Los fármacos beta2agonistas se utilizan para el tratamiento del asma y funcionan al abrir las vías respiratorias para ayudar a los pacientes a respirar con más facilidad. Los beta2agonistas se pueden administrar a los pacientes de dos maneras diferentes, por vía intravenosa (directamente a través de una vena) y a través de un inhalador. Los inhaladores son uno de los tratamientos más importantes para los pacientes con asma aguda grave. La pregunta que esta revisión consideró fue si el tratamiento ofrecería un efecto beneficioso adicional si los pacientes recibieran estos fármacos por ambas vías (al respirarlos a través de un inhalador y al recibirlos directamente a través de una vena) en vez de solamente a través de la inhalación. Esta revisión examinó todos los ensayos controlados aleatorios sobre el uso de beta2agonistas intravenosos además de beta2agonistas inhalados con la atención estándar existente (como esteroides administrados como tabletas o por inyección) en el asma aguda grave.
Se encontraron tres ensayos que incluyeron 104 pacientes (75 niños y 29 adultos) con asma aguda. No hubo diferencias significativas en los adultos que recibieron betaagonistas intravenosos así como atención estándar en el único ensayo pequeño que consideró esta comparación. También se analizó la duración de la estancia en el servicio de urgencias. Dos ensayos informaron un tiempo de recuperación más corto o un alta más rápida del servicio de urgencias en los pacientes que también recibieron betaagonistas intravenosos. Un ensayo informó que más niños presentaron temblores si habían recibido betaagonistas inyectados, mientras que otro ensayo en adultos no informó diferencias significativas en los efectos adversos. Como hay tan pocos ensayos y tan pocos pacientes incluidos, no es posible asegurar la confiabilidad de estos resultados.
Esta revisión encontró que hasta que se realicen ensayos clínicos más grandes y de mayor calidad en esta área no es posible valorar si hay algún aumento del efecto beneficioso con el uso de beta2agonistas intravenosos adicionales en niños o adultos con asma aguda grave en comparación con los beta2agonistas inhalados solos.
Hay pruebas muy limitadas de un estudio (Browne 1997) para apoyar el uso de los beta2agonistas intravenosos en niños con asma aguda grave en cuanto al tiempo de recuperación más corto y de manera similar hay pruebas limitadas (nuevamente del estudio Browne 1997) que indican un efecto beneficioso con respecto a las puntuaciones índice pulmonares; sin embargo, esta ventaja se debe considerar cuidadosamente con relación al aumento de los efectos secundarios asociados con los beta2agonistas intravenosos. No se identificaron efectos beneficiosos significativos para los adultos con asma aguda grave. Hasta que se realicen más ensayos clínicos de alta calidad con un poder estadístico adecuado en esta área no es posible hacer una evaluación sólida del agregado de beta2agonistas intravenosos en niños o adultos con asma aguda grave.
El tratamiento con betaagonistas inhalados es fundamental para el tratamiento del asma aguda. Esta revisión evalúa el efecto beneficioso del uso adicional de los agentes beta2agonistas intravenosos.
Determinar el efecto beneficioso de agregar beta2agonistas intravenosos al tratamiento con beta2agonistas inhalados para el asma aguda tratada en el servicio de urgencias.
Los ensayos controlados aleatorios (ECA) se identificaron mediante el Registro del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group), que es una recopilación de búsquedas sistemáticas en MEDLINE, EMBASE, CINAHL y CENTRAL, así como búsquedas manuales en 20 revistas de temas respiratorios. También se hicieron búsquedas en las bibliografías de los estudios incluidos y de revisiones conocidas. Se estableció contacto con los autores principales y con expertos en el tema para identificar estudios elegibles. La búsqueda se realizó en septiembre de 2012.
Sólo se consideraron para inclusión los ECA. Los estudios se incluyeron si los pacientes se presentaron al servicio de urgencias con asma aguda y fueron tratados con beta2agonistas intravenosos y beta2agonistas inhalados y tratamientos estándar existentes versus beta2agonistas inhalados y tratamientos estándar existentes.
Dos revisores extrajeron los datos de forma independiente y confirmaron sus resultados con los autores de los ensayos correspondientes. Los datos faltantes se obtuvieron de los autores o se calcularon a partir de los datos presentes en los artículos. Se utilizó el modelo de efectos fijos para los odds ratios (OR) y para las diferencias de medias (DM) se utilizó el modelo de efectos fijos y el modelo de efectos aleatorios y se informaron los intervalos de confianza (IC) del 95%.
De los 109 estudios potencialmente relevantes solo tres (104 pacientes) cumplieron con los criterios de inclusión: Bogie 2007 (46 niños), Browne 1997 (29 niños) y Nowak 2010 (29 adultos). Bogie 2007 investigó el agregado de terbutalina intravenosa a albuterol nebulizado a dosis altas en niños con asma aguda grave que requirieron ingreso a una unidad de cuidados intensivos (UCI). Browne 1997 investigó el efecto beneficioso de agregar salbutamol intravenoso al salbutamol inhalado en niños con asma aguda grave en el servicio de urgencias. Nowak 2010 investigó el agregado de bedoradrina intravenosa a la atención estándar (albuterol nebulizado, ipratropio y corticosteroides orales) en adultos y se informó solamente como resumen de congreso.
Con respecto a las tasas de hospitalización no hubo una ventaja significativa (OR 0,29; IC del 95%: 0,06 a 1,38; un ensayo, 29 adultos) del agregado de bedoradrina intravenosa a la atención estándar (albuterol nebulizado, ipratropio y corticosteroides orales).
Se informaron diversos indicadores de resultados para la duración de la estancia hospitalaria entre los ensayos. Browne 1997 informó un tiempo de recuperación significativamente más corto (en cuanto a la interrupción del salbutamol cada 30 minutos) para los niños del grupo de salbutamol intravenoso con salbutamol inhalado (cuatro horas) versus 11,1 horas para el grupo de salbutamol inhalado (p = 0,03). El tiempo hasta la interrupción del nebulizador cada una hora también fue significativamente más corto (p = 0,02) para el grupo de salbutamol intravenoso más inhalado (11,5 horas versus 21,2 horas) y estaban preparados para el alta del paciente del servicio de urgencias como promedio 9,7 horas antes que el grupo de salbutamol inhalado (p
Browne 1997 informó que solo hubo seis de 14 niños con una puntuación índice pulmonar por encima de 6 en el grupo de salbutamol intravenoso más inhalado a las dos horas en comparación con 14 de 15 en el grupo de salbutamol inhalado (p = 0,02)
En Browne 1997 hubo una proporción mayor de temblor en el grupo de salbutamol intravenoso más inhalado que en el grupo de salbutamol inhalado (p