas como poco respondedoras a la FIV.
Es probable que los andrógenos (DHEA y testosterona) no disminuyan las probabilidades de aborto espontáneo. Se desconoce si la DHEA y la testosterona aumentan las probabilidades de embarazo múltiple.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La calidad global de los estudios fue moderada, aunque algunos estudios se realizaron según estándares altos. Se rebajó la calidad de la evidencia por la falta de cegamiento, la baja cifra de episodios y el informe deficiente de los métodos de estudio. Los datos sobre los episodios adversos fueron muy limitados y cualquier episodio notificado fue leve. Se necesitan más estudios de investigación para identificar la duración óptima del tratamiento con testosterona. Los futuros estudios deben recopilar datos sobre episodios adversos y embarazo múltiple.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión actualiza una anterior. La evidencia está actualizada hasta enero de 2024.
Es probable que el pretratamiento con testosterona mejore las tasas de nacidos vivos y embarazos clínicos, y que el pretratamiento con DHEA apenas suponga diferencia en estos parámetros, en mujeres sometidas a FIV que han sido identificadas como poco respondedoras. Es probable que la DHEA y la testosterona no disminuyan las tasas de abortos espontáneos en mujeres sometidas a tratamiento de FIV. Se desconocen los efectos de la DHEA y la testosterona sobre la tasa de embarazos múltiples. Los datos sobre los eventos adversos fueron muy limitados; cualquier evento notificado fue leve. Se necesitan más estudios de investigación para identificar la duración óptima del tratamiento con testosterona. Los futuros estudios deben incluir la recogida de datos sobre eventos adversos y embarazo múltiple.
Los profesionales del campo de la tecnología de reproducción asistida (TRA) buscan continuamente tratamientos alternativos o complementarios para mejorar los desenlaces de las TRA. Esta revisión Cochrane investiga la administración complementaria de versiones sintéticas de dos hormonas producidas naturalmente, la dehidroepiandrosterona (DHEA) y la testosterona, en la reproducción asistida.
Se ha propuesto que las hormonas esteroideas aumentan las tasas de concepción al afectar positivamente a la respuesta folicular a la estimulación con gonadotrofinas. Esto podría dar lugar a un mayor rendimiento ovocitario y, por consiguiente, un aumento en la probabilidad de embarazo.
Evaluar la efectividad y la seguridad de la DHEA y la testosterona como pretratamientos o tratamientos complementarios en mujeres con infertilidad sometidas a reproducción asistida.
Se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas hasta el 8 de enero de 2024: el Registro especializado del Grupo Cochrane de Ginecología y fertilidad (Gynaecology and Fertility Group; CGF), CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO y registros de ensayos en busca de ensayos en curso. También se realizaron búsquedas en índices de citas, Web of Science, PubMed y OpenGrey. También se buscó en las listas de referencias de los estudios pertinentes y se estableció contacto con expertos en el tema para obtener ensayos adicionales. No se aplicaron restricciones de idioma.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon DHEA o testosterona como tratamiento complementario con otra intervención activa, placebo o ningún tratamiento en mujeres sometidas a reproducción asistida.
Dos autores de la revisión seleccionaron los estudios de forma independiente, extrajeron los datos relevantes y evaluaron el riesgo de sesgo. Los datos de los estudios se agruparon mediante modelos de efectos fijos. Se calcularon los odds ratios (OR) para cada desenlace dicotómico. Los análisis se estratificaron por tipo de tratamiento.
Se utilizó el sistema GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de los hallazgos principales.
Se incluyeron 29 ECA. Hubo 1599 mujeres en el grupo de intervención y 1469 en el grupo control. Excepto tres ensayos, las participantes de los ensayos fueron mujeres identificadas como «poco respondedoras» a los protocolos estándar de fecundación in vitro (FIV). Los ensayos incluidos compararon el tratamiento con testosterona o DHEA con placebo o ningún tratamiento.
Pretratamiento con DHEA versus placebo o ningún tratamiento:
Es probable que la DHEA produzca poca o ninguna diferencia en las tasas de nacidos vivos/embarazos en curso (OR 1,30; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,95 a 1,76; I² = 16%; nueve ECA; n = 1433; evidencia de certeza moderada ). Este resultado indica que si las mujeres tienen una probabilidad del 12% de tener un nacido vivo/embarazo en curso con placebo o ningún tratamiento, la tasa de nacidos vivos/embarazo en curso de las mujeres que reciben DHEA estará entre el 12% y el 20%. Es probable que la DHEA no disminuya las tasas de abortos espontáneos (OR 0,85; IC del 95%: 0,53 a 1,37; I² = 0%; 10 ECA; n =1601; evidencia de certeza moderada ).
Es probable que la DHEA produzca poca o ninguna diferencia en las tasas de embarazo clínico (OR 1,18; IC del 95%: 0,93 a 1,49; I² = 0%; 13 ECA; n = 1886; evidencia de certeza moderada ). Este resultado indica que si las mujeres tienen una probabilidad del 17% de tener un embarazo clínico con placebo o ningún tratamiento, la tasa de embarazo clínico de las mujeres tratadas con DHEA estará entre el 16% y el 24%. Hay mucha incertidumbre sobre el efecto de la DHEA en el embarazo múltiple (OR 3,05; IC del 95%: 0,47 a 19,66; siete ECA, n = 463; evidencia de certeza muy baja ).
Pretratamiento con testosterona versus placebo o ningún tratamiento:
Es probable que la testosterona mejore las tasas de nacidos vivo (OR 2,53; IC del 95%: 1,61 a 3,99; I² = 0%; ocho ECA; n =716; evidencia de certeza moderada ). Lo anterior indica que si las mujeres tienen una probabilidad del 10% de nacidos vivos con placebo o ningún tratamiento, la tasa de nacidos vivos en las mujeres que reciben testosterona estará entre el 15% y el 30%. Es probable que la testosterona no disminuya las tasas de abortos espontáneos (OR 1,63; IC del 95%: 0,76 a 3,51; I² = 0%; nueve ECA; n =755; evidencia de certeza moderada ).
Es probable que la testosterona aumente las tasas de embarazo clínico (OR 2,17; IC del 95%: 1,54 a 3,06; I² = 0%; 13 ECA; n = 1152; evidencia de certeza moderada ). Este resultado indica que en si las mujeres tienen una probabilidad del 12% de tener un embarazo clínico con placebo o ningún tratamiento, la tasa de embarazo clínico de las mujeres tratadas con testosterona estará entre el 17% y el 29%. Hay mucha incertidumbre sobre el efecto de la testosterona en el embarazo múltiple (OR 2,56; IC del 95%: 0,59 a 11,20; cinco ECA, n = 449; evidencia de certeza muy baja ).
No se sabe con certeza el efecto de la testosterona versus estradiol ni de la testosterona versus el estradiol más píldoras anticonceptivas orales.
La certeza de la evidencia fue moderada a muy baja, y las limitaciones principales fueron la falta de cegamiento en los ensayos incluidos, el informe insuficiente de los métodos de estudio y los escasos eventos y tamaños muestrales pequeños en algunos ensayos.
Los datos sobre los eventos adversos fueron escasos; cualquier evento notificado fue leve.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.