¿Cuál era el objetivo de esta revisión?
El objetivo de esta revisión Cochrane fue determinar si el uso tópico de protectores solares y métodos físicos de barrera (como ropa protectora contra el sol, sombreros, gafas de sol y la búsqueda activa de sombra cuando se está al aire libre) en comparación con ninguna actividad preventiva específica previene la aparición del carcinoma basocelular (CBC) y del carcinoma escamocelular cutáneo (CEC) en adultos y niños.
¿Qué se ha estudiado en esta revisión?
El cáncer de queratinocitos (CBC y CEC) es el tipo de cáncer de piel identificado con más frecuencia. El riesgo principal es la exposición a la radiación ultravioleta, que es un componente de la luz solar. La prevención se ha convertido en una forma importante de controlar este cáncer, de manera que es importante evaluar la efectividad de los métodos utilizados para prevenir el cáncer de queratinocitos en la población general. En esta revisión se evaluaron los efectos del uso tópico de protectores solares y métodos físicos de barrera (como ropa protectora contra el sol, sombreros, gafas de sol y la búsqueda activa de sombra cuando se está al aire libre) en comparación con ninguna intervención preventiva específica encaminada a prevenir el desarrollo de CBC y CEC en adultos y niños.
Hasta mayo de 2016 se realizaron búsquedas de ensayos controlados aleatorizados en la literatura médica que evaluaran estrategias preventivas. Sólo se encontró un estudio adecuado para inclusión. Este estudio comparó la aplicación diaria de protectores solares (con o sin betacaroteno, que es un precursor de la vitamina A) en comparación con el uso ocasional de protectores solares (con o sin betacaroteno) en la población general, sin restricción por sexo o edad. El estudio se realizó en Australia, donde 1621 participantes, el 55% con piel clara se monitorizaron por 4,5 años para la detección de nuevos casos de CBC o CEC evaluado por histopatología (que es un método utilizado para detectar células cancerosas bajo el microscopio).
¿Cuáles son los principales resultados de esta revisión?
No se encontraron diferencias entre el número de personas que desarrollaron CBC o CEC en los dos grupos durante el período del ensayo. Por lo tanto, no pareció haber una diferencia al aplicar el protector solar diariamente en comparación con utilizarlo de forma ocasional.
Mensajes clave
El único estudio incluido fue un estudio de protectores solares, de manera que no fue posible evaluar otras formas de protección solar.
No se identificaron estudios que evaluaran otras medidas de protección solar como el uso de ropa de protección solar, gafas de sol o sombreros, o buscar la sombra cuando se está al aire libre.
No se encontró evidencia de la efectividad del protector solar diario para prevenir el CBC o el CEC en comparación con el uso ocasional del protector solar. La certeza de la evidencia fue baja, lo que significa que los estudios futuros podrían modificar este resultado.
Los efectos secundarios del uso del protector solar con o sin el agregado de betacaroteno incluyeron un porcentaje bajo de casos de alergia de contacto e irritación de la piel.
¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?
Esta revisión incluyó estudios identificados hasta mayo de 2016.
En esta revisión se evaluó el efecto de la protección solar en la prevención de la aparición de nuevos casos de cáncer de queratinocitos. Sólo se encontró un estudio adecuado para inclusión. Se trata de un estudio sobre protectores solares, por lo que no fue posible evaluar otras formas de protección solar. El estudio analizó los desenlaces principales predeterminados por esta revisión, pero no la mayoría de los resultados secundarios. No fue posible demostrar a partir de la evidencia disponible si el protector solar fue efectivo para la prevención del carcinoma basocelular (CBC) o del carcinoma escamocelular cutáneo (CEC).
La certeza de la evidencia fue baja porque en un porcentaje significativo de los casos hubo una falta de confirmación histopatológica del CBC o del CEC. Entre otras fuentes de sesgo, no estuvo claro si los autores del estudio evaluaron cualquier efecto de la interacción entre el protector solar y las intervenciones con betacaroteno. Se piensa que es probable que la realización de más estudios de investigación tenga una marcada repercusión sobre la confianza en la estimación del efecto y pueda cambiarla.
"Cáncer de queratinocitos" es actualmente el término preferido para los cánceres cutáneos identificados con más frecuencia, el carcinoma basocelular (CBC) y el carcinoma escamocelular cutáneo (CEC), que con anterioridad se categorizaron habitualmente como cánceres cutáneos no melanoma (CCNM). El cáncer de queratinocitos representa aproximadamente el 95% de los tumores cutáneos malignos. Los cambios en el estilo de vida han provocado una mayor exposición al sol, lo que a la vez ha dado lugar a un aumento significativo de nuevos casos de cáncer de queratinocitos, con una incidencia global anual entre el 3% y el 8%. El uso exitoso de medidas preventivas podría dar lugar a una reducción significativa de los recursos utilizados por los sistemas sanitarios, en comparación con el coste elevado del tratamiento de estas afecciones. Actualmente no existe información sobre la calidad de la evidencia del uso de estas estrategias de protección solar con una evaluación de los beneficios y los riesgos.
Evaluar los efectos de las estrategias de protección solar (es decir, protectores solares y métodos de barrera) para prevenir el cáncer de queratinocitos (o sea, el carcinoma basocelular [CBC] y el carcinoma escamocelular cutáneo [CEC]) en la población general.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos hasta mayo de 2016: el Registro especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin Group), CENTRAL, MEDLINE, Embase y LILACS. También se buscó en cinco registros de ensayos y en las bibliografías de los estudios incluidos para obtener referencias adicionales de ensayos relevantes.
Se incluyeron los ensayos clínicos controlados aleatorizados (ECA) de estrategias preventivas para el cáncer de queratinocitos, como las barreras físicas y los protectores solares, en la población general (niños y adultos), que pudieran proporcionar información acerca de los efectos beneficiosos y los eventos adversos relacionados con el uso de medidas de protección solar. No se incluyeron los ensayos centrados en estrategias formativas para prevenir el cáncer de queratinocitos o en estrategias preventivas en grupos de alto riesgo. Los desenlaces principales predeterminados fueron CBC o CEC confirmado clínicamente o por histopatología a cualquier seguimiento y eventos adversos.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron la elegibilidad de los estudios utilizando el programa Early Review Organizing Software (EROS). De igual manera, dos autores de la revisión de forma independiente utilizaron formularios prediseñados para la obtención de datos para recopilar información de los informes originales de los estudios acerca de los participantes, los métodos de asignación al azar, el cegamiento, las comparaciones de interés, el número de participantes originalmente asignados al azar por grupo, las pérdidas durante el seguimiento así como los desenlaces, y además evaluaron el riesgo de sesgo. Los desacuerdos se resolvieron mediante consulta con un tercer autor y el contacto con los investigadores de los ensayos identificados para obtener información adicional. Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándares previstos por Cochrane.
Se incluyó un ECA (diseño factorial) que asignó al azar a 1621 participantes.
Este estudio comparó la aplicación diaria de protectores solares con el uso discrecional de protectores solares, con o sin la administración de betacaroteno, en la población general. El estudio se realizó en Australia; el 55,2% de los participantes tenían la piel clara y se les hizo un seguimiento durante 4,5 años para detectar nuevos casos de CCB o CCS evaluados por histopatología. Se encontró que este estudio tuvo bajo riesgo de sesgo en dominios como la asignación, el cegamiento y los datos incompletos de los desenlaces. Sin embargo, se encontraron múltiples riesgos inciertos relacionados con otros sesgos, que incluyó una evaluación poco clara de las posibles interacciones entre los efectos de las diferentes intervenciones evaluadas (o sea, protectores solares y betacaroteno). No se encontraron diferencias en cuanto al número de participantes que desarrollaron CBC (n = 1621; razón de riesgos [RR] 1,03; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,74 a 1,43) o CSC (n = 1621; RR 0,88; IC del 95%: 0,50 a 1,54) al comparar la aplicación diaria de protector solar con el uso discrecional, incluso cuando los análisis se restringieron a los grupos sin administración de suplementos de betacaroteno. Esta evidencia fue de calidad baja, lo que significa que hay alguna seguridad de que los estudios futuros podrían alterar la confianza en esta evidencia.
Los eventos adversos se informaron de manera narrativa e incluyeron la irritación cutánea o la alergia de contacto.
No se identificaron estudios que evaluaran otras medidas de protección solar como el uso de ropa de protección solar, gafas de sol o sombreros, o buscar la sombra cuando se está al aire libre.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España.Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.