Pregunta de la revisión
Se examinaron los efectos de los fármacos para el tratamiento de las náuseas y vómitos en adultos en el servicio de urgencias.
Antecedentes
Las náuseas (sentirse enfermo) y vómitos (estar enfermo) son un síntoma frecuente en los pacientes en los servicios de urgencias y pueden ser resultado de varias causas diferentes. Además de ser angustiantes, pueden dar lugar a otros problemas como la deshidratación (cuando el cuerpo pierde más líquidos que los que recibe). Los fármacos para tratar las náuseas han sido útiles en otros contextos, como después de las operaciones, aunque no se sabe cuál es el mejor fármaco para los pacientes en los servicios de urgencias.
Características de los estudios
Las pruebas están actualizadas hasta agosto 2014. Se incluyeron ocho ensayos clínicos con 952 participantes. Los ensayos evaluaron muchos fármacos diferentes a diferentes dosis, pero solamente tres ensayos incluyeron un grupo placebo (fármaco simulado). Seis de estos ensayos fueron de alta calidad, con bajo riesgo de error (es decir sesgo, cuando se exagera el efecto verdadero). En esta revisión se incluyeron los efectos de los fármacos sobre las náuseas y vómitos hasta una hora después de proporcionar el fármaco.
Resultados clave y calidad de las pruebas
Los resultados principales de interés fueron el efecto sobre las náuseas entre cero y 60 minutos después de administrar el fármaco, número de vómitos y efectos secundarios de los fármacos. De estos resultados, solamente se informaron en todos los ensayos las náuseas a los 30 minutos y los efectos secundarios. De todos los ensayos, solamente se informó que un fármaco fue mejor que placebo y otros fármacos. Ese fue el droperidol, que fue incluido en un ensayo pequeño con 97 participantes. Ningún otro fármaco único fue definitivamente mejor que otro, y ninguno de los otros ensayos que incluyeron un grupo placebo indicó que los fármacos activos funcionaran definitivamente mejor que placebo. Los efectos secundarios fueron leves.
Estos resultados indican que en los pacientes en el servicio de urgencias, las náuseas en general mejorarán, ya sea si se tratan con fármacos específicos o con placebo. Por lo tanto, el tratamiento de apoyo como los líquidos intravenosos (cuando los líquidos se administran directamente en un vaso sanguíneo) puede ser suficiente para muchos pacientes. En general, la calidad de las pruebas fue baja, principalmente porque no había datos suficientes.
En la población del SU, no existen pruebas definitivas para apoyar la superioridad de ningún fármaco sobre otro, ni la superioridad de ningún fármaco sobre placebo. Los participantes que recibieron placebo a menudo informaron una mejoría clínicamente significativa de las náuseas, lo que implica que el tratamiento de apoyo general como los líquidos intravenosos puede ser suficiente para la mayoría de los pacientes. Si se considera necesario utilizar un fármaco, su elección se puede hacer sobre la base de otras consideraciones como la preferencia del paciente, el perfil de efectos adversos y el costo. La revisión estuvo limitada por la escasez de ensayos clínicos en este contexto. Los estudios de investigación futuros deben incluir el uso de placebo y considerar la posibilidad de centrarse en grupos con diagnósticos específicos y controlar factores como el líquido intravenoso administrado.
Las náuseas y vómitos son una afección frecuente y angustiante en los servicios de urgencias (SU). La etiología de las náuseas y vómitos en los SU es diversa y a menudo se prescriben fármacos. Actualmente no existe consenso en cuanto a la farmacoterapia óptima de las náuseas y vómitos en el contexto del SU de adultos.
Proporcionar pruebas de la eficacia y la seguridad de los fármacos antieméticos para el tratamiento de las náuseas y vómitos en el contexto del SU de adultos.
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL; 2014, número 8), MEDLINE (OvidSP) (enero 1966 hasta agosto 2014), EMBASE (OvidSP) (enero 1980 hasta agosto 2014) y en ISI Web of Science (enero 1955 hasta agosto 2014). También se buscó en los registros de ensayos clínicos relevantes y en actas de congresos.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) de cualquier fármaco para el tratamiento de las náuseas y vómitos en el tratamiento de los adultos en el SU. La elegibilidad de los estudios no estuvo limitada por el idioma o el estado de publicación.
Dos autores de la revisión de forma independiente realizaron la selección de los estudios, la extracción de los datos y la evaluación del riesgo de sesgo de los estudios incluidos. Se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener la información faltante, si era necesario.
Se incluyeron ocho ensayos, con 952 participantes, de los cuales el 64% eran mujeres. Los ensayos incluidos fueron generalmente de calidad adecuada; seis ensayos presentaban bajo riesgo de sesgo y dos ensayos un alto riesgo de sesgo. Tres ensayos con 518 participantes compararon cinco fármacos diferentes con placebo; todos informaron el resultado primario como cambio medio en la escala analógica visual (EAV) (0 a 100) para la gravedad de las náuseas desde el inicio hasta los 30 minutos. Los ensayos no informaron de manera sistemática otros resultados primarios del cambio en las náuseas en la EAV a los 60 minutos o el número de episodios de vómitos. Las diferencias en el cambio medio en la EAV desde el inicio hasta los 30 minutos entre placebo y los fármacos evaluados fueron: metoclopramida (tres ensayos, 301 participantes; diferencia de medias [DM] -5,27; intervalo de confianza [IC] del 95%: -11,33 a 0,80), ondansetrón (dos ensayos, 250 participantes; DM -4,32; IC del 95%: -11,20 a 2,56), proclorperazina (un ensayo, 50 participantes; DM -1,80; IC del 95%: -14,40 a 10,80), prometazina (un ensayo, 82 participantes; DM -8,47; IC del 95%: -19,79 a 2,85) y droperidol (un ensayo, 48 participantes; DM -15,8; IC del 95%: -26,98 a -4,62). El único cambio estadísticamente significativo en la EAV desde el inicio hasta los 30 minutos fue para droperidol, en un único ensayo con 48 participantes. Ningún otro fármaco fue significativamente superior a placebo desde el punto de vista estadístico. Otros ensayos incluidos evaluaron un fármaco comparado con "controles activos" (antiemético alternativo). No hubo pruebas convincentes de la superioridad de ningún fármaco en concreto comparado con un control activo. Todos los ensayos incluidos en esta revisión informaron los eventos adversos, pero se informaron de manera variable, lo que impidió el agrupamiento significativo de los resultados. Los eventos adversos fueron generalmente leves, no se informaron eventos adversos graves. En general, la calidad de las pruebas fue baja, sobre todo porque no había suficientes datos.
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