Métodos anticonceptivos hormonales y riesgo de fracturas en estudios observacionales

Cuando la masa ósea se deteriora con la edad, aumenta el riesgo de fracturas. Los métodos anticonceptivos que incluyen hormonas pueden dar lugar a cambios en la densidad ósea de las mujeres. La preocupación en cuanto a las fracturas puede limitar el uso de estos métodos efectivos. Los estudios observacionales pueden recopilar datos sobre el uso de métodos anticonceptivos y también sobre las fracturas en etapas posteriores de la vida. Hasta junio de 2015, se buscaron dichos estudios en varias bases de datos.

Se incluyeron estudios que consideraron el uso de métodos anticonceptivos hormonales y el riesgo de fracturas. Se examinó la calidad de los métodos de investigación mediante el uso de una herramienta para los estudios observacionales. Con este tipo de estudios, los investigadores necesitan controlar las diferencias en los grupos de estudio. Se utilizaron los resultados de los análisis ajustados según lo informado. Cuando no se dispuso de análisis ajustado, se utilizó el odds ratio para considerar las diferencias entre los grupos.

Se encontraron 14 estudios. Seis de ellos presentaron resultados de buena calidad y consideraron el uso de pastillas anticonceptivas. No se encontró una diferencia general en el riesgo de fracturas para las mujeres que utilizan y las que no utilizan pastillas anticonceptivas. Un estudio halló que las mujeres que utilizan pastillas anticonceptivas tuvieron mayor probabilidad de presentar fracturas en general. Otro tuvo datos posteriores de un subgrupo de dichas mujeres. El uso de la píldora anticonceptiva no se relacionó con el riesgo de fractura, excepto durante 10 o más años desde su uso. Aun así, otro estudio mostró un riesgo mayor cuando la mujer tuvo diez prescripciones o más. Cuando un estudio de las mujeres posmenopáusicas excluyó a las mujeres con fracturas previas, las mujeres que utilizaban pastillas anticonceptivas no presentaron un riesgo mayor de fracturas. Dos otros estudios observaron más fracturas en las mujeres que utilizan pastillas anticonceptivas aunque sólo para ciertos subgrupos de mujeres.

Dos estudios consideraron los métodos anticonceptivos que sólo contienen la hormona progestina. Encontraron que las usuarias del 'depo' inyectado (acetato de medroxiprogesterona de depósito) tenían más fracturas, al igual que las mujeres con un uso actual más prolongado. Uno mostró más fracturas en las mujeres que utilizaron “depo” anteriormente. Otro estudio reveló que las mujeres que habían usado el dispositivo intrauterino (DIU) hormonal tenían menor probabilidad de presentar fracturas.

Estos estudios no mostraron que las pastillas anticonceptivas estén generalmente relacionadas con más fracturas. Algunos estudios informaron un riesgo mayor para los subgrupos. Las mujeres que utilizan "depo" pueden presentar un riesgo mayor de fracturas. Los estudios observacionales deben examinar las diferencias entre los grupos de estudio. Los investigadores deben tener claros los factores estudiados en el análisis.

Conclusiones de los autores: 

Los estudios observacionales no indican una asociación general entre el uso de anticonceptivos orales y el riesgo de fractura. Algunos informaron un mayor riesgo para subgrupos específicos de mujeres. Las mujeres que utilizan AMPD pueden presentar un mayor riesgo de fracturas. Un estudio indicó que el uso de DIU hormonales puede asociarse con una reducción del riesgo. Los estudios observacionales deben realizar análisis ajustados debido a que los grupos de comparación generalmente presentan diferencias. Los investigadores deben tener claro cuáles son las variables examinadas en el análisis multivariado.

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Antecedentes: 

La disminución de la masa ósea con la edad aumenta el riesgo de fracturas esqueléticas, especialmente de la cadera, la columna y la muñeca. El uso de anticonceptivos con esteroides se ha asociado con cambios en la densidad mineral ósea en mujeres. No está claro si estos cambios incrementan el riesgo de fracturas en etapas posteriores de la vida. Los anticonceptivos hormonales se encuentran entre los más efectivos y los utilizados más ampliamente. La preocupación acerca de las fracturas puede limitar el uso de estos anticonceptivos efectivos. Los estudios observacionales pueden recopilar datos sobre el uso de anticonceptivos premenopáusicos y también sobre la incidencia de fracturas en etapas posteriores de la vida.

Objetivos: 

Se examinó sistemáticamente la evidencia de los estudios observacionales sobre el uso de anticonceptivos hormonales para la anticoncepción y el riesgo de fracturas en las mujeres.

Métodos de búsqueda: 

Hasta junio de 2015, se buscaron estudios observacionales. Las bases de datos incluyeron PubMed, POPLINE, Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), LILACS, EMBASE, CINAHL y Web of Science. También se hicieron búsquedas de ensayos clínicos recientes a través de ClinicalTrials.gov y ICTRP. Para otros estudios, se examinaron las listas de referencias de los artículos relevantes y se escribió a los investigadores para obtener informes adicionales.

Criterios de selección: 

Se incluyeron estudios de cohortes y de casos y controles sobre el uso de anticonceptivos hormonales. Las intervenciones incluyeron comparaciones de un anticonceptivo hormonal con un anticonceptivo no hormonal, ningún anticonceptivo u otro anticonceptivo hormonal. El resultado primario fue el riesgo de fractura.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente. Un autor entró los datos en RevMan, y un segundo autor verificó su exactitud. Se examinó la calidad de la evidencia mediante la Newcastle-Ottawa Quality Assessment Scale (NOS), desarrollada para los estudios de cohortes y de casos y controles. El análisis de sensibilidad incluyó estudios de calidad moderada o alta basado en la evaluación con la NOS.

Debido a la necesidad de controlar los factores de confusión en los estudios observacionales, se utilizaron los cálculos ajustados de los modelos según lo informado por los autores. Cuando no se dispuso de análisis ajustados, se calculó el odds ratio (OR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. Debido a la variedad de diseños de estudio no se realizó un metanálisis.

Resultados principales: 

Se incluyeron 14 estudios (7 estudios de casos y controles y 7 de cohortes). Estos examinaron los anticonceptivos orales (AO), el acetato de medroxiprogesterona de depósito (AMPD) y el dispositivo intrauterino hormonal (DIU). Esta sección se centra en el análisis de sensibilidad con seis estudios que proporcionaron evidencia de calidad moderada o alta.

Los seis estudios examinaron el uso de anticonceptivos orales. Se observaron pocas asociaciones con el riesgo de fracturas. Un estudio de cohorte informó que las usuarias de AO tuvieron un mayor riesgo de todas las fracturas (CR 1,20; IC del 95%: 1,08 a 1,34). Sin embargo, un estudio de casos y controles con datos posteriores de un subconjunto no informó ninguna asociación, excepto para aquellos con 10 años o más desde su uso (OR 1,55; IC del 95%: 1,03 a 2,33). Otro estudio de casos y controles informó un mayor riesgo sólo para los que tenían diez o más prescripciones médicas (OR 1,09; IC del 95%: 1,03 a 1,16). Un estudio de cohortes en mujeres posmenopáusicas no encontró ningún aumento en el riesgo de fracturas en cuanto al uso de AO después de la exclusión de las mujeres con fracturas previas. Otros dos estudios encontraron poca evidencia de la asociación entre el uso de AO y el riesgo de fracturas. Un estudio de cohortes observó un mayor riesgo para los subgrupos, como las mujeres con uso más prolongado o con intervalos específicos desde el uso. Un estudio de casos y controles informó un mayor riesgo de cualquier fractura sólo entre las mujeres jóvenes con un uso menor que el promedio.

Dos estudios de casos y controles también examinaron los anticonceptivos de progestina sola. Uno informó un mayor riesgo de fractura por el uso continuo del AMPD (OR 1,44; IC del 95%: 1,01 a 2,06), más de cuatro años de uso (OR 2,16; IC del 95%: 1,32 a 3,53) y mujeres mayores de 50 años. El otro informó un mayor riesgo para cualquier uso anterior, incluyendo una o dos prescripciones médicas (OR 1,17; IC del 95%: 1,07 a 1,29) y para el uso actual de 3 a 9 prescripciones médicas (OR 1,36; IC del 95%: 1,15 a 1,60) o 10 o más (OR 1,54; IC del 95%: 1,33 a 1,78). Para el DIU liberador de levonorgestrel, un estudio informó una reducción del riesgo de fractura para el uso continuo (OR 0,75; IC del 95%: 0,64 a 0,87) y para el uso prolongado.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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