Apósitos internos para la cicatrización de la cavidad del absceso perianal

¿Qué son los abscesos perianales y cómo son tratados?

Un absceso perianal es una colección de pus bajo la piel alrededor del ano (recto); los abscesos perianales son frecuentes, y generalmente se deben a una infección en una glándula anal. En el Reino Unido, el tratamiento estándar es la cirugía bajo anestesia para cortar la piel y drenar el pus. Este procedimiento previene la transmisión de la infección y alivia el dolor en la zona afectada. Se coloca un apósito interno (también conocido como "compresa") dentro de la cavidad del absceso, inicialmente para detener la hemorragia. Las enfermeras cambian el apósito en la comunidad regularmente hasta que haya cicatrizado la cavidad. Se cree que la colocación del apósito en la cavidad disminuye las probabilidades de recurrencia del absceso.

Algunos pacientes pasan a desarrollar una fístula después de un absceso perianal. Una fístula es una comunicación anormal entre el ano y la piel cercana al mismo, y un orificio pequeño próximo al ano secreta pus de forma intermitente. La cicatrización de la fístula puede llevar muchos meses e implicar varias cirugías. Esta revisión procura evaluar los efectos de los apósitos sobre la cicatrización de la cavidad del absceso perianal, en particular el tiempo que tomó la cicatrización de las cavidades, y la cantidad de dolor experimentado por el paciente.

Datos encontrados

Después de la búsqueda extensiva para encontrar estudios relevantes, se encontraron sólo dos ensayos controlados aleatorios (ECA) que reunieron los requisitos para esta revisión (los ECA proporcionan resultados más consistentes que otros tipos de ensayo). Los estudios fueron pequeños con un total de 64 participantes asignados al azar, todos mayores de 18 años de edad, con un absceso perianal. En los estudios, los participantes recibieron apósitos colocados por equipos de enfermería de las comunidades o ningún apósito. Los participantes del grupo de ningún apósito controlaron sus propias heridas mediante el uso de apósitos absorbentes para cubrir el área sin apósito interno. Los participantes fueron seguidos cada 15 días hasta que cicatrizara la cavidad.

No está claro si el tiempo para completar la cicatrización de la herida es afectado por la colocación de un apósito en la cavidad (y las pruebas existentes son de muy baja calidad). Hubo pruebas de calidad muy baja de que la colocación de un apósito no logró ningún cambio en el dolor de la herida al momento del primer cambio de apósito. Hubo pruebas de calidad muy baja de que al juzgar el dolor de la herida durante las dos semanas precedentes, los participantes del grupo de apósito habían presentado más dolor que los del grupo de ningún apósito.

No está claro si la colocación de apósitos afecta el número de fístulas posoperatorias o las recurrencias del absceso.

No se encontró ningún ECA que comparara la calidad de vida relacionada con la salud / el estado de salud del participante, las tasas de incontinencia, el tiempo hasta el retorno al trabajo o la función normal, el uso de recursos en cuanto al número de cambios de apósito o las visitas a una enfermera, o el cambio en el tamaño de la herida.

No existen pruebas de alta calidad sobre el uso de apósitos para la cicatrización de la cavidad del absceso perianal.

Evaluación actualizada hasta el 17 de mayo de 2016.

Conclusiones de los autores: 

No está claro si el uso de apósitos internos (compresas) para la cicatrización de la cavidad del absceso perianal influye en el tiempo hasta la cicatrización, el dolor de la herida, el desarrollo de fístula, la recurrencia del absceso u otros resultados. A pesar de esta ausencia de pruebas, la práctica de la colocación de apósitos en la cavidad del absceso es frecuente. Debido a la ausencia de pruebas de alta calidad, las decisiones de colocar un apósito pueden basarse en las prácticas locales o las preferencias de los pacientes. Se necesita investigación clínica adicional para evaluar los efectos y la experiencia del paciente con el apósito.

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Antecedentes: 

Un absceso perianal es una colección de pus bajo la piel, alrededor del ano. Ocurre generalmente debido a una infección de una glándula anal. En el Reino Unido, la incidencia anual es de 40 por 100 000 habitantes adultos, y el tratamiento estándar es el ingreso al hospital para realizar una incisión y el drenaje bajo anestesia general. Después del drenaje del pus, se coloca un apósito interno (compresa) en la cavidad para detener la hemorragia. La práctica común es que los equipos de enfermería de las comunidades cambien el apósito de forma regular hasta que la cavidad cicatrice. Algunos profesionales en los EE.UU. y Australia realizan una pequeña incisión punzante bajo anestesia local y colocan un catéter en la cavidad que drena a un apósito externo. Se extrae cuando deja de drenar. En otros sitios de los EE.UU., se realiza un drenaje simple de forma ambulatoria bajo anestesia local.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de los apósitos internos en la cicatrización de las cavidades de la herida como resultado del drenaje de los abscesos perianales.

Métodos de búsqueda: 

En mayo 2016, se hicieron las siguientes búsquedas: registro especializado del Grupo Cochrane de Heridas (Cochrane Wounds Group); Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (The Cochrane Library); Ovid MEDLINE; Ovid MEDLINE (In-Process & Other Non-Indexed Citations); Ovid EMBASE y EBSCO CINAHL Plus. También se realizaron búsquedas en registros de ensayos clínicos para identificar estudios en curso y no publicados, y se buscaron listas de referencias de los informes pertinentes para identificar estudios adicionales. No hubo restricciones en los estudios en lo que se refiere al idioma, la fecha de publicación ni el contexto del estudio.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios publicados o no publicados (ECA) que compararan cualquier tipo de apósito interno (compresa) usado en el tratamiento posoperatorio de la cavidad del absceso perianal con tratamientos alternativos o diferentes tipos de apósito interno.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos.

Resultados principales: 

Se incluyeron dos estudios, con un total de 64 participantes asignados al azar (50 y 14 participantes) a partir de los 18 años de edad, con un absceso perianal. En ambos estudios, los participantes se incluyeron en el primer día posoperatorio y fueron asignados a la colocación continua de apósitos realizada por equipos de enfermería del distrito de la comunidad versus ningún apósito. Los participantes en el grupo de ningún apósito trataron sus propias heridas en la comunidad y utilizaron apósitos absorbentes para cubrir el área. El seguimiento en forma quincenal se realizó hasta que se cerró la cavidad y se reepitelizó la piel, lo cual constituyó la cicatrización. Para los pacientes no asistentes, se realizó un seguimiento telefónico.

Ambos estudios estuvieron en alto riesgo de sesgo debido al riesgo de sesgo de deserción, de realización y de detección.

No fue posible agrupar los dos estudios para el resultado del tiempo hasta la cicatrización. No está claro si el apósito continuo posoperatorio de la cavidad del absceso perianal afecta el tiempo hasta completar la cicatrización. Un estudio informó un tiempo medio hasta la cicatrización de la herida de 26,8 días (intervalo de confianza [IC] del 95%: 22,7 a 30,7) en el grupo de apósito y de 19,5 días (IC del 95%: 13,6 a 25,4) en el grupo de ningún apósito (no estuvo claro si todos los participantes lograron la cicatrización). Se analizaron nuevamente los datos y no se encontró ninguna diferencia clara en el tiempo hasta la cicatrización (7,30 días más en el grupo de apósito, IC del 95%: -2,24 a 16,84; 14 participantes). Estos datos se evaluaron como pruebas de calidad muy baja (disminuida en tres niveles por la imprecisión muy grave y el riesgo de sesgo grave). El segundo estudio informó un tiempo mediano hasta la cicatrización completa de la herida de 24,5 días (rango de 10 a 150 días) en el grupo de apósito y de 21 días (rango de 8 a 90 días) en el grupo de ningún apósito. No hubo información suficiente para poder recrear el análisis, y el análisis original fue inapropiado (no representó las pérdidas). Este segundo estudio también aportó pruebas de calidad muy baja (disminuida en cuatro niveles por el riesgo de sesgo grave, la imposibilidad grave para generalizar las pruebas y la imprecisión muy grave).

Hubo pruebas de calidad muy baja (disminuida por el riesgo de sesgo, la imposibilidad para generalizar las pruebas y la imprecisión) de ninguna diferencia en las puntuaciones del dolor de la herida al momento del cambio de apósito inicial. Ambos estudios también informaron que la opinión retrospectiva del paciente sobre el dolor de la herida durante las dos semanas anteriores (escala analógica visual, EAV) fue inferior para el grupo de ningún apósito (2; ambos estudios) en comparación con el grupo de apósito (0; ambos estudios); (pruebas de muy baja calidad) aunque no fue posible reproducir estos análisis debido a que no se publicaron datos de la varianza.

No hubo pruebas claras de una diferencia en el número de fístulas posoperatorias detectadas entre los grupos de apósito y ningún apósito (cociente de riesgos [CR] 2,31; IC del 95%: 0,56 a 9,45; I2 = 0%) (pruebas de muy baja calidad disminuida en tres niveles por imprecisión muy grave y riesgo de sesgo grave).

No hubo pruebas claras de una diferencia en el número de recurrencias del absceso entre los grupos de apósito y de ningún apósito durante los períodos de seguimiento variables (CR 0,72; IC del 95%: 0,22 a 2,37; I2 = 0%) (pruebas de muy baja calidad disminuida en tres niveles por riesgo de sesgo grave e imprecisión muy grave).

Ningún estudio informó la calidad de vida relacionada con la salud / el estado de salud del participante, las tasas de incontinencia, el tiempo hasta el retorno al trabajo o a la función normal, el uso de recursos en cuanto al número de cambios de apósito o las visitas a una enfermera, o el cambio en el tamaño de la herida.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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