En esta revisión los investigadores de La Colaboración Cochrane examinaron una comparación entre la puntuación de Bishop y cualquier otro método para verificar la maduración cervical antes de la inducción del trabajo de parto en las embarazadas ingresadas para inducción del trabajo de parto. La puntuación de Bishop es el método tradicional de determinar la disposición del cuello uterino para abrirse (dilatarse) antes de la inducción del trabajo de parto. También evalúa la posición, el reblandecimiento y el acortamiento del cuello uterino, así como la ubicación de la parte del feto que se presenta. Después de buscar ensayos relevantes hasta el 31 de marzo de 2015, se incluyeron dos ensayos controlados aleatorios que reclutaron a 234 mujeres embarazadas.
¿Cuáles son los métodos para reblandecer el cuello de la matriz antes de la inducción del trabajo de parto y por qué es importante el reblandecimiento del cuello de la matriz antes de la inducción del trabajo de parto?
La inducción del trabajo de parto es el proceso no natural de comenzar el trabajo de parto en una embarazada después de la edad en la que el feto tiene mayores probabilidades de sobrevivir después del parto, cuando no hay pruebas claras del inicio real del trabajo de parto y las membranas que cubren al feto no se han roto. La inducción del trabajo de parto puede ser necesaria debido a un problema de la madre, o el feto o ambos, y se realiza al noveno mes (último) del embarazo o antes. Durante mucho tiempo los obstetras (especialistas que atienden a las embarazadas) han sabido que para que la inducción tenga éxito es importante que el cuello uterino (el cuello de la matriz) tenga características favorables que hagan que esté preparado para comenzar el trabajo de parto. El método de parto y la duración total del trabajo de parto son afectados por muchos factores y la disposición cervical (madurez) es uno de ellos.
Lo que dice la investigación
Se obtuvieron pruebas de calidad moderada de los dos estudios incluidos que compararon la puntuación de Bishop con la ecografía transvaginal (ETV) (ecografía realizada a través de la vagina). Se consideró que los estudios presentaban un bajo riesgo de sesgo. La necesidad de misoprostol (un fármaco) para reblandecer el cuello uterino (maduración cervical) fue más frecuente en el brazo de ETV. No se observaron diferencias claras entre los dos métodos en cuanto al parto vaginal, el parto por cesárea, el ingreso del neonato en la unidad de cuidados intensivos neonatales, la tinción del líquido amniótico con meconio, el latido anormal del corazón del feto dentro de la matriz mientras la madre está en trabajo de parto y la puntuación de Apgar menor de 7 (dificultad del recién nacido para sobrevivir y realizar movimientos vitales inmediatamente después del nacimiento). Ninguno de los estudios incluidos informó sobre desgarros de la matriz o muerte del niño justo antes, durante o inmediatamente después del parto. No se encontraron estudios que compararan la puntuación de Bishop con otros métodos como la presencia de fibronectina fetal en la vagina o proteína-1 unida al factor de crecimiento similar a la insulina.
Conclusiones de los autores
Aunque la calidad general de las pruebas es moderada, no hay diferencias en los resultados entre los dos métodos (puntuación de Bishop y ETV), excepto la mayor necesidad de misoprostol en el grupo de ETV. Ambos métodos podrían ser útiles entre sí o de forma complementaria ya que la puntuación de Bishop no necesita de equipos especiales y utiliza el examen digital que se requiere para inducir el trabajo de parto (para insertar un agente para la maduración cervical, romper las membranas o separarlas del cuello uterino), pero la ETV puede proporcionar información adicional que puede afectar el curso y la atención del trabajo de parto. La elección de un método particular puede diferir según el ambiente y la necesidad, ya que la ETV requiere adiestramiento y puede no estar fácilmente disponible y asequible en los países de escasos recursos.
Investigación futura
Los dos estudios incluidos involucraron a un pequeño número de mujeres y se necesitan más estudios. Dichos estudios deben incluir resultados como la rotura de la matriz, la mortalidad perinatal, el valor de corte más apropiado para la longitud cervical y la puntuación de Bishop para clasificar a las embarazadas en aquellas que tienen un cuello uterino maduro o y aquellas que no, así como el costo.
Pruebas de calidad moderada de dos ECA pequeños que incluyeron 234 embarazadas y compararon dos métodos diferentes para evaluar la maduración cervical antes de la inducción del trabajo de parto (puntuación de Bishop y ETV), no demostraron la superioridad de un método sobre el otro en cuanto a los resultados principales evaluados en esta revisión. No se identificó ningún dato relativo a la mortalidad perinatal. Aunque el uso de la ETV se asoció con un aumento en la necesidad de misoprostol para la maduración cervical, ambos métodos se podrían complementar.
La elección de un método particular para evaluar la maduración cervical antes de la inducción del trabajo de parto puede diferir según el ambiente y la necesidad, ya que algunos métodos (es decir, la ETV) pueden no estar fácilmente disponibles y asequibles en ámbitos de escasos recursos donde las secuelas del trabajo de parto y su tratamiento son predominantes.
Las pruebas de esta revisión se basan en dos estudios que reclutaron un escaso número de embarazadas y no hay pruebas suficientes para apoyar el uso de la ETV sobre la evaluación vaginal digital estándar de la maduración cervical antes de la inducción del trabajo de parto. Se justifica la realización de ECA adicionales con poder estadístico adecuado que incluyan la ETV y la puntuación de Bishop, así como otros métodos de evaluación de la maduración cervical antes de la inducción del trabajo de parto. Dichos estudios deben analizar la rotura uterina, la mortalidad perinatal, el valor de corte óptimo de la longitud cervical y la puntuación de Bishop para clasificar a las embarazadas que tienen un cuello uterino favorable o no favorable, y el costo se debe incluir como un resultado.
La inducción del trabajo de parto es el inicio artificial del trabajo de parto en una embarazada después de la edad de viabilidad fetal pero sin pruebas objetivas de trabajo de parto en fase activa y con membranas fetales intactas. La necesidad de inducción del trabajo de parto puede surgir debido a un problema en la madre, el feto o ambos y el procedimiento se puede realizar al término o antes del término. Los obstetras han sabido por mucho tiempo que para tener éxito es importante que el cuello uterino (el cuello de la matriz) tenga características favorables en cuanto a la disposición para comenzar la etapa de trabajo de parto.
Comparar la puntuación de Bishop con cualquier otro método para evaluar la maduración cervical antes de la inducción del trabajo de parto en embarazadas ingresadas para inducción del trabajo de parto.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (31 marzo 2015) y en listas de referencias de estudios recuperados para identificar ensayos controlados aleatorios (ECA).
Todos los ECA que compararon la puntuación de Bishop con cualquier otro método de evaluación cervical antes de la inducción en embarazadas ingresadas para inducción del trabajo de parto. Se consideraron para inclusión los ensayos aleatorios grupales, aunque no se identificó ninguno. No se consideraron para inclusión los estudios cuasialeatorios y los estudios que emplearon un diseño cruzado. Los estudios publicados en forma de resumen fueron elegibles para su inclusión si proporcionan información suficiente.
Las comparaciones podían incluir las siguientes:
1. Puntuación de Bishop versus ecografía transvaginal (ETV).
2. Puntuación de Bishop versus proteína-1 unida al factor de crecimiento similar a la insulina (IGFBP-1, por sus siglas en inglés).
3. Puntuación de Bishop versus fibronectina fetal en la vagina.
Sin embargo, solamente se identificaron datos para la comparación de la puntuación de Bishop versus ETV.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los ensayos para la inclusión y su calidad y extrajeron los datos. Se verificó la exactitud de los datos.
Se incluyeron dos ensayos que reclutaron un total de 234 mujeres. El riesgo general de sesgo fue bajo en los dos estudios. Ambos estudios compararon puntuación de Bishop con ETV.
Los dos estudios incluidos no mostraron diferencias claras entre los grupos de puntuación de Bishop y ETV en los siguientes resultados principales: parto vaginal (CR 1,07; IC del 95%: 0,92 a 1,25; pruebas de calidad moderada), parto por cesárea (CR 0,81; IC del 95%: 0,49 a 1,34; pruebas de calidad moderada), ingreso del neonato en la unidad de cuidados intensivos neonatales (CR 1,67; IC del 95%: 0,41 a 6,71; pruebas de calidad moderada). Ambos estudios solamente proporcionaron datos de las medianas con respecto al intervalo entre la inducción y el parto y no informaron diferencias claras entre los grupos de Bishop y ETV. No se informó la mortalidad perinatal en los estudios incluidos.
En los resultados secundarios de la revisión la necesidad de misoprostol para la maduración cervical fue más frecuente en el grupo de ETV en comparación con el grupo de puntuación de Bishop (CR 0,52; IC del 95%: 0,41 a 0,66; dos estudios, 234 embarazadas, pruebas de calidad moderada). Por el contrario, no hubo diferencias claras entre los grupos con enfoque de Bishop y ETV en cuanto a la tinción del líquido amniótico con meconio, la anomalía en la frecuencia cardíaca fetal en el trabajo de parto y la puntuación de Apgar menor de 7. Solamente un ensayo informó datos de las medianas sobre el intervalo entre la inducción y el parto y el intervalo entre la inducción y la fase activa; el autor del ensayo no informó diferencias entre el grupo de Bishop y el grupo de ETV en este resultado. Ninguno de los estudios incluidos informó sobre la rotura uterina.