Antecedentes
El traumatismo craneoencefálico es un evento frecuente y puede dañar el cerebro. Esta lesión grave a menudo está seguida de crisis convulsivas (ataques), que pueden empeorar el daño y provocar epilepsia crónica, un trastorno neurológico caracterizado por crisis convulsivas recurrentes frecuentes. Los fármacos antiepilépticos generalmente se administran para suprimir las crisis convulsivas ya diagnosticadas. Su función para curar la enfermedad y prevenir la aparición de epilepsia en los pacientes que se consideran en riesgo de crisis convulsivas después de cualquier lesión cerebral, incluido el traumatismo craneoencefálico, no se conoce bien.
Características de los estudios
Se buscaron los estudios que evaluaron el efecto de la administración precoz de fármacos antiepilépticos u otros posibles agentes neuroprotectores (que actúan al proteger la estructura o la función de los nervios) sobre la epilepsia postraumática. Los resultados primarios de interés fueron las crisis convulsivas postraumáticas tempranas (en el transcurso de una semana desde el traumatismo) y las crisis convulsivas tardías (después de una semana postraumatismo). También se analizó la muerte, el tiempo hasta la crisis convulsiva tardía y los efectos secundarios. Las pruebas están actualizadas hasta enero 2015.
Resultados clave
Se encontraron 10 ensayos clínicos con 2326 pacientes informados en 12 artículos publicados. Las pruebas disponibles indicaron que el tratamiento precoz con un fármaco antiepiléptico tradicional (fenitoína o carbamazepina) puede reducir el riesgo de crisis convulsivas postraumáticas tempranas. Los fármacos antiepilépticos tradicionales no son más eficaces que el placebo (un comprimido simulado) o la atención estándar para reducir las crisis convulsivas tardías o la mortalidad. Hubo datos limitados disponibles para la comparación de un FAE con otro FAE y para la comparación de otros agentes potencialmente neuroprotectores con placebo. La mayoría de los estudios no informó efectos secundarios graves y otros efectos secundarios.
Calidad de la evidencia
La calidad general de las pruebas varió y los resultados deben interpretarse con precaución.
Esta revisión encontró pruebas de baja calidad de que el tratamiento precoz con un FAE en comparación con placebo o atención estándar redujo el riesgo de crisis convulsivas postraumáticas tempranas. No hubo pruebas para apoyar una reducción en el riesgo de crisis convulsivas tardías o de mortalidad. No hubo pruebas suficientes para establecer cualquier conclusión con respecto a la efectividad o la seguridad de otros agentes neuroprotectores en comparación con placebo o para la comparación de fenitoína, un FAE tradicional, con otro FAE.
El traumatismo craneoencefálico es un evento frecuente y puede causar un espectro de discapacidades motoras y cognitivas. Una complicación frecuente son las crisis convulsivas. Los fármacos antiepilépticos (FAE) como la fenitoína se utilizan con frecuencia en la práctica clínica con la intención de prevenir la epilepsia postraumática. Actualmente se desconoce si la intervención médica inmediata después del traumatismo craneoencefálico con FAE o fármacos neuroprotectores puede alterar el proceso de epileptogénesis y dar lugar a un resultado más favorable. Esta revisión intentó analizar la efectividad de estas intervenciones de tratamientos. Esta revisión actualiza y amplía la revisión Cochrane anterior.
Comparar la eficacia de los fármacos antiepilépticos y los agentes neuroprotectores versus placebo, atención habitual u otros agentes farmacológicos para la prevención de la epilepsia postraumática en pacientes con diagnóstico de lesión cerebral traumática de cualquier gravedad.
Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Epilepsia (Cochrane Epilepsy Group), CENTRAL, MEDLINE, ClinicalTrials.gov y en la World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) en enero 2015. Se hicieron búsquedas en EMBASE, Biological Abstracts y en el National Research Register en septiembre 2014 y en SCOPUS en diciembre 2013. El Grupo Cochrane de Epilepsia realizó búsquedas manuales en revistas relevantes.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon FAE o agentes neuroprotectores con placebo, otro agente farmacológico o un grupo de atención habitual. Los resultados medidos incluyeron una crisis convulsiva que ocurrió en el transcurso de una semana desde el traumatismo (crisis convulsiva temprana), crisis convulsiva que ocurrió después de una semana postraumatismo (crisis convulsiva tardía), mortalidad y cualquier evento adverso.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la calidad de los estudios y extrajeron los datos. Se calcularon los cocientes de riesgos (CR) y los intervalos de confianza (IC) del 95% para cada resultado. Se utilizaron modelos de efectos aleatorios en los metanálisis y se realizaron análisis de subgrupos y de sensibilidad predefinidos.
Esta revisión incluyó diez ECA (informados en 12 artículos) con 2326 participantes. La calidad metodológica de los estudios varió. El tipo de intervención se dividió en tres categorías; FAE versus placebo o atención estándar, agente neuroprotector alternativo versus placebo o atención estándar y FAE versus otro FAE. El tratamiento con un FAE (fenitoína o carbamazepina) disminuyó el riesgo de una crisis convulsiva temprana en comparación con placebo o atención estándar (CR 0,42; IC del 95%: 0,23 a 0,73; pruebas de muy baja calidad). No hubo pruebas de una diferencia en el riesgo de aparición de una crisis convulsiva tardía entre FAE y placebo o atención estándar (CR 0,91; IC del 95%: 0,57 a 1,46; pruebas de muy baja calidad). No hubo pruebas de una diferencia significativa en la mortalidad por todas las causas entre FAE y placebo o atención estándar (CR 1,08; IC del 95%: 0,79 a 1,46, pruebas de calidad muy baja). Solamente un estudio analizó otros agentes potencialmente neuroprotectores (sulfato de magnesio) en comparación con placebo. Los cocientes de riesgos fueron: crisis convulsiva tardía 1,07 (IC del 95%: 0,53 a 2,17) y mortalidad por todas las causas 1,20 (IC del 95%: 0,80 a 1,81). No fue posible calcular el cociente de riesgos para la aparición de una crisis convulsiva temprana.
Dos estudios analizaron la comparación de dos FAE (levetiracetam, valproato) y utilizaron fenitoína como el comparador principal en cada estudio. El cociente de riesgos para la mortalidad por todas las causas fue 0,53 (IC del 95%: 0,30 a 0,94). No hubo pruebas de efectos beneficiosos del tratamiento con fenitoína en comparación con otro FAE para las crisis convulsivas tempranas (CR 0,66; 95%: 0,20 a 2,12) o las crisis convulsivas tardías (CR 0,77; IC del 95%: 0,46 a 1,30).
Solo dos estudios informaron eventos adversos. El CR de cualquier evento adverso con FAE en comparación con placebo fue 1,65 (IC del 95%: 0,73 a 3,66; pruebas de baja calidad). No hubo datos suficientes sobre los eventos adversos en las otras comparaciones de tratamiento.