Antecedentes
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune, inflamatoria y desmielinizante del sistema nervioso central. Puede dar lugar a una variedad amplia de síntomas que incluyen deficiencia sensorial, fatigas, problemas para caminar o del equilibrio, deficiencia visual, vértigo y discapacidades cognitivas. Actualmente, los tratamientos para la EM utilizados con más frecuencia son los agentes inmunomoduladores como interferón beta, acetato de glatiramer, natalizumab, fingolimod, teriflunomida y dimetilfumarato. Aunque todos estos agentes han mostrado reducir la frecuencia de recurrencia, tienen un efecto pequeño sobre la discapacidad que caracteriza las formas progresivas de la enfermedad. Los estudios en animales muestran que la acumulación de sodio (Na+) provoca la liberación de calcio intracelular (Ca2+) y aumenta los niveles de calcio que pueden activar la liberación de elementos nocivos. Estos elementos contribuyen a la lesión axonal que exacerba la discapacidad neurológica. Si el bloqueo parcial de los canales de sodio dependientes de voltaje pudiera dar lugar a la neuroprotección en los pacientes con EM, sería beneficioso para prevenir la progresión de la discapacidad en estos pacientes. La neuroprotección ha surgido como una estrategia potencialmente importante para prevenir la progresión de la discapacidad en la EM.
Características de los estudios
Se buscaron los ensayos controlados aleatorios (ECA), que asignaron al azar a los participantes a un grupo de tratamiento o a un grupo control. En la mayoría de los contextos estos estudios aportan las pruebas de calidad más alta. Había interés en los estudios que compararon un bloqueador de los canales de sodio con placebo o lo administraron como complemento a cualquier tratamiento aprobado para la EM.
Resultados clave
Sólo se encontró un estudio que incluyó un total de 120 participantes. No se encontraron datos sobre la progresión de la discapacidad y los pacientes que presentaron recurrencias. No se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en las mediciones de la atrofia cerebral, cambios en la Expanded Disability Status Score o cambios en la puntuación del Multiple Sclerosis Functional Composite. El tratamiento con lamotrigina se asoció con más erupciones cutáneas (20% versus 5%) y deterioro transitorio de la movilidad relacionado con la dosis. Hay una falta de pruebas para analizar la pregunta de revisión sobre la eficacia de los bloqueadores de los canales de sodio para los pacientes con EM. Esta revisión se actualizará cuando los tres estudios en curso identificados se completen.
Calidad de la evidencia
La calidad de las pruebas se consideró muy baja debido al reducido número de estudios disponibles y población incluida. Hay una falta de pruebas para analizar la pregunta de revisión sobre la eficacia de los bloqueadores de los canales de sodio para los pacientes con EM. La evaluación de los tres ensayos en curso podría cambiar esta conclusión. Se necesitan más estudios de alta calidad a gran escala.
La calidad de las pruebas se consideró muy baja debido al reducido número de estudios disponibles y participantes incluidos. Hay una falta de pruebas para analizar la pregunta de revisión sobre la eficacia de los bloqueadores de los canales de sodio para los pacientes con EM. La evaluación de los tres ensayos en curso podría cambiar esta conclusión. Se necesitan más estudios a gran escala de alta calidad.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmunitaria, inflamatoria y desmielinizante del sistema nervioso central (SNC) que puede ocurrir en muchas partes del SNC y provoca una variedad amplia de síntomas que incluyen deficiencia sensorial, fatiga, problemas para caminar o del equilibrio, deficiencia visual, vértigo y discapacidades cognitivas. Actualmente, los tratamientos para la EM utilizados con más frecuencia son los agentes inmunomoduladores, pero tienen poco efecto sobre la discapacidad. Los estudios experimentales muestran que la acumulación de sodio (Na+) provoca la liberación de calcio intracelular (Ca2+), y el aumento en los niveles de calcio puede activar la sintetasa del óxido nítrico y las proteasas y lipasas nocivas. Estos factores contribuyen a la lesión axonal en los pacientes con EM. Si el bloqueo parcial de los canales de sodio dependientes de voltaje pudiera dar lugar a la neuroprotección, sería beneficioso para prevenir la progresión de la discapacidad en estos pacientes. La neuroprotección ha surgido como una estrategia potencialmente importante para prevenir la progresión de la discapacidad en los pacientes con EM.
Evaluar la eficacia y la seguridad de los bloqueadores de los canales de sodio para la neuroprotección en los pacientes con EM para prevenir la aparición de la discapacidad y aliviar la carga de la enfermedad.
Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Esclerosis Múltiple y Enfermedades Raras del Sistema Nervioso Central(Cochrane Multiple Sclerosis and Rare Diseases of the Central Nervous System Group) (27 agosto 2015) que, entre otras fuentes, contiene referencias del Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (Cochrane Library 2015, número (8), MEDLINE (1966 hasta agosto 2015), EMBASE (1974 hasta agosto 2015), Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL) (1981 hasta agosto 2015), Latin American and Caribbean Health Science Information Database (LILACS) (1982 hasta agosto 2015), ClinicalTrials.gov (http://clinicaltrials.gov) y en el World Health Organization (WHO) International Clinical Trials Registry Portal (ICTRP) search portal (http://apps.who.int/trialsearch). Además, se realizaron búsquedas en cuatro bases de datos chinas, en registros de ensayos en curso y en listas de referencias relevantes.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) que examinaron los bloqueadores de los canales de sodio administrados solos o agregados a cualquier tratamiento aprobado para la EM.
Dos autores de la revisión de forma independiente seleccionaron los ensayos, evaluaron su calidad y extrajeron los datos.
Solamente fue elegible un estudio que evaluó la lamotrigina en la EM progresiva secundaria. Este estudio incluyó 120 pacientes, 61 se asignaron al azar al tratamiento con lamotrigina y 59 a tratamiento placebo. La edad promedio de los participantes en los dos grupos fue 51,9 años y 50,1 años, respectivamente. La proporción de participantes masculinos fue del 27,5%. El periodo de seguimiento fue de dos años. No se encontraron datos sobre la progresión de la discapacidad y los pacientes que presentaron recurrencias. No se encontraron diferencias significativas para los eventos adversos graves entre los dos grupos. El tratamiento con lamotrigina se asoció con más erupciones cutáneas (20% versus 5%, valor de p 0,03) y deterioro transitorio de la movilidad relacionado con la dosis (66% versus 34%, valor de p 0,001) que placebo. Además, no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en las mediciones de imaginología de resonancia magnética (IRM) de la atrofia cerebral, cambios en la Expanded Disability Status Score y cambios en la puntuación del Multiple Sclerosis Functional Composite. Se consideró que este estudio presentaba un alto riesgo de sesgo. Esta revisión se actualizará cuando los tres estudios en curso identificados se completen.
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