Apoyo psicosocial a los cuidadores informales de los pacientes que conviven con cáncer

Antecedentes

De forma creciente, individuos que no son profesionales de la salud brindan atención a una pareja, un familiar o amigo afectado por el cáncer, lo que puede tener efectos negativos sobre su salud y bienestar. Las intervenciones psicosociales, que comprenden el apoyo psicológico o social e incluyen la interacción directa entre un profesional sanitario y los cuidadores (o pares de cuidador-paciente) pueden ayudar a abordar los efectos negativos sobre la salud de los cuidadores.

Pregunta de la revisión

¿Cuál es la efectividad de las intervenciones psicosociales en comparación con la atención habitual para los cuidadores informales de los pacientes que conviven con cáncer en varios resultados relacionados con la salud y el bienestar?

Resultados

Se hallaron 19 ensayos que compararon las intervenciones psicosociales con la atención habitual, en estudios que incluyeron a casi cuatro mil participantes. Los estudios incluyeron a cuidadores de los pacientes afectados por diferentes tipos de cáncer de todos los estadios de la enfermedad. Hubo diferencias en los componentes de intervención. Los ejemplos de intervención incluyen: información y educación de los cuidadores (o pares de cuidador-paciente), habilidades de afrontamiento, comunicación o resolución de problemas para controlar los síntomas o mejorar las relaciones. Las intervenciones fueron implementadas por profesionales de enfermería, psicólogos u otros profesionales en forma ambulatoria o por vía telefónica.

Puede haber un beneficio mínimo para la calidad de vida de los cuidadores inmediatamente después de la intervención, aunque este efecto puede no ser duradero. Las intervenciones psicosociales pueden tener poco a ningún efecto en la calidad de vida de los pacientes seis a 12 meses postintervención, aunque no se sabe si las intervenciones mejoran la calidad de vida de los pacientes inmediatamente después de la intervención.

Las intervenciones psicosociales pueden tener poco a ningún efecto en la depresión, la ansiedad, las molestias y la salud física de los cuidadores y la ansiedad y las molestias de los pacientes en cualquier momento después de la intervención, o en la depresión de los pacientes de inmediato y la salud física de los pacientes seis a 12 meses postintervención. Las intervenciones psicosociales probablemente tienen poco a ningún efecto en la salud física de los pacientes inmediatamente después de la intervención o la depresión de los pacientes tres a seis meses postintervención.

Tres estudios informaron de los efectos adversos, incluidas mayores molestias y trastornos relacionados con la funcionalidad sexual y menores niveles de satisfacción con las relaciones para los cuidadores, mayores niveles de molestia para los pacientes, y el contenido de la intervención se consideró inapropiado para algunos participantes. Ningún estudio consideró la coste-efectividad o la satisfacción con la intervención de los cuidadores o los pacientes. Dado que la calidad de la evidencia fue en general baja, los resultados deben ser considerados con cuidado.

Conclusión

Las intervenciones psicosociales no afectan de un modo clínicamente significativo a los resultados para los cuidadores de forma independiente del tipo o estadio del cáncer del paciente. Es posible que otros resultados (p.ej., calidad de las relaciones) u otras intervenciones psicosociales (p.ej., meditación) puedan ser más útiles para los cuidadores. Las intervenciones deben analizarse en ensayos mejor realizados. El desarrollo de intervenciones debe incluir a los cuidadores y prestar especial atención a las necesidades personales individuales.

Conclusiones de los autores: 

La heterogeneidad entre los estudios dificulta establecer conclusiones firmes con respecto a la efectividad de las intervenciones psicosociales para esta población. Se necesitan de manera urgente ensayos rigurosos con evaluaciones de proceso y descripciones de intervenciones más claras y detalladas. Deben realizarse estudios de coste-efectividad junto con los ensayos futuros.

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Antecedentes: 

De forma creciente, el cáncer se reconoce como una afección crónica con una población en aumento de cuidadores informales que brindan atención a los pacientes con la enfermedad. La atención informal puede afectar negativamente la salud y el bienestar de los cuidadores. Se necesita un informe sintetizado de la mejor evidencia para ayudar en la toma de decisiones acerca de formas efectivas de apoyar a los cuidadores de pacientes "que conviven con cáncer".

Objetivos: 

Evaluar la efectividad de las intervenciones psicosociales diseñadas para mejorar la calidad de vida (CdV), la salud y el bienestar físico de los cuidadores informales de los pacientes que conviven con cáncer en comparación con la atención habitual.

Métodos de búsqueda: 

Se efectuaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO, ProQuest, Open SIGLE, Web of Science desde el inicio hasta enero 2018, registros de ensayos y listas de citas de los estudios incluidos.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que compararon las intervenciones psicosociales en cuidadores informales adultos de adultos afectados por cáncer individualmente o en grupos con la atención habitual. Las intervenciones psicosociales incluyeron intervenciones no farmacológicas con una relación interpersonal entre los cuidadores y los profesionales sanitarios. Se incluyeron intervenciones implementadas a las parejas de cuidador-paciente. Se excluyeron las intervenciones en cuidadores de individuos que recibieron cuidados paliativos u hospitalarios. El resultado primario fue la CdV del cuidador. Los resultados secundarios incluyeron: CdV del paciente, depresión del cuidador y del paciente, ansiedad, trastornos psicológicos, estado de salud físico y satisfacción con la intervención y efectos adversos.

Obtención y análisis de los datos: 

Los autores de revisión, en pares y de forma independiente, cribaron los estudios en cuanto a la elegibilidad, extrajeron los datos y realizaron las evaluaciones de "Riesgo de sesgo". Se sintetizaron los resultados mediante el metanálisis, cuando fue posible, e informaron los resultados restantes en una síntesis narrativa.

Resultados principales: 

Se incluyeron 19 ensayos en la revisión (3725 participantes). Todos los ensayos se informaron en inglés y se realizaron en países de ingresos altos. Los ensayos estaban orientados a los cuidadores de pacientes afectados por varios tipos de cáncer, desde los de reciente diagnóstico hasta los pacientes en espera de tratamiento, los que estaban bajo tratamiento y luego del tratamiento. La mayoría de los ensayos implementaron las intervenciones a parejas de cuidador-paciente (en su mayoría cónyuges), y hubo variación entre las intervenciones grupales e individuales. Hubo mucha heterogeneidad en las intervenciones, aunque la mayoría se definieron como psicoeducativas. Todos los ensayos fueron calificados con "alto riesgo de sesgo".

En comparación con la atención habitual, las intervenciones psicosociales pueden mejorar ligeramente la CdV del cuidador inmediatamente después de la intervención (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,29; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,04 a 0,53; dos estudios, 265 participantes) y pueden tener poco o ningún efecto sobre la CdV del cuidador a los 12 meses (DME 0,14; IC del 95%: - 0,11 a 0,40; dos estudios, 239 participantes) después de la intervención (ambas evidencia de baja calidad).

Las intervenciones psicosociales probablemente tienen poco a ningún efecto en la depresión de los cuidadores de inmediato a un mes de la intervención (DME 0,01; IC del 95%: -0,14 a 0,15; nueve estudios, 702 participantes) (evidencia de calidad moderada). Las intervenciones psicosociales pueden tener poco o ningún efecto sobre la ansiedad del cuidador inmediatamente después de la intervención (DME -0,12; IC del 95%: -0,33 a 0,10; cinco estudios, 329 participantes), la depresión de tres a seis meses (DME 0,03; IC del 95%: -0,33 a 0,38; cinco estudios, 379 participantes) después de la intervención y la CdV del paciente de seis a 12 meses (DME -0,05; IC del 95%: -0,37 a 0,26; tres estudios, 294 participantes) después de la intervención (todas evidencia de baja calidad). Hubo incertidumbre acerca de si las intervenciones psicosociales mejoran la calidad de vida de los pacientes inmediatamente (DME -0,03; IC del 95%: -0,50 a 0,44; dos estudios, 292 participantes) o la ansiedad de los cuidadores de tres a seis meses (DME-0,25; IC del 95%: -0,64 a 0,13; cuatro estudios, 272 participantes) después de la intervención (ambas evidencia de muy baja calidad). En dos estudios que no pudieron agruparse en un metanálisis para el estado de salud del cuidador, se halló poco a ningún efecto inmediatamente después de la intervención y un efecto menor a los 12 meses posintervención. La satisfacción del cuidador o el paciente o el coste-efectividad de las intervenciones no se evaluaron en los estudios. Las intervenciones demostraron buena viabilidad y aceptabilidad.

Las intervenciones psicosociales probablemente tienen poco o ningún efecto sobre el estado de salud física del paciente inmediatamente después de la intervención (DME 0,17; IC del 95%: -0,07 a 0,41; cuatro estudios, 461 participantes) y la depresión del paciente tres a seis meses después de la intervención (DME 0,11; IC del 95%: -0,33 a 0,12; seis estudios, 534 participantes) (ambas evidencia de calidad moderada).

Las intervenciones psicosociales pueden tener poco o ningún efecto sobre el malestar psicológico del cuidador inmediatamente a un mes (DME -0,08; IC del 95%: -0,42 a 0,26; tres estudios, 134 participantes), y a siete a 12 meses (DME 0,08; IC del 95%: -0,42 a 0,58; dos estudios, 62 participantes) después de la intervención; depresión del paciente inmediatamente (DME -0,12; IC del 95%: -0,31 a 0,07; nueve estudios, 852 participantes); ansiedad inmediatamente (DME -0,13; IC del 95%: -0,41 a 0.15; cuatro estudios, 422 participantes) y tres a seis meses (DME -0,22; IC del 95%: -0,45 a 0,02; cuatro estudios, 370 participantes); malestar psicológico inmediato (DME -0,02; IC del 95%: -0,47 a 0,44; dos estudios, 74 participantes) y siete a 12 meses (DME -0.27, IC del 95%: -0,78 a 0,24; dos estudios, 61 participantes); y el estado de salud física a los seis a 12 meses (DME 0,06, IC del 95%: -0,18 a 0,30; dos estudios, 275 participantes) después de la intervención (todas evidencia de baja calidad).

Tres ensayos informaron de los efectos adversos asociados con las intervenciones y en comparación con la atención habitual, incluidas mayores molestias y trastornos relacionados con la funcionalidad sexual y menores niveles de satisfacción con las relaciones para los cuidadores, mayores niveles de molestia para los pacientes, y el contenido de la intervención se consideró inapropiado para algunos participantes.

Los ensayos que no pudieron agruparse en un metanálisis tendieron a no informar el tamaño del efecto y fue difícil estimar la efectividad de la intervención. Se informaron efectos de intervención variables para los resultados de pacientes y cuidadores.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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