Estimulación magnética periférica repetitiva para mejorar las actividades cotidianas de las personas después de sufrir un ictus

Pregunta de la revisión

¿Es la estimulación magnética periférica repetitiva (EMPr) efectiva para mejorar las actividades cotidianas de las personas después de un ictus?

Antecedentes

El ictus, la causa más común de discapacidad, ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce. Se conocen dos tipos de ictus: isquémico (debido a la falta de flujo sanguíneo) y hemorrágico (debido a la hemorragia). La parálisis del brazo o de la pierna después de un ictus causa problemas con las actividades y funciones cotidianas, incluyendo comer, ducharse, vestirse y caminar. Tras sufrir un ictus, las personas suelen requerir rehabilitación física, es decir, entrenamiento de las extremidades superiores e inferiores, ejercicio centrado en las actividades cotidianas y el uso de ayuda para caminar (por ejemplo, un bastón). Sin embargo, actualmente existen pocos tratamientos efectivos. La estimulación magnética periférica repetitiva (EMPr) es un tratamiento no invasivo (tratamiento que no implica la inserción de un instrumento en el cuerpo) que puede mejorar el movimiento en personas con debilidad muscular debida a daños cerebrales o nerviosos mediante la estimulación de las ramas finales del nervio motor para provocar una contracción muscular. La EMPr puede penetrar en las capas profundas de los músculos y es casi indolora, sin apenas efectos secundarios.

Fecha de la búsqueda

La búsqueda está actualizada hasta el 5 de junio de 2021.

Características de los estudios

Esta es una actualización de la revisión publicada en 2019. Se examinó la evidencia de cuatro ensayos controlados aleatorizados (estudios en los que los participantes son asignados al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) de la EMPr con un total de 139 participantes. Dos estudios compararon la EMPr con una estimulación "falsa" (una estimulación muy débil o un sonido solamente). Dos estudios compararon la EMPr más rehabilitación con la estimulación falsa más rehabilitación.

Resultados clave

Se encontró poca evidencia de que el uso de EMPr mejoró las actividades cotidianas, la fuerza muscular, la funcionalidad de las extremidades superiores y la espasticidad (rigidez inusual de los músculos) de las personas tras un ictus. El resultado actual no varía respecto a la revisión publicada en 2019. Aunque un ensayo informó de que la EMPr redujo la espasticidad de la extremidad superior, el efecto fue pequeño y sigue siendo incierto.

Calidad de la evidencia

La calidad de la evidencia se consideró baja para la mejoría de las actividades cotidianas, principalmente porque un estudio tuvo un tamaño muestral pequeño.

Conclusiones de los autores

Aún no está claro si la EMPr es útil para mejorar las actividades cotidianas y la capacidad funcional en las personas que han sufrido un ictus. Se necesitan más ensayos que incluyan un número mayor de participantes para determinar los efectos de la EMPr.

Conclusiones de los autores: 

No existe evidencia suficiente para sacar conclusiones acerca del uso sistemático de la EMPr en personas tras un accidente cerebrovascular. Se necesitan ensayos adicionales con tamaños muestrales grandes para proporcionar evidencia sólida para emplear la EMPr después de un accidente cerebrovascular.

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Antecedentes: 

La estimulación magnética periférica repetitiva (EMPr) es un método de tratamiento no invasivo que puede penetrar en estructuras más profundas con estimulación indolora para mejorar la función motora en las personas con deterioro físico debido a trastornos cerebrales o nerviosos. La EMPr para las personas después de haber sufrido un accidente cerebrovascular ha demostrado ser un método viable para mejorar las actividades de la vida diaria y la capacidad funcional. Sin embargo, la efectividad y la seguridad de esta intervención después de experimentar un accidente cerebrovascular siguen siendo inciertas. Esta es una actualización de la revisión publicada en 2019.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de la EMPr para mejorar las actividades cotidianas y la capacidad funcional en las personas después de haber tenido un accidente cerebrovascular.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Accidentes cerebrovasculares (Cochrane Stroke); el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) en la Biblioteca Cochrane; MEDLINE; Embase; el Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL); PsycINFO; la Allied and Complementary Medicine Database (AMED); OTseeker: Occupational Therapy Systematic Evaluation of Evidence; la Physiotherapy Evidence Database (PEDro); Ichushi-Web; y seis registros de ensayos en curso el 5 de octubre de 2021. Se revisaron las listas de referencias y se estableció contacto con expertos en el tema. No se impusieron restricciones de idioma ni fecha de publicación en la búsqueda en las bases de datos electrónicas.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) realizados para evaluar el efecto terapéutico de la EMPr en las personas tras un accidente cerebrovascular. Las siguientes comparaciones fueron elegibles para su inclusión: 1) solo la EMPr activa comparada con la EMPr "simulada" (una forma muy débil de estimulación o un sonido solamente); 2) solo la EMPr activa comparada con ninguna intervención; 3) EMPr activa más rehabilitación comparada con la EMPr simulada más rehabilitación; y 4) EMPr activa más rehabilitación comparada con la rehabilitación solamente.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los estudios para su inclusión en la revisión. Los mismos autores de la revisión evaluaron los métodos y el riesgo de sesgo, extrajeron los datos y evaluaron la certeza de la evidencia con el método GRADE. Se contactó con los autores de los ensayos para pedir información no publicada, si fue necesario. Cualquier desacuerdo se resolvió mediante discusión.

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro ensayos (tres ECA de grupos paralelos y un ensayo cruzado (cross-over)) con un total de 139 participantes. Este resultado no ha variado respecto a la revisión publicada en 2019. El cegamiento de los participantes y los médicos se informó de forma adecuada en tres ensayos, y uno no informó sobre si se cegó al personal. Se consideró que el riesgo de sesgo general en los ensayos era bajo. Solo dos ensayos (con 63 y 18 participantes, respectivamente) proporcionaron información suficiente para ser incluida en el metanálisis. No se encontró un efecto claro de la EMPr en las actividades cotidianas al final del tratamiento (diferencia de medias (DM) -3,00; intervalo de confianza (IC) del 95%: -16,35 a 10,35; P = 0,66; un ensayo; 63 participantes; evidencia de certeza baja) y al final del seguimiento (DM -2,00; IC del 95%: -14,86 a 10,86; P = 0,76; un ensayo; 63 participantes; evidencia de certeza baja) cuando se comparó la EMPr más la rehabilitación con la rehabilitación simulada. No se encontraron diferencias estadísticas en la mejoría de la función de las extremidades superiores al final del tratamiento (DM 2,00; IC del 95%: -4,91 a 8,91; P = 0,57; un ensayo; 63 participantes; evidencia de certeza baja) y al final del seguimiento (DM 4,00; IC del 95%: -2,92 a 10,92; P = 0,26; un ensayo; 63 participantes; evidencia de certeza baja) cuando se comparó la EMPr más la rehabilitación con la EMPr simulada más la rehabilitación. Se observó una disminución de la espasticidad del codo al final del seguimiento (DM -0,41; IC del 95%: -0,89 a -0,07; un ensayo; 63 participantes; evidencia de certeza baja) cuando se comparó la EMPr más la rehabilitación con la EMPr simulada más la rehabilitación. En cuanto a la fuerza muscular, el tratamiento de la EMPr no se asoció con una mejoría en la fuerza muscular de los dorsiflexores del tobillo al final del tratamiento (DM 3,00; IC del 95%: -2,44 a 8,44; P = 0,28; un ensayo; 18 participantes; evidencia de certeza baja) en comparación con la EMPr simulada. Ningún estudio proporcionó información sobre la función de las extremidades inferiores o los eventos adversos, incluida la muerte. Según el método GRADE, la confianza en la evidencia relacionada con el desenlace principal se consideró baja debido al tamaño muestral pequeño de los estudios.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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