¿Por qué es importante esta revisión?
Muchas personas en las latitudes septentrionales sufren de tristeza durante el invierno, que se presenta como una reacción a la reducción de la luz solar. El 75% de los afectados son mujeres. La letargia, la alimentación excesiva, la necesidad imperiosa de consumir carbohidratos y el estado de ánimo deprimido son síntomas frecuentes. En algunas personas, la tristeza del invierno se convierte en depresión, que afecta seriamente sus vidas cotidianas. Hasta dos terceras partes presentan síntomas depresivos cada invierno.
¿Quién estará interesado en esta revisión?
Alguna persona que ha experimentado depresión de invierno, o que tiene familiares y amigos que han experimentado depresión de invierno.
¿Qué preguntas pretende contestar esta revisión?
Debido al patrón estacional y la alta tasa de recurrencia, comenzar la fototerapia a principios de otoño, cuando las personas todavía no presentan síntomas depresivos, podría ayudar a prevenir la aparición del estado de ánimo deprimido. El objetivo de esta revisión fue determinar si la fototerapia puede prevenir la aparición de la depresión en el invierno cuando se utiliza en pacientes sanos con antecedentes de depresión de invierno, y si es segura. Hasta la fecha, esta pregunta no se ha examinado de manera sistemática, pero es importante para los que han presentado depresión de invierno.
¿Qué estudios se incluyeron en la revisión?
Se efectuaron búsquedas en las bases de datos hasta el 19 de junio de 2018 de estudios sobre fototerapia para prevenir la depresión de invierno. Entre 3745 registros se encontró un estudio controlado aleatorio que incluyó 46 pacientes que recibieron fototerapia o ningún tratamiento. Todos los pacientes en estos estudios tenían antecedentes de depresión de invierno.
¿Qué revelan las pruebas de la revisión?
La calidad de las pruebas de todos los resultados fue muy baja, por lo que no fue posible establecer conclusiones acerca de si la fototerapia es eficaz para prevenir la depresión de invierno. El estudio incluido no proporcionó información sobre los efectos secundarios de la fototerapia.
Los médicos deben analizar con los pacientes que consideran el tratamiento preventivo las ventajas y desventajas de la fototerapia y otros tratamientos potencialmente preventivos para la depresión de invierno, como la farmacoterapia, las terapias psicológicas o las intervenciones sobre el estilo de vida. Como no hay estudios disponibles que hayan comparado estos tratamientos, la selección del tratamiento debe basarse en las preferencias de los pacientes.
¿Qué debe suceder a continuación?
Los autores de la revisión recomiendan que los estudios futuros comparen directamente la fototerapia versus otros tratamientos como la farmacoterapia, las terapias psicológicas o las intervenciones sobre el estilo de vida para determinar el mejor tratamiento para la prevención de la depresión de invierno.
Las pruebas sobre la fototerapia como tratamiento preventivo para las personas con antecedentes de TAE son limitadas. Las limitaciones metodológicas y el tamaño pequeño de la muestra del único estudio disponible han impedido que los autores de la revisión establezcan conclusiones sobre los efectos de la fototerapia en el TAE. Debido a que las pruebas comparativas de la fototerapia versus otras opciones preventivas son limitadas, la decisión a favor o en contra de iniciar el tratamiento preventivo del TAE y el tratamiento seleccionado se deben basar firmemente en las preferencias de los pacientes.
El trastorno afectivo estacional (TAE) es un modelo estacional de episodios depresivos graves y recurrentes que ocurren durante el otoño o el invierno y remiten en la primavera. La prevalencia del TAE varía del 1,5% al 9% según la latitud. El aspecto estacional previsible del TAE brinda la posibilidad alentadora de la prevención. Esta revisión (una de cuatro revisiones sobre la eficacia y la seguridad de las intervenciones para prevenir el TAE) se centra en la fototerapia como una intervención preventiva. La fototerapia es un tratamiento no farmacológico en el que los pacientes se exponen a la luz artificial. El modo de aplicación y la forma de la luz varían.
Evaluar la eficacia y la seguridad de la fototerapia (en comparación con ningún tratamiento, otros tipos de fototerapia, antidepresivos de segunda generación, melatonina, agomelatina, terapias psicológicas, intervenciones en el estilo de vida y generadores de iones negativos) para prevenir el TAE y mejorar los resultados centrados en el paciente en adultos con antecedentes de TAE.
Se hicieron búsquedas en Ovid MEDLINE (1950- ), Embase, (1974- ), PsycINFO (1967- ) y en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) hasta el 19 de junio de 2018. Se realizó una búsqueda anterior de estas bases de datos a través del Registro de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane de Trastornos Mentales Comunes (CCMD-CTR) (todos los años hasta el 11 de agosto de 2015). Además, se realizaron búsquedas en el Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature, Web of Science, la Biblioteca Cochrane, la Allied and Complementary Medicine Database y registros internacionales de ensayos (hasta el 19 de junio de 2018). También se realizó una búsqueda en la literatura gris y búsquedas manuales en las listas de referencias de los estudios incluidos y los artículos de revisión relevantes.
En cuanto a la eficacia, se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) en adultos con antecedentes de TAE de tipo invernal que no presentaban síntomas al comienzo del estudio. Para los eventos adversos también se planificó incluir estudios no aleatorios. Se intentó incluir los estudios que compararon cualquier tipo de fototerapia (p.ej.: luz blanca brillante, administrada por visores o cajas de luz, luz infrarroja, estimulación al amanecer) versus ningún tratamiento / placebo, antidepresivos de segunda generación, terapias psicológicas, melatonina, agomelatina, cambios en el estilo de vida, generadores de iones negativos u otras de las fototerapias ya mencionadas. También se planificó incluir los estudios que consideraron la fototerapia en combinación con cualquier intervención de comparación.
Dos autores de la revisión examinaron resúmenes y publicaciones de texto completo, extrajeron los datos de forma independiente y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos;
Se identificaron 3745 citas después de extraer los duplicados de los resultados de la búsqueda. Se excluyeron 3619 registros durante la revisión del título y el resumen. Se evaluaron 126 artículos de texto completo para inclusión en la revisión, pero solamente un estudio que proporcionó datos de 46 pacientes cumplió con los criterios de elegibilidad. El ECA incluido tenía limitaciones metodológicas. Se consideró de alto riesgo de sesgo de realización y de detección debido a la falta de cegamiento y de alto riesgo de sesgo de desgaste porque los autores del estudio no informaron los motivos de los abandonos y no integraron los datos de los abandonos en el análisis.
El ECA incluido comparó el uso preventivo de luz blanca brillante (2500 lux mediante visores), luz infrarroja (0,18 lux mediante visores) y ninguna fototerapia. En general, la luz blanca y la infrarroja redujeron numéricamente la incidencia de TAE en comparación con ninguna fototerapia. En total, el 43% (6/14) de los participantes del grupo de luz brillante desarrollaron TAE, así como el 33% (5/15) del grupo de luz infrarroja y el 67% (6/9) del grupo de ningún tratamiento. La fototerapia con luz brillante redujo la incidencia del riesgo de TAE en un 36%; sin embargo, el intervalo de confianza (IC) del 95% fue muy amplio e incluyó tamaños de efecto tanto a favor de la fototerapia con luz brillante como a favor de ninguna fototerapia (cociente de riesgos [CR] 0,64; IC del 95%: 0,30 a 1,38; 23 participantes, evidencia de calidad muy baja). La luz infrarroja redujo el riesgo de TAE en un 50% en comparación con ninguna fototerapia, pero en este caso el IC también fue demasiado amplio para permitir estimaciones precisas del tamaño del efecto (CR 0,50; IC del 95%: 0,21 a 1,17; 24 participantes, evidencia de calidad muy baja). La comparación de ambas formas de fototerapia preventiva entre sí produjo tasas similares de incidencia de episodios depresivos en ambos grupos (CR 1,29; IC del 95%: 0,50 a 3,28; 29 participantes, evidencia de calidad muy baja). Las razones de la disminución de la calidad de las pruebas incluyeron alto riesgo de sesgo del estudio incluido, imprecisión y otras limitaciones como la autocalificación de los resultados, la falta de verificación del cumplimiento durante todo el estudio y el informe insuficiente de las características de los participantes.
Los investigadores no aportaron datos sobre los eventos adversos. No fue posible encontrar estudios que compararan fototerapia con otras intervenciones de interés como antidepresivos de segunda generación, terapias psicológicas, melatonina o agomelatina.
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