Pregunta de la revisión
¿Las intervenciones de orientación sexual son útiles para reducir los problemas sexuales en los pacientes con cardiopatía y sus parejas?
Antecedentes
Los pacientes con cardiopatía tienen mayores probabilidades que los pacientes sin cardiopatía de informar problemas sexuales. La orientación sexual en los pacientes con cardiopatía es cuando un profesional sanitario apoya a un paciente para reanudar de forma segura la actividad sexual después de un evento del corazón, al proporcionarle información y ayudarle a hacer frente a sus inquietudes y ansiedades.
Características de los estudios
Hasta marzo de 2015 se buscaron en la bibliografía internacional los estudios que compararon cualquier intervención diseñada para hacer frente y orientar a los pacientes con cardiopatía con respecto a los problemas sexuales, con la atención habitual.
Resultados clave
Tres ensayos controlados aleatorios (ensayos clínicos donde los pacientes se asignan al azar a uno de dos o más tratamientos) que incluyeron a 381 participantes cumplieron los criterios de inclusión. Las intervenciones analizadas en estos estudios fueron muy diferentes entre sí. Todos los estudios incluyeron pacientes ingresados en el hospital con un ataque cardíaco.
Estos estudios no aportan pruebas sólidas de que la orientación sexual puede mejorar los resultados sexuales de los pacientes con cardiopatía o sus parejas. Un estudio, que informó los efectos de una intervención intensiva, incluyó cinco horas de orientación sexual proporcionada por un psicoterapeuta. Este estudio informó mejor funcionamiento y satisfacción sexual, y redujo el tiempo hasta que los pacientes reanudaron la actividad sexual después de un evento cardíaco en los pacientes que recibieron la intervención en comparación con la atención habitual. Los otros dos estudios no informaron diferencias entre los pacientes que recibieron la intervención y la atención habitual sobre estos resultados (ambos estudios midieron la tasa de reanudación de la actividad sexual después de un evento cardíaco; uno de estos dos estudios midió el funcionamiento y la satisfacción sexual). No hubo pruebas de que la orientación sexual tuviera un efecto sobre la calidad de vida (medida en un estudio) o la satisfacción matrimonial (medida en un estudio). Un estudio encontró que los pacientes que recibieron un video educacional de orientación sexual de 15 minutos más material escrito tuvieron niveles más altos de ansiedad que los que recibieron la atención habitual, así como mejor conocimiento acerca del sexo después de un ataque cardíaco al mes después del evento cardíaco, pero no a otros puntos temporales.
Calidad de la evidencia
Las pruebas fueron de muy baja calidad. Se consideró que los estudios incluidos tuvieron alto riesgo de sesgo y los resultados de los estudios se informaron de manera deficiente. Al considerar lo anterior, los resultados de esta revisión se deben interpretar con cuidado.
No se encontraron pruebas de alta calidad para apoyar la efectividad de la orientación sexual para los problemas sexuales en los pacientes con enfermedades cardiovasculares. Existe una necesidad clara de ECA consistentes, metodológicamente rigurosos y con poder estadístico suficiente para evaluar la efectividad de las intervenciones de orientación sexual en los pacientes con enfermedades cardiovasculares y sus parejas.
Los problemas sexuales son frecuentes en los pacientes con enfermedades cardiovasculares. Aunque las guías clínicas recomiendan la orientación sexual para los pacientes y sus parejas, hay pocas pruebas sobre su efectividad.
Evaluar la efectividad de las intervenciones de orientación sexual (en comparación con atención habitual) sobre los resultados relacionados con la sexualidad en los pacientes con enfermedades cardiovasculares y sus parejas.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, EMBASE y en otras tres bases de datos hasta el 2 marzo 2015 y en dos registros de ensayos hasta 3 febrero 2016.
Los ensayos controlados aleatorios (ECA) y cuasialeatorios, incluidos ECA individuales y grupales. Se incluyeron los estudios que compararon cualquier intervención para orientar a los pacientes adultos con enfermedades cardiovasculares acerca de los problemas sexuales, con la atención habitual.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane.
Se incluyeron tres ensayos con 381 participantes. No fue posible agrupar los datos de los estudios incluidos debido a las diferencias en las intervenciones utilizadas; por lo tanto, los resultados de los ensayos se resumieron de forma narrativa.
Dos ensayos se realizaron en los EE.UU. y uno se llevó a cabo en Israel. Todos los ensayos incluyeron participantes ingresados en el hospital con infarto de miocardio (IM) y un ensayo también incluyó participantes a los que se les realizó revascularización arterial coronaria. Todos los ensayos siguieron a los participantes por un mínimo de tres meses después de la intervención; el punto temporal de seguimiento más largo fue cinco meses.
Un ensayo (n = 92) estudió una intervención psicoterapéutica intensiva (total de cinco horas) de orientación sexual proporcionada por un terapeuta sexual. Un ensayo (n = 115) utilizó un video educacional de 15 minutos más material escrito sobre reanudar la actividad sexual después de un IM. Un ensayo (n = 174) estudió el agregado de un componente que se centró en la reanudación de la actividad sexual después de un IM dentro de un programa hospitalario de rehabilitación cardíaca.
La calidad de las pruebas para todos los resultados fue muy baja.
Ninguno de los estudios incluidos informó resultados de las parejas.
Dos ensayos informaron la función sexual. Un ensayo comparó los grupos de intervención y control en 12 subescalas de función sexual separadas y utilizó una prueba de análisis de varianza (ANOVA) repetida. Este ensayo informó diferencias estadísticamente significativas a favor de la intervención. Un ensayo comparó los grupos de intervención y control mediante una prueba de análisis de covarianza (ANCOVA) repetida y concluyó que: "no hubo diferencias significativas entre los dos grupos [en la función sexual] en ninguno de los puntos temporales".
Dos ensayos informaron la satisfacción sexual. En un ensayo, los autores compararon la satisfacción sexual entre la intervención y el control y utilizaron un prueba de ANOVA repetida; informaron que "se informaron diferencias a favor de la intervención". Un ensayo comparó la intervención y el control con una prueba de ANCOVA repetida e informó: "no hubo diferencias significativas entre los dos grupos [en la satisfacción sexual] a ninguno de los puntos temporales".
Los tres ensayos incluidos informaron el número de pacientes que reanudaron la actividad sexual después de un IM. Un ensayo encontró algunas pruebas de un efecto de la orientación sexual en la tasa informada de reanudación de la actividad sexual (sí / no) a los cuatro meses después de la finalización de la intervención (riesgo relativo [RR] 1,71; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,26 a 2,32; un ensayo, 92 participantes, pruebas de muy baja calidad). Dos ensayos no encontraron pruebas de un efecto de la orientación sexual en la tasa de reanudación de la actividad sexual a las 12 semanas (RR 1,01; IC del 95%: 0,94 a 1,09; un ensayo, 127 participantes, pruebas de calidad muy baja) y a los tres meses de seguimiento (RR 0,98; IC del 95%: 0,88 a 1,10; un ensayo, 115 participantes, pruebas de muy baja calidad).
Dos ensayos informaron el bienestar psicológico. En un ensayo no se informaron puntuaciones, pero los autores del ensayo señalaron: "no se observaron efectos del tratamiento sobre el estado de ansiedad medido en tres puntos temporales". En el otro ensayo no se informaron puntuaciones pero, según los resultados de una prueba de ANCOVA repetida para comparar los grupos de intervención y control, los autores del ensayo señalaron: "el grupo experimental presentó significativamente mayor ansiedad al mes después del IM". También informaron: "no hubo diferencias significativas entre los dos grupos [en la ansiedad] en ninguno otro punto temporal".
Un ensayo que informó la satisfacción con la relación y otro ensayo que informó la calidad de vida no encontraron diferencias entre la intervención y el control.
Ningún ensayo informó sobre la satisfacción con respecto a cómo se abordaron los temas sexuales en los servicios de rehabilitación cardíaca.
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