Antecedentes
Las úlceras de la pierna son heridas que aparecen entre el tobillo y la rodilla como resultado del flujo sanguíneo deficiente en las piernas. Estas heridas son relativamente habituales y con frecuencia afectan a personas de edad avanzada. Hay varios tratamientos diferentes para estas úlceras y los problemas subyacentes que las provocan. La terapia con presión negativa (TPN) es un tratamiento que se utiliza actualmente para las heridas, incluidas las úlceras de la pierna. La TPN incluye la aplicación en la herida de un apósito que se acopla a una máquina. Luego la máquina aplica una presión negativa (o vacío) controlada cuidadosamente y aspira cualquier exudado de la herida y del tejido lejos del área tratada hacia un recipiente.
Qué se encontró
Después de una búsqueda extensa hasta mayo de 2015 para encontrar todos los estudios médicos relevantes que podrían aportar evidencia acerca de si la TPN es un tratamiento efectivo para las úlceras de la pierna se encontró solamente un ensayo controlado aleatorizado (ECA) que fue elegible para esta revisión. (Los ECA proporcionan resultados más robustos que la mayoría de los demás tipos de ensayos.) El estudio fue pequeño, con 60 participantes que presentaron úlceras difíciles de cicatrizar. La edad media de los participantes fue 73 años y el 77% eran mujeres. El estudio fue patrocinado por el fabricante de la máquina de TPN. El estudio analizó el uso de la TPN para preparar las úlceras de la pierna para el injerto de piel. En el estudio las úlceras fueron tratadas con TPN o con atención normal (estándar) hasta que las heridas se consideraran preparadas para recibir un injerto de piel. Los resultados del estudio no son relevantes para las úlceras de la pierna que no están en preparación para injertos de piel. Los participantes permanecieron en los hospitales durante el tratamiento y hasta que cicatrizaron las heridas.
A partir de este estudio, había evidencia de calidad baja de que las úlceras tratadas con TPN cicatrizaron más rápidamente que las tratadas con atención estándar (apósitos y compresión). También había evidencia de que las úlceras tratadas con TPN se prepararon para el injerto de piel más rápidamente que las tratadas con atención estándar. Los resultados de otros resultados como los eventos adversos (efectos perjudiciales) eran muy limitados y no había dudas sobre cómo se obtuvo la información de los efectos adversos. En el grupo de TPN reaparecieron (se abrieron nuevamente) 12 úlceras y en el grupo de atención estándar reaparecieron diez.
La evidencia de la efectividad de la TPN en el tratamiento de las úlceras de la pierna es muy limitada y actualmente consisten en un solo estudio con 60 participantes. Este estudio aportó evidencia de que la TPN puede reducir el tiempo hasta la cicatrización como parte de un tratamiento que incluye un injerto de piel. Actualmente ningún ECA ha investigado la efectividad de la TPN como tratamiento principal para las úlceras de la pierna.
Este resumen en términos sencillos está actualizado hasta mayo de 2015.
Hay evidencia limitada disponible de un ECA riguroso con respecto a la efectividad clínica de la TPN para el tratamiento de las úlceras de la pierna. Hay alguna evidencia de que el tratamiento puede reducir el tiempo hasta la cicatrización como parte de un tratamiento que incluye un injerto de un fragmento de piel. Sin embargo, la aplicabilidad de este resultado puede estar limitada por el contexto muy específico en que se evaluó la TPN. No existe evidencia de ECA sobre la efectividad de la TPN como un tratamiento primario para las úlceras de la pierna.
Las úlceras de la pierna son heridas abiertas de la piel que aparecen entre el tobillo y la rodilla, pueden durar semanas, meses o incluso años y son una consecuencia de la insuficiencia valvular arterial o venosa. El tratamiento de la herida con terapia de presión negativa (TPN) es una tecnología de uso amplio en la actualidad para el cuidado de las heridas. La TPN incluye la aplicación en la herida de un apósito que se acopla a una máquina. La máquina aplica una presión negativa (o vacío) controlada cuidadosamente, que aspira cualquier exudado de la herida y del tejido lejos del área tratada hacia un recipiente.
Evaluar los efectos de la terapia con presión negativa (TPN) para tartar las úlceras de la pierna en cualquier ámbito de atención.
Para esta revisión, en mayo de 2015 se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos: el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Heridas (Cochrane Wounds Group) (búsqueda21 de mayo de 2015), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (La Biblioteca Cochrane 2015, número 4); Ovid MEDLINE (1946 hasta el 20 de mayo de 2015); Ovid MEDLINE (referencias en proceso de indexación y otras no indexadas, 20 de mayo de 2015); Ovid EMBASE (1974 hasta el 20 de mayo de 2015); EBSCO CINAHL (1982 hasta el 21 de mayo de 2015). No hubo restricciones con respecto al idioma ni la fecha de publicación.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) publicados o no publicados que compararon los efectos de la TPN con tratamientos alternativos o diferentes tipos de TPN en el tratamiento de las úlceras de la pierna.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos.
En la revisión se incluyó un estudio, con 60 participantes asignados al azar. La población estudiada presentó varios tipos de úlcera de origen arterioloesclerótico venoso y venoso / arterial. Los participantes del estudio presentaron úlceras resistentes al tratamiento que no habían cicatrizado después de un período de seis meses. Los participantes asignados a la TPN recibieron presión negativa continua hasta que lograron 100% de granulación (estadio de preparación de la herida). Se realizó un injerto de un fragmento de piel y después se expuso la herida a TPN adicional durante cuatro días, seguido de atención estándar. Los participantes asignados al grupo de control recibieron atención estándar con apósitos y compresión hasta que se logró 100% de granulación. Estos participantes también recibieron un injerto de un fragmento de piel y luego tratamiento adicional con atención estándar. Todos los participantes se trataron como pacientes hospitalizados hasta que se produjo la cicatrización.
Había evidencia de calidad baja de una diferencia en el tiempo de curación que favoreció al grupo de TPN: el estudio informó un cociente de riesgos instantáneos ajustado de 3,2, con intervalos de confianza (IC) del 95% de 1,7 a 6,2. El período de seguimiento del estudio fue de un mínimo de 12 meses. No había evidencia de una diferencia en el número total de úlceras cicatrizadas (29/30 en cada grupo) durante el período de seguimiento; evidencia de calidad baja.
Había evidencia de calidad baja de una diferencia en el tiempo hasta la preparación de la herida para la cirugía que favoreció a la TPN (cociente de riesgos instantáneos 2,4; IC del 95%: 1,2 a 4,7).
Se recogieron datos limitados sobre los eventos adversos que proporcionaron evidencia de calidad baja de ninguna diferencia en las puntuaciones de dolor y Euroqol (EQ-5D) ocho semanas después de la cirugía.
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