Al menos un tercio de los pacientes con enfermedad de Parkinson se queja de fatiga. No está claro cuál es el mejor tratamiento para reducir la fatiga en los pacientes con enfermedad de Parkinson.
Se revisó la literatura médica hasta abril de 2015, y se encontraron 11 estudios que incluyeron un total de 1817 pacientes. Nueve estudios investigaron los efectos de la medicación (es decir levodopa-carbidopa, memantina, rasagilina, cafeína, metilfenidato, modafinilo o doxepina) sobre la fatiga. Dos estudios investigaron los efectos del ejercicio sobre la fatiga. No se encontraron estudios que investigaran el efecto de la terapia cognitivo-conductual.
Se encontró que la doxepina (un estudio, 12 pacientes, pruebas de calidad baja), un fármaco para tratar la depresión, puede reducir la fatiga. Se encontró que la rasagilina (un estudio, 1176 pacientes, pruebas de alta calidad), un fármaco antiparkinsoniano, redujo o desaceleró la progresión de la fatiga física. La mayoría de los fármacos fue seguro; sin embargo, levodopa-carbidopa (un estudio, 361 pacientes, pruebas de alta calidad) puede causar náuseas.
No se encontraron pruebas de que el ejercicio (dos estudios, 57 pacientes, pruebas de calidad baja) reduzca la fatiga en la enfermedad de Parkinson.
Según las pruebas actuales, no está claro cuál es el tratamiento más eficaz para tratar la fatiga en los pacientes con enfermedad de Parkinson. Los estudios futuros deben investigar el efecto de la terapia cognitivo-conductual sobre la fatiga en los pacientes con enfermedad de Parkinson.
Según las pruebas actuales no se pueden establecer recomendaciones claras con respecto al tratamiento de la fatiga subjetiva en la EP. La doxepina puede reducir la repercusión de la fatiga en las AVC y la gravedad de la fatiga; sin embargo, este hallazgo debe ser confirmado en estudios de alta calidad. La rasagilina puede ser eficaz para reducir los niveles de la fatiga física en la EP. No se encontraron pruebas de la efectividad de la levodopa-carbidopa, la memantina, la cafeína, el metilfenidato, el modafinilo o el ejercicio. Se necesitan estudios para investigar el efecto de la intensidad del ejercicio sobre la capacidad de ejercicio y la fatiga subjetiva. Los estudios futuros se deben centrar en intervenciones dirigidas a los aspectos maladaptativos conductuales o cognitivos de la fatiga en los pacientes con EP. Se deben considerar características como la gravedad y la naturaleza de la fatiga percibida y los trastornos subyacentes del estado de ánimo para identificar a los pacientes que responden al tratamiento y los que no responden al tratamiento al estudiar las intervenciones para la fatiga. El desarrollo de un grupo central de cuestionarios autoinformados de la fatiga con respuestas establecidas y valores conocidos de la diferencia mínima importante facilitará la interpretación del cambio en las puntuaciones de fatiga.
Los factores que contribuyen a la fatiga subjetiva en los pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) idiopática no se conocen bien. Este desconocimiento dificulta el control eficaz de la fatiga en la EP.
Evaluar los efectos de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas en comparación con una intervención control inactiva, sobre la fatiga subjetiva en los pacientes con EP.
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library, MEDLINE (vía PubMed); Ovid EMBASE; EBSCO CINAHL; Ovid PsycINFO; PEDro; y en el WHO International Clinical Trials Registry Platform Search Portal hasta abril 2015. Se examinaron las referencias de los estudios incluidos y artículos de revisión identificados para obtener estudios adicionales. No hubo restricciones con respecto al idioma, la fecha de publicación o el ámbito de estudio.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) que informan la fatiga subjetiva en los pacientes con EP.
Dos autores de la revisión realizaron de forma independiente la selección de los estudios, la recopilación de los datos y evaluaron el riesgo de sesgo.
Once estudios fueron elegibles para esta revisión sistemática, con un total de 1817 pacientes. Tres estudios incluyeron solamente pacientes que presentaron fatiga clínicamente relevante (puntuación en la Fatigue Severity Scale ≥ 4 de 7 o puntuación total del Multidimensional Fatigue Inventory > 48 de 100), mientras que todos los otros estudios no seleccionaron a los participantes sobre la base de la fatiga experimentada. Nueve estudios investigaron los efectos de la medicación (es decir levodopa-carbidopa, memantina, rasagilina, cafeína, metilfenidato, modafinilo o doxepina) sobre la fatiga subjetiva. Todos los estudios fueron controlados con placebo. No hubo pruebas suficientes para determinar el efecto de la doxepina sobre la repercusión de la fatiga en las actividades de la vida cotidiana (AVC) o la gravedad de la fatiga (un estudio, n = 12, diferencia de medias estandarizada [DME] -1,50; intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,84 a -0,15; pruebas de baja calidad). Se encontraron pruebas de alta calidad de que la rasagilina redujo o desaceleró la progresión de los aspectos físicos de la fatiga (un estudio, n = 1176, DME -0,27; IC del 95%: -0,39 a -0,16; I2 = 0%). Ninguna de las otras intervenciones farmacológicas afectó a la fatiga subjetiva en la EP. Con respecto a los efectos adversos, solamente levodopa-carbidopa mostró un aumento en el riesgo de náuseas (un estudio, n = 361, cociente de riesgos [CR] 1,85; IC del 95%: 1,05 a 3,27; pruebas de alta calidad). Dos estudios investigaron el efecto del ejercicio sobre la fatiga en comparación con la atención habitual. Se encontraron pruebas de calidad baja del efecto del ejercicio para reducir la repercusión de la fatiga en las AVC o la gravedad de la fatiga (dos estudios, n = 57, DME -0,45; IC del 95%: -1,21 a 0,32; I2 = 44%).