Ventilación con presión positiva no invasiva para el asma aguda en niños

Mensajes clave

• Ninguno de los ensayos informó de que hubieran muertes o efectos graves no deseados (excepto un ensayo que informó sobre la tasa de intubación [introducción de un tubo en la tráquea]).

• La ventilación por presión positiva no invasiva podría conllevar una mejoría en la puntuación de los síntomas de asma, una reducción de la tasa de intubación y estancias ligeramente más cortas en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, pero los resultados son muy inciertos.

¿Cómo se trata el asma aguda en niños?

El asma es un problema de salud importante en todo el mundo, con una repercusión económica significativa. Los niños con asma a menudo tienen episodios de asma agudos que dan lugar a hospitalización y, a veces, a ingreso en unidades de cuidados intensivos.

El tratamiento de los episodios agudos de asma, sobre todo en niños ingresados en la unidad de cuidados intensivos, consiste principalmente en broncodilatadores inhalados o intravenosos (administrados por vía intravenosa) para relajar los músculos de las vías respiratorias y corticosteroides para reducir la inflamación. A muchos de estos pacientes les cuesta respirar y se les ayuda con ventilación por presión positiva no invasiva (NPPV por sus siglas en inglés), como la presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP por sus siglas en inglés) o la bipresión positiva de las vías respiratorias (BiPAP por sus siglas en inglés). Ambas son formas de administrar un soporte con presión positiva sin utilizar una vía respiratoria artificial invasiva. La CPAP suministra una presión constante al paciente durante el ciclo respiratorio, mientras que la BiPAP suministra presión más elevada durante la inhalación que durante la exhalación. Esta presión positiva se suele administrar por gafas nasales o con mascarilla completa (que cubre boca y nariz), conectadas a un generador de flujo.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quiso hacer esta revisión porque, aunque la NPPV podría ser útil como tratamiento complementario a la atención habitual del asma aguda, las guías de práctica clínica no la recomiendan. Debido al aumento del uso de la NPPV en niños con asma aguda, se decidió actualizar la revisión anterior.

¿Qué se hizo?

Se revisó la evidencia disponible para la NPPV para evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales en niños con asma aguda.

¿Qué se encontró?

Se encontraron tres estudios con un total de 120 niños, con un rango de mediana de edad de entre tres y seis años. Todos los ensayos fueron unicéntricos; dos ensayos se llevaron a cabo en Estados Unidos y uno en India. Los ensayos incluidos evaluaron los efectos de la BiPAP, que se administró durante entre 2 y 24 horas.

Resultados principales

En general, no se encontró evidencia suficiente para determinar si la NPPV difiere de la atención habitual (es decir, sin NPPV) en los desenlaces de muerte por todas las causas o efectos graves no deseados (es decir, complicaciones graves). Los ensayos incluidos mostraron que la NPPV podría conllevar una mejoría en los síntomas de asma, una reducción de la necesidad de intubación (inserción de un tubo en la tráquea) y estancias ligeramente más cortas en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, pero los resultados son muy inciertos. Se necesitan estudios más amplios.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La evidencia en esta revisión es muy poco clara. Los estudios incluidos tenían un alto riesgo de sesgo (es decir, los estudios se realizaron de manera tal que los resultados podrían presentar un sesgo favorable). Además, los estudios incluyeron pocos participantes, por lo que los resultados de esta revisión son imprecisos.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta marzo de 2023.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia actualmente disponible para la NPPV es incierta. La NPPV podría dar lugar a una mejoría de la puntuación de los síntomas de asma, una reducción de la tasa de intubación y estancia en la UCIP ligeramente más corta; sin embargo, la evidencia es de certeza muy baja. Se justifica la realización de ECA más grandes con un riesgo de sesgo bajo.

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Antecedentes: 

El asma es uno de los motivos más frecuentes de ingreso hospitalario entre los niños, con una importante carga económica e impacto en su calidad de vida. La ventilación con presión positiva no invasiva (NPPV, por sus siglas en inglés) se utiliza cada vez más en los niños con asma aguda, aunque la evidencia a su favor es débil y las guías de práctica clínica no ofrecen recomendaciones de su uso habitual. Sin embargo, la NPPV podría ser una forma eficaz de mejorar los desenlaces de algunos niños con asma. Una revisión anterior no mostró un claro beneficio, pero estuvo limitada por la inclusión de pocos estudios con tamaños muestrales pequeños. Esta es una actualización de una revisión anterior.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la NPPV como tratamiento complementario de la atención habitual (p. ej., broncodilatadores y corticosteroides) en niños (< 18 años) con asma aguda.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Vías respiratorias (Cochrane Airways Group), CENTRAL, MEDLINE y Embase. También se realizaron búsquedas en ClinicalTrials.gov y la ICTRP de la OMS. Se realizaron búsquedas en todas las bases de datos, desde su inicio hasta marzo de 2023 sin restricciones de idioma de publicación.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos clínicos aleatorizados (ECA) que evaluaron la NPPV como tratamiento complementario de la atención habitual para niños hospitalizados por exacerbaciones agudas del asma.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane.

Resultados principales: 

Se incluyeron tres ECA que asignaron al azar a 60 niños con asma aguda a la NPPV y a 60 niños al control. Todos los ensayos incluidos evaluaron los efectos del sistema de bipresión positiva en las vías respiratorias (BiPAP por sus siglas en inglés) para el asma aguda en el contexto de la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP). Ninguno de los ensayos utilizó presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés). Los controles recibieron la atención habitual. La mediana de edad de los niños varió de tres a seis años y la gravedad del asma de moderada a grave. Los desenlaces principales fueron la mortalidad por todas las causas, los eventos adversos graves y la puntuación de síntomas de asma. Los desenlaces secundarios fueron los eventos adversos no graves, la calidad de vida relacionada con la salud, la gasometría y pH arterial, el coste y la duración de la estancia en la UCIP.

Ninguno de los ensayos informó sobre mortalidad o eventos adversos graves (excepto un ensayo que informó sobre la tasa de intubación). Dos ensayos informaron sobre la puntuación de los síntomas de asma, y ambos mostraron reducciones en los síntomas de asma en el grupo de BiPAP. En un ensayo, la puntuación de síntomas de asma (diferencia de medias [DM] −2,50; intervalo de confianza [IC] del 95%: −4,70 a −0,30; p = 0,03; 19 niños) fue menor en el grupo de BiPAP. En el otro, un ensayo cruzado (cross-over), la BiPAP se asoció con una puntuación media más baja de los síntomas de asma (DM −3,7; 16 niños; evidencia de certeza muy baja) antes del cruzamiento, aunque los investigadores no proporcionaron la desviación estándar, y no se pudo calcular para la primera fase del ensayo, antes del cruzamiento. La reducción en ambos ensayos está por encima de la diferencia mínima importante predefinida. En general, la NPPV con atención habitual podría reducir la puntuación de síntomas de asma en comparación con la atención habitual sola, pero la evidencia es muy incierta.

El único evento adverso grave notificado fue la tasa de intubación en un ensayo. El ensayo tuvo una tasa de intubación del 40% y mostró que la BiPAP podría dar lugar a una gran reducción de la tasa de intubación (razón de riesgos 0,47; IC del 95%: 0,23 a 0,95; 78 niños), pero la evidencia es muy incierta. El análisis post hoc mostró que la BiPAP podría dar lugar a una ligera disminución de la duración de la estancia en la UCIP (DM −0,87 días; IC del 95%: −1,52 a −0,22; 100 niños), pero la evidencia es muy incierta.

Debido al informe insuficiente y al uso de distintos sistemas de puntuación, no fue posible realizar un metanálisis ni un análisis secuencial de los ensayos. Los tres ensayos tuvieron un riesgo de sesgo alto con imprecisión grave de los resultados, lo que conlleva una certeza de la evidencia muy baja.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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