Para tratar la epilepsia se utilizan diversos medicamentos, denominados en conjunto "antiepilépticos". Por varios años, también se recomendaron tres antiepilépticos como medicamentos de primera elección (topiramato y valproato) o de tercera elección (gabapentina) para la prevención de los ataques de migraña. Estos tres medicamentos, junto con otro (pregabalina), son el tema de otras revisiones Cochrane. Para la presente revisión, los investigadores de La Colaboración Cochrane examinaron la evidencia acerca del efecto de otros antiepilépticos en pacientes adultos (≥ 16 años de edad) con migraña “episódica” (dolor de cabeza durante < 15 días por mes). Evaluaron los estudios de investigación publicados hasta el 15 de enero de 2013 y encontraron diez estudios de nueve antiepilépticos diferentes. La mayoría de estos medicamentos no fueron mejores que el placebo para la profilaxis de la migraña (acetazolamida, carisbamate, clonazepam, lamotrigina, oxcarbazepina y vigabatrina). La carbamazepina y el levetiracetam, cada uno en un estudio, fueron mejores que el placebo, y no hubo diferencias significativas entre la zonisamida y el topiramato (un medicamento de efectividad comprobada para la profilaxis de la migraña). Ninguno de estos estudios era de alta calidad metodológica. La cantidad y la calidad de la evidencia no permitieron establecer conclusiones definitivas acerca del efecto o la falta de efecto de ninguno de los antiepilépticos estudiados.
La evidencia disponible no permite establecer conclusiones sólidas con respecto a la eficacia de los fármacos antiepilépticos con excepción de la gabapentina, la pregabalina, el topiramato y el valproato en la profilaxis de la migraña episódica en adultos. La acetazolamida, el carisbamate, el clonazepam, la lamotrigina, la oxcarbazepina y la vigabatrina no fueron más efectivas que el placebo para reducir la frecuencia de las cefaleas. La carbamazepina y el levetiracetam, cada uno en un ensayo, fueron significativamente superiores al placebo para reducir la frecuencia de las cefaleas, y no hubo diferencias significativas en la proporción de pacientes que respondieron al tratamiento entre la zonisamida y el comparador activo. Estos tres estudios positivos presentan limitaciones metodológicas considerables.
Algunos fármacos antiepilépticos (aunque no todos) son útiles en la práctica clínica para la profilaxis de la migraña. Lo anterior se puede deber a la variedad de acciones de dichos fármacos en el sistema nervioso central. La presente revisión forma parte de la actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2004 y actualizada anteriormente (sin cambio en las conclusiones) en 2007.
Describir y evaluar la evidencia de los ensayos controlados sobre la eficacia y la tolerabilidad de los fármacos antiepilépticos con excepción de la gabapentina, la pregabalina, el topiramato y el valproato (temas de otras revisiones Cochrane) para la prevención de los ataques de migraña en pacientes adultos con migraña episódica.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL; La Biblioteca Cochrane 2012, número 12), PubMed/MEDLINE (1966 hasta el 15 de enero de 2013), MEDLINE In-Process (semana actual, 15 de enero de 2013) y EMBASE (1974 hasta el 15 de enero de 2013) y se realizaron búsquedas manuales en Headache y Cephalalgia hasta enero de 2013.
Los estudios debían ser ensayos controlados prospectivos de fármacos antiepilépticos con excepción de la gabapentina, la pregabalina, el topiramato y el valproato administrados de forma regular para prevenir la aparición de ataques de migraña, mejorar la calidad de vida relacionada con la migraña, o ambos.
Dos autores de la revisión de forma independiente seleccionaron los estudios y extrajeron los datos. Para los datos de la frecuencia de las cefaleas se calcularon las diferencias de medias (DM) entre los fármacos antiepilépticos y los comparadores (placebo, control activo, o el mismo fármaco en una dosis diferente) para los estudios individuales y los mismos se agruparon entre los estudios. Para los datos dicotómicos de los pacientes que respondieron al tratamiento (pacientes con una reducción ≥ 50% en la frecuencia de las cefaleas), se calcularon los odds ratios (OR) y los números necesarios a tratar (NNT). También se resumieron los datos sobre los eventos adversos de los ensayos controlados con placebo y se calcularon las diferencias de riesgos (DR) y los números necesarios a tratar para dañar (NND).
Once artículos que describen diez ensayos individuales cumplieron los criterios de inclusión. Los diez ensayos presentaron resultados sobre nueve fármacos antiepilépticos con excepción de la gabapentina, la pregabalina, el topiramato y el valproato. Seis de los ocho fármacos investigados en los ensayos controlados con placebo no fueron mejores que el placebo para reducir la frecuencia de las cefaleas por un período de 28 días durante el tratamiento (clonazepam, lamotrigina, oxcarbazepina y vigabatrina) ni en la proporción de pacientes que respondieron al tratamiento (acetazolamida, carisbamate, lamotrigina, oxcarbazepina). Un ensayo individual aleatorizado, doble ciego, prospectivo y cruzado (cross-over) con 48 pacientes demostró una superioridad significativa de la carbamazepina sobre el placebo en la proporción de pacientes que respondieron al tratamiento (OR 11,77; intervalo de confianza [IC] del 95%: 3,92 a 35,32). El NNT fue 2 (IC del 95%: 2 a 3). En un pequeño ensayo prospectivo, aleatorizado, doble ciego y de grupos paralelos, el levetiracetam de 1000 mg fue significativamente superior al placebo en la reducción de la frecuencia de las cefaleas por un período de 28 días durante el tratamiento (DM -2,40; IC del 95%: -4,52 a -0,28; 26 pacientes), así como en la proporción de pacientes que respondieron al tratamiento (OR 26,07; IC del 95%: 1,30 a 521,91; 26 pacientes). El NNT fue 2 (IC del 95%: 1 a 4). El mismo ensayo evaluó el levetiracetam de 1000 mg versus el topiramato de 100 mg y encontró una diferencia pequeña, aunque significativa, a favor del topiramato en la frecuencia de las cefaleas por un período de 28 días durante el tratamiento (DM 1,40; IC del 95%: 0,14 a 2,66; 28 pacientes). No hubo diferencias significativas entre el levetiracetam y el topiramato en cuanto a la proporción de pacientes que respondieron al tratamiento (OR 0,71; IC del 95%: 0,16 a 3,23; 28 pacientes). Finalmente, un ensayo con 75 participantes evaluó la zonisamida versus el topiramato (200 y 100 mg, respectivamente) y no encontró diferencias significativas entre ellos en cuanto a la reducción de la frecuencia de las cefaleas desde el inicio durante el tercer mes de tratamiento. Los eventos adversos para el tratamiento activo versus placebo estuvieron disponibles para todos los fármacos investigados excepto el levetiracetam, la vigabatrina y la zonisamida. Se observó una prevalencia alta de eventos adversos con la carbamazepina, con un NND de sólo 2 (IC del 95%: 2 a 4).
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