Pregunta de la revisión
Esta revisión intentó obtener evidencia del uso de la telerrehabilitación después del accidente cerebrovascular. Nuestro objetivo era comparar la telerrehabilitación con la terapia administrada cara a cara y con ninguna terapia (atención habitual).
Antecedentes
El accidente cerebrovascular es una causa frecuente de discapacidad en adultos. Después de un accidente cerebrovascular, es frecuente que el paciente tenga dificultades para realizar actividades cotidianas como caminar, bañarse, vestirse y participar en actividades comunitarias. Muchas personas necesitan rehabilitación después de un derrame cerebral; ésta suele ser proporcionada por profesionales de la salud en un entorno hospitalario o clínico. Estudios recientes han investigado si es posible utilizar tecnologías como el teléfono o Internet para ayudar a los pacientes a comunicarse con los profesionales sanitarios sin salir de su domicilio. Este enfoque llamado telerrehabilitación puede ser una forma más conveniente y menos costosa de proporcionar rehabilitación. La telerrehabilitación puede utilizarse para mejorar una serie de resultados, incluidos el funcionamiento físico y el estado de ánimo.
Características de los estudios
Se buscaron estudios en junio de 2019 y se identificaron 22 estudios con 1937 personas después de un accidente cerebrovascular. Los estudios aplicaron una amplia variedad de tratamientos que incluyeron programas de tratamiento diseñados para mejorar la función del brazo y la capacidad de caminar y programas diseñados para proporcionar orientación y apoyo a los pacientes al salir de alta del hospital después del accidente cerebrovascular.
Resultados clave
Como los estudios eran muy diferentes, rara vez era apropiado combinar los resultados para determinar el efecto general. Se comprobó que las personas que recibieron telerrehabilitación tuvieron resultados similares para las actividades de la vida diaria que los que recibieron terapia cara a cara y los que no recibieron ninguna terapia (atención habitual). Hasta el momento no se ha investigado lo suficiente para demostrar si la telerrehabilitación es una forma más eficaz de proporcionar rehabilitación. Algunos estudios informan de que la telerrehabilitación es menos costosa de proporcionar, pero falta información sobre su coste-efectividad. Sólo dos ensayos informaron sobre si se habían producido o no eventos adversos; estos ensayos no encontraron ningún evento adverso grave relacionado con la telerrehabilitación. Se requieren ensayos adicionales.
Calidad de la evidencia
La calidad de la evidencia generalmente fue baja a moderada. La calidad de la evidencia de cada resultado fue limitada debido al reducido número de participantes en el estudio y a la deficiente información sobre los detalles del estudio.
Si bien en la actualidad hay un número cada vez mayor de ECA que prueban la eficacia de la telerrehabilitación, es difícil sacar conclusiones sobre los efectos, ya que las intervenciones y los comparadores variaron mucho entre los estudios. Además, había pocos estudios con un poder de decisión adecuado y varios de los estudios incluidos en esta revisión tenían el riesgo de estar sesgados. En este momento, sólo hay evidencia de nivel bajo o moderado que analizan si la telerrehabilitación es una forma más eficaz o igualmente eficaz de proporcionar rehabilitación. No se ha demostrado que los programas de telerrehabilitación a corto plazo tras el alta hospitalaria reduzcan los síntomas depresivos, mejoren la calidad de vida o mejoren la independencia en las actividades de la vida diaria en comparación con la atención habitual. Los estudios que comparan la telerrehabilitación y la terapia en persona tampoco han encontrado resultados significativamente diferentes entre los grupos, lo que sugiere que la telerrehabilitación no es inferior. Algunos estudios informaron de que la telerrehabilitación es menos costosa de proporcionar, pero falta información sobre su coste-efectividad. Sólo dos ensayos informaron sobre si se habían producido o no eventos adversos; estos ensayos no encontraron ningún evento adverso grave relacionado con la telerrehabilitación. Este campo está aún emergiendo y se necesitan más estudios para sacar conclusiones más definitivas. Además, si bien esta revisión examinó la eficacia de la telerrehabilitación analizada en los ensayos aleatorios, los estudios que utilizan métodos mixtos para evaluar la aceptabilidad y la viabilidad de las intervenciones de telesalud son increíblemente valiosos para medir los resultados.
La telerrehabilitación ofrece una forma alternativa de prestar servicios de rehabilitación. Las tecnologías de la información y la comunicación se utilizan para facilitar la comunicación entre el profesional sanitario y el paciente en un lugar remoto. El uso de la telerrehabilitación es cada vez más viable a medida que la velocidad y la sofisticación de las tecnologías de la comunicación mejoran. Sin embargo, actualmente no está claro cuán eficaz es este modelo de prestación de servicios en relación con la rehabilitación prestada en persona o cuando se añade a la atención habitual.
Determinar si el uso de la telerrehabilitación permite mejorar la capacidad de realizar actividades de la vida diaria de los supervivientes de accidentes cerebrovasculares en comparación con: 1) la rehabilitación en persona (cuando el médico y el paciente se encuentran en el mismo lugar físico y la rehabilitación se proporciona cara a cara); o 2) la no rehabilitación o la atención habitual.
Los objetivos secundarios eran determinar si el uso de la telerrehabilitación conduce a una mayor independencia en el cuidado de sí mismo y en la vida doméstica y a una mejora de la movilidad, el equilibrio, la calidad de vida relacionada con la salud, la depresión, la función de las extremidades superiores, la función cognitiva o la comunicación funcional en comparación con la rehabilitación en persona y sin rehabilitación. Además, se intentó informar sobre la presencia de acontecimientos adversos, la eficacia en función de los costes, la viabilidad y los niveles de satisfacción de los usuarios en relación con las intervenciones de telerrehabilitación.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group) (junio de 2019), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (la Cochrane Library, número 6, 2019), en MEDLINE (Ovid, 1946 hasta junio de 2019), en Embase (1974 hasta junio de 2019) y en ocho bases de datos adicionales. Se realizaron búsquedas en los registros de ensayos y en las listas de referencias.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) de telerrehabilitación en el accidente cerebrovascular. Se incluyeron los estudios que compararan la telerrehabilitación con la rehabilitación en persona o ninguna rehabilitación. Además, se resumieron y describieron los resultados de ECA que compararon dos métodos diferentes de administración de servicios de telerrehabilitación sin un grupo alternativo. Se incluyeron los programas de rehabilitación que utilizaron una combinación de telerrehabilitación y rehabilitación en persona, siempre que la proporción mayor de la intervención se hubiera proporcionado mediante la telerrehabilitación.
Dos revisores de forma independiente identificaron los ensayos según los criterios de inclusión predefinidos, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Un tercer revisor moderó cualquier desacuerdo. Los autores de la revisión se pusieron en contacto con los investigadores para solicitar la información faltante. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la calidad de la evidencia e interpretar los hallazgos.
Se incluyeron 22 ensayos en la revisión con un total de 1937 participantes. El tamaño de los estudios osciló entre la inclusión de 10 y 536 participantes, y la calidad de la información fue a menudo inadecuada, en particular en relación con la generación de secuencias aleatorias y la ocultación de la asignación. En varios estudios se observaron informes de resultados selectivos y datos de resultados incompletos. Las intervenciones y comparaciones de los estudios variaron, lo que significa que, en muchos casos, no era apropiado agrupar los estudios. Los enfoques de intervención incluían programas de apoyo para el alta hospitalaria, entrenamiento de las extremidades superiores, reentrenamiento de las extremidades inferiores y de la movilidad y terapia de comunicación para personas con trastornos del lenguaje posteriores al accidente cerebrovascular. Los estudios se llevaron a cabo al alta hospitalaria o con personas que se encontraban en las fases subagudas o crónicas después de un accidente cerebrovascular.
Resultado primario: se encontró evidencia de calidad moderada de que no hubo diferencias en las actividades de la vida diaria entre las personas que recibieron una intervención de telerrehabilitación posterior al alta hospitalaria y las que recibieron la atención habitual (basado en dos estudios con 661 participantes (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,15 a 0,15). Se encontró evidencia de calidad baja de que no hay diferencias en los efectos sobre las actividades de la vida diaria entre los programas de telerrehabilitación y los de fisioterapia en persona (basados en dos estudios con 75 participantes: DME -0,03; IC del 95%: -0,43 a -0,48; Resultados secundarios: se encontró evidencia de calidad baja de que no había diferencias entre la telerrehabilitación y la rehabilitación en persona para los resultados relacionados con el equilibrio (basado en 3 estudios con 106 participantes: DME -0,08; IC del 95%: -0,30 a -0,46. La combinación de tres estudios con 569 participantes mostró evidencia de calidad moderada de que no había diferencias entre los que recibieron intervenciones de apoyo posteriores al alta y los que recibieron la atención habitual en cuanto a la calidad de vida relacionada con la salud (DME 0,03; IC del 95%: -0,14 a 0,20). De manera similar, la combinación de seis estudios (con 1145 participantes) encontró evidencia de calidad moderada de que no había diferencias en los síntomas depresivos al comparar los programas de teleasistencia posteriores al alta con la atención habitual (DME -0,04; IC del 95%: -0,19 a 0,11). No se encontraron diferencias entre los grupos para la función de los miembros superiores (basado en tres estudios con 170 participantes: diferencia de medias (DM) 1,23; IC del 95%: -2,17 a 4,64; evidencia de calidad baja) cuando se utilizó un programa informático para reentrenar remotamente la función de los miembros superiores en comparación con la terapia en persona. La evidencia no fue suficiente para sacar conclusiones sobre los efectos de la telerrehabilitación en la movilidad o la satisfacción de los participantes con la intervención. Ningún estudio evaluó el coste-efectividad de la telerrehabilitación; sin embargo, cinco de los estudios informaron sobre los resultados de la utilización de los servicios de salud o los costes de las intervenciones realizadas en el marco del estudio. Dos estudios informaron sobre eventos adversos, aunque no se informó de ningún evento adverso grave relacionado con los ensayos.
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