Antecedentes
La epilepsia mioclónica juvenil (EMJ) se caracteriza por contracturas involuntarias (no controladas) de los músculos en los hombros y los brazos después de despertar, que a menudo comienzan en la infancia.
Características de los estudios
Se efectuaron búsquedas en las bases de datos científicas en busca de ensayos clínicos que compararan el medicamento antiepiléptico topiramato con placebo (un tratamiento simulado) u otro antiepiléptico en personas con EMJ. Se deseaba evaluar cómo de bien funciona el topiramato y si provocó algún efecto secundario.
Resultados clave
Se incluyeron cuatro ensayos controlados aleatorizados (estudios clínicos en los que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento), con 83 participantes. Según la información de estos ensayos, parece que el topiramato se tolera mejor que el valproato, pero no es más eficaz que este. El topiramato pareció funcionar mejor que el placebo, pero el resultado se basó en una baja cifra de personas incluidas.
Calidad de la evidencia
La calidad de la evidencia de los estudios fue muy baja y los resultados se deben interpretar con precaución. Se necesitan más ensayos controlados aleatorizados con un gran número de participantes para comprobar la eficacia y la tolerabilidad del topiramato en personas con EMJ. Los ensayos futuros deben estar bien diseñados y ser doble ciegos (en los que ni el participante ni el investigador saben qué tratamiento se ha dado hasta después de que se hayan registrado los resultados).
Conclusiones
Esta revisión no proporciona evidencia suficiente para apoyar el uso del topiramato para el tratamiento de las personas con EMJ.
La evidencia está actualizada hasta agosto de 2021.
No se encontraron estudios nuevos desde que la última versión de esta revisión se publicó en 2019. Esta revisión no proporciona evidencia suficiente para apoyar el uso del topiramato para el tratamiento de las personas con EMJ. Según los limitados datos disponibles actuales el topiramato parece ser mejor tolerado que el valproato, pero no están claros sus efectos beneficiosos sobre el valproato con respecto a la eficacia. En el futuro se necesitan ECA doble ciego bien diseñados, con muestras grandes para evaluar la eficacia y la tolerabilidad del topiramato en las personas con EMJ.
El topiramato es un fármaco antiepiléptico (FAE) de amplio espectro más nuevo. Algunos estudios han mostrado efectos beneficiosos del topiramato en el tratamiento de la epilepsia mioclónica juvenil (EMJ). Sin embargo, no se ha realizado una revisión sistemática actual para determinar la eficacia y la tolerabilidad del topiramato en personas con EMJ.
Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2015 y actualizada por última vez en 2019.
Determinar la eficacia y la tolerabilidad del topiramato en el tratamiento de la EMJ.
Para la última actualización, se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane de estudios (CRS Web) el 26 de agosto de 2021 y en MEDLINE (Ovid, 1946 hasta el 26 de agosto de 2021). El CRS Web incluye ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados de PubMed, Embase, ClinicalTrials.gov, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud, el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) y los registros especializados de los Grupos Cochrane de Revisión, incluido el Grupo Cochrane de Epilepsia (Cochrane Epilepsy).
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que investigaron topiramato versus placebo u otro tratamiento con FAE en personas con EMJ, con los desenlaces de proporción de los que responden al tratamiento o experimentan eventos adversos (EA).
Dos autores de la revisión, de forma independiente, revisaron los títulos y los resúmenes de las entradas identificadas, seleccionaron los estudios para inclusión, extrajeron los datos, cotejaron los datos en cuanto a la exactitud y evaluaron la calidad metodológica de los estudios.
Se incluyeron tres estudios con un total de 83 participantes. Para la eficacia, una mayor proporción de participantes del grupo de topiramato tuvieron una reducción del 50% o más en las crisis convulsivas tónicas-clónicas principalmente generalizadas (CTCPG) en comparación con los participantes del grupo placebo (RR 4,00; IC del 95%: 1,08 a 14,75; un estudio; 22 participantes; evidencia de certeza muy baja). No hubo diferencias significativas entre el topiramato y el valproato en los participantes que respondieron con una reducción del 50% o más en las crisis convulsivas mioclónicas (RR 0,88; IC del 95%; 0,67 a 1,15; un estudio, 23 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni en las CTCPG (RR 1,22; IC del 95%; 0,68 a 2,21; un estudio, 16 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni en participantes sin crisis (RR 1,13; IC del 95%; 0,61 a 2,11; un estudio, 27 participantes; evidencia de certeza muy baja). En cuanto a la tolerabilidad, los EA asociados con el topiramato se consideraron moderados a graves, mientras que el 59% de los EA vinculados al valproato se consideraron graves (dos estudios, 61 participantes; evidencia de certeza baja). Además, las puntuaciones de toxicidad sistémica fueron mayores en el grupo de valproato que en el grupo de topiramato.
En general, se consideró que los tres estudios tuvieron alto riesgo de sesgo de desgaste y un riesgo incierto de sesgo de notificación. Se consideró que los otros estudios tuvieron riesgo bajo a incierto o para todos los dominios restantes (sesgo de selección, sesgo de realización, sesgo de detección y otros sesgos). La certeza general de la evidencia de los desenlaces se consideró muy baja con el uso del método GRADE.
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