Mensajes clave
- El alemtuzumab podría reducir el riesgo de recaída y progresión de la enfermedad en comparación con el interferón beta-1a subcutáneo en personas con EM recurrente-remitente, un tipo de EM en la que se produce un empeoramiento de los síntomas (recaídas) seguido de un periodo de recuperación (remisión).
- Se necesitan estudios futuros bien diseñados para evaluar los desenlaces relacionados con los pacientes, como la calidad de vida y la fatiga.
¿Cuál es el problema?
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso que afecta a adultos jóvenes y de mediana edad. El daño repetido al recubrimiento de mielina (las membranas que cubren y protegen los nervios) y a otras partes de los nervios puede provocar discapacidad grave. La EM puede estar relacionada con alteraciones del sistema inmunológico. Alemtuzumab es un fármaco biológico (un tipo de anticuerpo) que ya se ha utilizado en otras enfermedades.
¿Qué se quiso averiguar?
El objetivo fue investigar los beneficios y los efectos no deseados (denominados eventos adversos) del alemtuzumab utilizado solo o asociado con otros tratamientos para las personas con cualquier forma de EM. Se deseaba averiguar si el alemtuzumab era mejor en comparación con otros tratamientos disponibles para las personas con EM.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran el alemtuzumab en personas con cualquier forma de EM. Se hicieron búsquedas en la literatura hasta octubre de 2020. Se analizaron y compararon los resultados de los estudios incluidos y se evaluó el grado de confianza en la evidencia disponible.
¿Qué se encontró?
Se encontraron tres estudios (con 1713 participantes) que cumplieron con los criterios de selección de la revisión. Todos los estudios compararon el alemtuzumab intravenoso (inyectado en vena) con el interferón beta-1a subcutáneo (inyectado bajo la piel) en pacientes con EM recurrente-remitente. Dos estudios (denominados CARE-MS I y CAMMS223) trataron a los participantes por primera vez para su EM (sin tratamiento). El tercer estudio (CARE-MS II) incluyó a participantes con al menos una recurrencia mientras recibían tratamiento con interferón beta o acetato de glatiramer por al menos seis meses.
Resultados principales
La revisión de estos estudios encontró que, en comparación con el interferón beta-1a subcutáneo, el alemtuzumab podría reducir el riesgo de recaída y progresión de la enfermedad (empeoramiento de la EM) en las personas con EM recurrente-remitente, y dar lugar a poca o ninguna diferencia en la proporción de participantes con al menos un evento adverso (aunque ambos medicamentos tuvieron una alta proporción de participantes con al menos un evento adverso). Falta información sobre los efectos del alemtuzumab en otros desenlaces como la calidad de vida y la fatiga.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en los efectos del alemtuzumab, en comparación con el interferón beta-1a, para los desenlaces principales varía de baja a muy baja. Este hecho significa que existe una alta probabilidad de que los estudios futuros puedan cambiar estas conclusiones.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta junio de 2022.
En comparación con el interferón beta-1a, el alemtuzumab podría mejorar la supervivencia sin recaída y la supervivencia sostenida sin progresión de la enfermedad, y apenas supone una diferencia en la proporción de participantes con al menos un evento adverso en personas con EM recurrente-remitente a los 36 meses. La certeza de la evidencia de estos resultados fue de muy baja a baja.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante, autoinmune, inflamatoria y dependiente de los linfocitos T, que afecta al sistema nervioso central y tiene un curso impredecible. Los tratamientos actuales de la EM se centran en el tratamiento de las exacerbaciones, prevenir las nuevas exacerbaciones y evitar la progresión de la discapacidad. Actualmente no hay un tratamiento que sea capaz de alcanzar estos objetivos de manera segura y efectiva. Los ensayos clínicos indican que el alemtuzumab, un anticuerpo monoclonal humanizado, podría ser una opción prometedora para la EM.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de alemtuzumab solo o asociado a otros tratamientos en personas con cualquier forma de EM.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 21 de junio de 2022.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) en adultos con cualquier subtipo de EM que compararon alemtuzumab solo o asociado con otros fármacos versus placebo; otro fármaco activo; o alemtuzumab en otra dosis, régimen o duración.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron 1. supervivencia sin recaída, 2. progresión sostenida de la enfermedad y 3. número de participantes que experimentaron al menos un evento adverso. Los desenlaces secundarios fueron 4. participantes sin discapacidad clínica, 5. calidad de vida, 6. cambio en la discapacidad, 7. fatiga, 8. lesiones nuevas o agrandadas en la resonancia magnética y 9. abandonos. Se utilizó el método GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de cada desenlace.
Se incluyeron tres ECA (1713 participantes) que compararon alemtuzumab intravenoso versus interferón beta-1a subcutáneo para la EM recurrente-remitente. Los participantes no habían recibido tratamiento (dos estudios) o habían experimentado al menos una recaída tras interferón o glatiramer (un estudio). Alemtuzumab se administró en dosis de 12 mg/día o 24 mg/día durante cinco días en los meses cero y 12, o 24 mg/día durante tres días en los meses 12 y 24. Los participantes en el grupo de interferón beta-1a recibieron 44 μg tres veces por semana.
Alemtuzumab 12 mg: 1. podría mejorar la supervivencia sin recaída a los 36 meses (cociente de riesgos instantáneos [CRI] 0,31; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,18 a 0,53; un estudio, 221 participantes; evidencia de certeza baja); 2. podría mejorar la supervivencia sostenida sin progresión de la enfermedad a los 36 meses (CRI 0,25; IC del 95%: 0,11 a 0,56; un estudio, 223 participantes; evidencia de certeza baja); 3. podría suponer una diferencia escasa o nula en la proporción de participantes con al menos un evento adverso a los 36 meses (razón de riesgos [RR] 1,00; IC del 95%: 0,98 a 1,02; un estudio, 224 participantes; evidencia de certeza baja); aunque la proporción de participantes con al menos un evento adverso fue alta con ambos fármacos; 4. podría reducir ligeramente la discapacidad a los 36 meses (diferencia de medias [DM] -0,70, IC del 95%: -1,04 a -0,36; un estudio, 223 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia es muy incierta en cuanto al riesgo de abandonos a los 36 meses (RR 0,81; IC del 95%: 0,57 a 1,14; un estudio, 224 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Alemtuzumab 24 mg: 1. podría mejorar la supervivencia sin recaída a los 36 meses (CRI 0,21; IC del 95%: 0,11 a 0,40; un estudio, 221 participantes; evidencia de certeza baja); 2. podría mejorar la supervivencia sostenida sin progresión de la enfermedad a los 36 meses (CRI 0,33; IC del 95%: 0,16 a 0,69; un estudio, 221 participantes; evidencia de certeza baja); 3. podría suponer una diferencia escasa o nula en la proporción de participantes con al menos un evento adverso a los 36 meses (RR 0,99; IC del 95%: 0,97 a 1,02; un estudio, 215 participantes; evidencia de certeza baja), aunque la proporción de participantes con al menos un evento adverso fue alta con ambos fármacos; 4. podría reducir ligeramente la discapacidad a los 36 meses (DM -0,83; IC del 95%: -1,16 a -0,50; un estudio, 221 participantes; evidencia de certeza baja); 5. podría reducir el riesgo de abandonos a los 36 meses (RR 0,08; IC del 95%: 0,01 a 0,57; un estudio, 215 participantes; evidencia de certeza baja).
Para la calidad de vida, la fatiga y los participantes sin actividad clínica de la enfermedad, los estudios no consideraron estos desenlaces o utilizaron herramientas de medición diferentes a las previstas en esta revisión.
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